Un taller de vidrio descubierto recientemente revela que Israel era un importante centro de producción de este material en la época romana.
En el transcurso de las excavaciones previas a la construcción de una carretera en el monte Carmelo, un equipo de arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel ha descubierto hornos para la fabricación del vidrio datados en los siglos IV-V d. C. (época tardorromana).
Los hornos para fabricar vidrio se han descubierto justo al lado de la vía férrea. (Fotografía: Assaf Peretz, Autoridad de Antigüedades de Israel)
Yael Gorin-Rosen, conservador principal del Departamento del Vidrio de la Autoridad de Antigüedades de Israel, ha afirmado en una nota de prensa:
Se trata de un descubrimiento muy importante con implicaciones relacionadas con la historia de la industria del vidrio, tanto en Israel como en todo el mundo antiguo. Sabemos por las fuentes históricas datadas en la época romana que el valle de Acre era famoso por la excelente calidad de la arena de la zona, muy adecuada para la manufactura del vidrio. Los análisis químicos llevados a cabo en las vasijas de vidrio de este período descubiertas hasta ahora en yacimientos de Europa y en barcos hundidos en la cuenca Mediterránea han demostrado que su vidrio procedía de nuestra región. Ahora, por primera vez, se han descubierto los hornos en los que se manufacturaba la materia prima utilizada para producir estas piezas de vidrio.
En el yacimiento se ha encontrado un fragmento de vidrio en bruto. (Fotografía: Assaf Peretz, Autoridad de Antigüedades de Israel)
Los hornos recientemente descubiertos constaban de dos compartimentos de obra: una cámara de combustión donde ardía el fuego para obtener una temperatura muy elevada y una cámara de fusión, en la que se introducía una mezcla de arena especial (sílice) con pequeñas cantidades de otros elementos como boro, fósforo y plomo. Estos ingredientes se fundían conjuntamente a una temperatura de unos 1200° C (3000° F). El vidrio se calentaba de esta forma durante una semana o dos hasta que se obtenían enormes pedazos de vidrio en bruto, algunos de los cuales pesaban más de diez toneladas. El vidrio recién formado, al enfriarse, era no cristalino, liso, extremadamente duro y bastante frágil.
El vidrio parece haber sido ya producido por los egipcios desde una época tan remota como el segundo milenio a. C., y quizás también por los fenicios. Se han encontrado cuentas de cristal en Egipto que los arqueólogos consideran fabricadas hace unos 4.000 años. Aunque, evidentemente, la artesanía del vidrio tuvo su origen en Mesopotamia, donde se han hallado piezas de vidrio de bella factura que se cree que datan de una época tan antigua como el tercer milenio a. C. El personaje bíblico de Job habla del vidrio como un material muy precioso. (Job 28,17). Aunque opaco, se empleaba para fabricar figuritas de animales, frascos de perfume, collares y otras joyas. Los romanos fueron una de las primeras civilizaciones capaces de producir vidrio transparente.
Botella de vidrio estriado hallada en Mesopotamia (1300 a. C. -1200 a. C.) (Museo Británico)
A principios de la época romana el uso del vidrio se generalizó gracias a sus características: su transparencia, belleza, la delicadeza de las piezas y la velocidad a la que podían producirse por medio del soplado – una técnica económica adoptada en la época que permitió reducir los costes de producción.
Se utilizaba el vidrio en prácticamente todos los hogares desde la época romana en adelante, y también siguió haciéndose uso de este material al construirse edificios públicos, bajo la forma de ventanas, mosaicos y dispositivos de iluminación. Consecuentemente, se requerían grandes cantidades de vidrio en bruto a una escala industrial en centros especializados. La instalación descubierta en las excavaciones en curso es un ejemplo de uno de estos antiguos centros de producción.
Fragmento de vidrio en bruto tal y como fue hallado recientemente en este yacimiento arqueológico. (Fotografía: Assaf Peretz, Autoridad de Antigüedades de Israel)
Según el edicto sobre precios decretado por el emperador romano Diocleciano a principios del siglo IV d. C., había dos tipos de vidrio: el primero de ellos era conocido como vidrio de Judea (de la región de Israel del mismo nombre), y el segundo, vidrio alejandrino (por la ciudad egipcia de Alejandría). El vidrio de Judea era de un color verde claro y no tan caro como el egipcio.
Los historiadores ya identificaron desde hace tiempo algunos centros en los que se manufacturaba este vidrio de Judea, que constituía una marca comercial conocida en todo el Imperio Romano y cuyo precio aparecía grabado sobre tablillas de piedra para garantizar un comercio justo. No obstante, el reciente descubrimiento podría aportar nueva información sobre la localización de los centros de producción del famoso vidrio de Judea.
Sopladores de vidrio egipcios de la época de la dinastía XII (hacia el 2200 a. C.) (Public Domain)
Imagen de portada: Fragmento de vidrio hallado en el horno descubierto recientemente (fotografía de estudio: Shmuel Magal, Autoridad de Antigüedades de Israel.)
Autor: Sam Bostrom
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.