Los arqueólogos se encuentran excavando las ruinas de un salón de banquetes real de hace 480 años, la época de Enrique VIII, lujosamente decorado y que fue construido junto a un campo de justas. Unos obreros descubrieron el emplazamiento de este antiguo edificio por casualidad cuando se encontraban tendiendo los cables para iniciar la construcción de un parque infantil en Surrey.
Leemos en un artículo de IBTimes sobre el hallazgo que los arqueólogos están descubriendo que las decoraciones del edificio eran tan opulentas como las del palacio de Enrique VIII, y que entre sus ornamentos hay hojas de plomo cubiertas de oro y baldosas esmaltadas en verde.
“Es un edificio de lujo a la altura del palacio de Hampton Court de Enrique VIII,” ha afirmado acerca del descubrimiento Dan Jackson, conservador de edificios históricos del palacio.
Este salón de banquetes estaba situado cerca de una de las cinco torres reales de Tiltyard, dispuestas en torno a un espacio de 6 acres (unas 2,5 hectáreas) en el que se celebraban justas y procesiones. Entre 1534 y 1536, gracias a lo que IBTimes llama ‘un costoso dispendio,’ las torres fueron construidas para diversión de las visitas más ilustres: embajadores y miembros de la realeza y la nobleza. Tenían de dos a tres niveles de altura, y desde ellas los invitados podían disfrutar de las justas y batallas simuladas que se libraban en el campo de justas.
Una de las Torres de Tiltyard aún sigue en pie en el Palacio de Hampton Court. Se utilizó para diversos propósitos a lo largo de los años, entre ellos como herbolario y casa de huéspedes. Arqueólogos ingleses iniciaron un programa para el estudio y la conservación de la torre en el año 2006.
La Torre de Tiltyard que aún queda en pie en el Palacio de Hampton Court, situada justo detrás de lo que hoy es un café. (Public Domain)
Con el paso del tiempo en los días de antaño, la gente dejó de disfrutar de procesiones, justas y batallas simuladas, y se plantaron jardines sobre los terrenos y el emplazamiento de la mayor parte de las torres. La localización exacta del salón de banquetes se perdió durante 300 años.
El propio Enrique VIII participaba en algunas de las justas. De hecho estuvo a punto de morir en un torneo celebrado en el Palacio de Greenwich en enero de 1536 al ser derribado de su caballo, que cayó sobre él inmovilizándole. Enrique llevaba puesta su armadura completa y permaneció inconsciente durante dos horas.
Armadura de campaña de Enrique VIII de Inglaterra, fabricada en Italia (Milán o Brescia) en torno al 1544 (Fotografía: Matthew G. Bisanz/Wikimedia Commons)
Enrique VIII se recuperó, pero sus días de justas habían tocado a su fin. Le quedaron graves secuelas bajo la forma de úlceras que sufriría durante el resto de su vida, y el accidente podría haberle causado además algún tipo de lesión cerebral que modificara su personalidad, según un documental producido por el Canal Historia.
Según este documental, Enrique VIII, nacido en 1491, fue un joven apuesto y encantador, pero cambió con el tiempo y murió en 1547 siendo un “paranoico recluido y enfermizo.” Poco antes de morir estaba perdiendo la vista, era incapaz de caminar y pesaba casi 400 libras (unos 181 kilos). Enrique y sus últimas esposas fueron incapaces de concebir más hijos. Uno de los expertos que aparece en el documental especula con la posibilidad de que Enrique VIII padeciera sífilis.
“Otro misterio es, ¿cuál fue el detonante de estos cambios crónicos de personalidad que sufrió desde que cumplió cuarenta años? ¿Se debió esta decadencia a algún raro desorden hormonal? ¿O fueron las lesiones de las justas las que provocaron todos estos problemas médicos?”, se pregunta en el vídeo Robert Hutchinson, biógrafo de Enrique VIII.
Enrique VIII tuvo varias hijas, además de un hijo y heredero, Eduardo, con Jane Seymour. Jane murió a consecuencia de las complicaciones que sufrió tras el parto. Pero Enrique VIII quería asegurar su sucesión con más hijos varones, por lo que volvió a casarse. Decapitó a dos de sus esposas y se divorció de otras dos. Una rima ayuda a recordar el destino de estas pobres mujeres:
El rey Enrique VIII,
con seis mujeres se casó,
una murió, otra sobrevivió
de dos se divorció, y a dos decapitó.
Retrato de Enrique VIII antes de que se volviera obeso, enfermizo, paranoico y melancólico; en esta época estaba casado con su primera esposa Catalina de Aragón, matrimonio que duró 24 años hasta que se divorció de ella. Catalina de Aragón murió confinada en el castillo de Kimbolton. (Wikimedia Commons)
Imagen de portada: Un brindis en pleno banquete: la corte de Enrique VIII según el pintor italiano Fortunino Matania. Imagen: Bridgeman Art Library
Autor: Mark Miller
Traducción: Rafa García
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.