Se han descubierto ochenta y seis gatos domésticos de la época romana en las afueras de la antigua ciudad portuaria egipcia de Berenike (Berenice), cerca del Mar Rojo. Este método de enterramiento implica que no formaron parte de un ritual religioso, y que se trataba sencillamente de mascotas que murieron por causas naturales. Este fenómeno de la Antigüedad se ha observado en muchas especies animales diferentes, y en él se llevaban a cabo prácticas funerarias diversas, aunque la momificación era el más habitual.
El enterramiento de animales en el antiguo Egipto está atestiguado desde el período predinástico hasta la época romana. Sin embargo, los enterramientos de animales en contextos rituales también se producían en Europa desde la Prehistoria hasta períodos más recientes. El animal que aparece con más frecuencia en las tumbas de Berenike es el gato doméstico, mientras que en la mayor parte de Europa era el perro doméstico.
Egipto fue probablemente la civilización más importante que domesticó por primera vez a los gatos. Hasta la fecha se han hallado en el cementerio de Berenike 86 esqueletos completos de gatos y otros huesos diversos procedentes de enterramientos profanados. Se han identificado asimismo huesos de gatos dispersos en otras zonas del antiguo puerto romano y sus vertederos.
Dispersión de las tumbas de pequeños animales en una de las fosas excavadas. El estrato del antiguo vertedero está datado en el siglo II d. C. (dibujo realizado por P. Osypiński)
Los investigadores han descrito en la revista Antiquity la importancia del descubrimiento en lo tocante a las relaciones entre humanos y animales a lo largo de la historia: “El estudio de las relaciones entre seres humanos y animales en el pasado se enfoca generalmente bajo el prisma de la arqueozoología, pero esta práctica descarta demasiado a menudo la posibilidad de la existencia de mascotas, algo que se da por hecho que es un fenómeno moderno. Los hallazgos realizados en Berenike parecen poner en tela de juicio esta premisa.”
Los animales enterrados como parte de rituales religiosos o espirituales habitualmente incluyen objetos en sus tumbas, pero la mayoría de los animales descubiertos en Berenike carecen de ajuar funerario. Por supuesto hay unas pocas excepciones, ya que algunos de los gatos se encontraron con una cuenta de cáscara de huevo de avestruz al cuello. Tres gatos y un mono (cercopiteco verde) fueron también enterrados con collares de hierro.
Marta Osypińska, investigadora del Instituto de Arqueología y Etnología de la Academia Polaca de Ciencias y autora del estudio, ha descrito los enterramientos en unas declaraciones recogidas por el International Business Times: “Además de las tumbas individuales de animales, tres de los enterramientos albergaban dos animales. Hasta ahora la única especie hallada en estos enterramientos dobles es el gato, encontrándose en las tres tumbas un individuo adulto y otro más joven.”
Osypińska señala que habitualmente se sacrificaban y momificaban gatos como ofrenda en este período, aunque el yacimiento de Berenike demuestra que también se enterraban cuidadosamente animales domésticos cuando morían por causas naturales, como por ejemplo la vejez.
Gato momificado en el antiguo Egipto. (Public Domain)
El cementerio de gatos fue descubierto cerca de la antigua ciudad militar portuaria romana de Berenike, en una localización conocida por los arqueólogos como “antiguo vertedero romano”. Sin embargo, los expertos creen que cuando los gatos fueron enterrados era una zona de terreno ondulado y despejado en las afueras de Berenike. Los investigadores destacan que estos hallazgos deben ser interpretados como un cementerio para animales domésticos, más que como depósitos relacionados con rituales mágicos o religiosos.
Localización de los restos hallados en otra de las fosas excavadas en Berenike, Egipto. (dibujo realizado por P. Osypiński)
Imagen de portada: Fotografías de algunas de las tumbas de gatos descubiertas recientemente en el antiguo cementerio de Berenike (Egipto). (Marta Osypińska)
Autor: Theodoros Karasavvas
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.