Descubierto en aguas de Cesarea el valioso cargamento de un antiguo mercante romano hundido
Una inspección submarina realizada en el antiguo puerto de Cesarea ha revelado la presencia de miles de monedas y estatuas de bronce datadas en el siglo V d. C.
Una ‘pesca’ impresionante
Dos submarinistas aficionados llevaron a cabo la mayor pesca de su vida cuando realizaron el descubrimiento fortuito de dos estatuas de bronce tardorromanas en el antiguo puerto de Cesarea.
Tan pronto como salieron a la superficie, los submarinistas Ran Feinstein y Ofer Ra‘anan informaron del hallazgo a la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI). En una exploración conjunta, Ran y Ofer guiaron a los arqueólogos submarinos desde la sede de la AAI hasta el yacimiento.
Se había limpiado la arena del lecho marino, quedando al descubierto todo un laberinto de anclas de hierro, cadenas de amarre y otros materiales: se trataba de los restos de un barco hundido.
El ancla del barco tal como fue descubierta en el fondo marino. Fotografía: Unidad Arqueológica Marina de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Durante las semanas siguientes, la AAI llevó a cabo una operación submarina de rescate arqueológico, y en relativamente poco tiempo se recuperaron del fondo del mar bellas estatuas de bronce, miles de monedas y otros hallazgos, datados en el siglo V d. C.
El tesoro descubierto procedía de un barco mercante romano (de la época tardorromana) que se hundió en el puerto de Cesarea hace unos 1.600 años.
Hundido por una tormenta
Muchas de las piezas halladas son de bronce y se encuentran en un estado de conservación extraordinario: una lámpara de bronce con la efigie de la diosa Luna, una figurita del dios Sol, otra lámpara con el busto de un esclavo africano, fragmentos de estatuas de bronce fundido de un tamaño tres veces mayor que el real, objetos moldeados con forma de animales, como por ejemplo una ballena, y un grifo de bronce que representa a un jabalí salvaje con un cisne sobre su cabeza.
Fragmento de una lámpara de bronce decorada con la imagen de la diosa Luna, tal y como fue descubierta sobre el lecho marino. Fotografía: Ran Feinstein.
Lámpara de bronce moldeada con la forma del busto de un esclavo africano. Fotografía: Clara Amit, cortesía de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Fragmento de la cabeza de una estatua de tamaño natural. Fotografía: Clara Amit, cortesía de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Por otro lado, también se hallaron fragmentos de grandes tinajas que se empleaban en el interior del barco para llevar agua a la tripulación como bebida y para transportar todo tipo de líquidos por mar. Una de las mayores sorpresas en concreto ha sido el descubrimiento de dos bloques formados por miles de monedas que pesan en total unos 20 kilogramos y que adoptaron la forma de las vasijas cerámicas en las que estaban siendo transportadas.
“Se trata de descubrimientos realmente fascinantes, y que además de su extraordinaria belleza son históricamente significativos. La ubicación y distribución de estos antiguos hallazgos sobre el lecho marino indican que un gran barco mercante transportaba un cargamento de metal con vistas a reciclarlo, y que aparentemente se vio envuelto en una tormenta a la entrada del puerto y quedó a la deriva hasta estrellarse contra el muelle y las rocas,” explica Jacob Sharvit, director de la Unidad Arqueológica Marina de la AAI, añadiendo a continuación:
“No se había encontrado una colección submarina como ésta en Israel en los últimos treinta años. Las estatuas de metal constituyen raros hallazgos arqueológicos porque en la antigüedad siempre se fundían de nuevo para reciclarlas. Cuando hallamos objetos de bronce a menudo es en el mar, ya que estas estatuas naufragaban junto con el barco, se hundían bajo las aguas y de este modo se ‘salvaban’ del proceso de reciclado.”
Algunos de los valiosas piezas de bronce descubiertas recientemente en Cesarea. Fotografía: Clara Amit, cortesía de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Monedas con la efigie de Constantino
En las monedas que se han encontrado se observa la efigie del emperador Constantino, que reinó en el Imperio Romano de Occidente entre los años 312 d. C. y 324 d. C., siendo más tarde conocido como Constantino el Grande, emperador romano absoluto entre los años 324 d. C. y 337 d. C. También se han hallado monedas con la efigie de Licinio, emperador del Imperio Romano de Oriente y rival de Constantino hasta su derrota en la batalla de Adrianópolis en el año 324 d. C.
Bloques de monedas descubiertos en el lecho marino cercano a Cesarea. Su peso total está cerca de los 20 kilogramos. Fotografía: Clara Amit, cortesía de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
La amplia gama de piezas recuperadas del fondo del mar refleja el gran volumen de comercio y la categoría del puerto de Cesarea en aquella época, considerada un período de estabilidad económica y comercial como consecuencia de la estabilidad política del Imperio: el período en el que el cristianismo iba camino de convertirse en la religión oficial del Imperio Romano.
Fue en esta época cuando el emperador Constantino puso fin a la política de persecución de los cristianos, y los fieles de Cesarea, así como los del resto del Imperio Romano, quedaron por fin legitimados para practicar su fe mediante el famoso Edicto de Milán, que proclamó al cristianismo religión oficial del estado. Fue durante el reinado de Constantino cuando se establecieron las bases de la nueva religión.
Mientras las piezas recientemente descubiertas están siendo estudiadas por la AAI, el conjunto de monedas de oro hallado junto a las costas de Cesarea en invierno del año pasado ya se encuentra expuesto al público en el puerto de Cesarea.
Imagen de portada: Estatuilla del dios Sol descubierta junto a las costas de Cesarea. Fotografía: Ran Feinstein.
Autor: Sam Bostrom
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.
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