La inscripción rúnica encontrada en Bergen (Noruega) es bastante larga, y su autor debía tener mucha “energía erótica” cuando grabó estas runas sobre un palo de madera de 33 centímetros de largo: “Me encanta la esposa de ese hombre, tanto que el fuego me parece frío. Y soy el amante de esa mujer”.
Hasta el momento se han descubierto alrededor de 700 inscripciones rúnicas que datan del siglo XIV en la barriada de Bryggen de la ciudad de Bergen, Noruega occidental. Varias de las inscripciones incluyen un corto mensaje erótico grabado sobre una vara plana de madera, demostrando sin duda que los hombres jóvenes no han cambiado mucho desde la Edad Media.
Desde el año 1360 aproximadamente, comerciantes alemanes se establecieron en Bergen formando una colonia permanente conectada a la oficina hanseática de la ciudad. El barrio de Bryggen lo constituyen una serie de edificios comerciales hanseáticos que se extienden por la zona este del puerto de Vågen – un área donde había una actividad frenética en la época, con continuas cargas y descargas de naves mercantes.
En el año 1300, se estima que habría cerca de 7.000 habitantes en Bergen, muchos de los cuales eran hombres jóvenes que habían llegado a la ciudad para trabajar. Las inscripciones rúnicas demuestran que había en Bergen un déficit de mujeres jóvenes y “dispuestas”, además de un exceso de hombres jóvenes viriles.
Este grabado en cobre realizado en 1580 por Hieronymus Scholeus es el primer dibujo conocido de la ciudad de Bergen. (Dominio público)
Las cerca de 700 inscripciones rúnicas descubiertas están grabadas principalmente en varas planas de madera, la mayoría de ellas de pino, aunque también se han encontrado inscripciones realizadas sobre hueso. Se ha dicho del hallazgo de Bryggen que es uno de los más importantes descubrimientos rúnicos de la historia, ya que demuestra que las runas eran utilizadas para algo más que para meras inscripciones de nombres y frases formales.
Los hallazgos de Bryggen demuestran el uso cotidiano que se daba a las runas en la zona de Bergen, y probablemente también en otras regiones de Escandinavia en la época. Los recientes descubrimientos demuestran también que las runas fueron utilizadas hasta el siglo XIV, y tal vez incluso más tarde aún. Anteriormente se creía que el uso de las runas había desaparecido hacia el final de la época vikinga con la introducción del cristianismo, es decir, sobre la mitad del siglo XI.
Con el cristianismo también llegó el alfabeto latino. El problema era que lectura y la escritura estaban reservadas para la clase alta y el clero, que las utilizaban como herramienta política. El resto de la población se quedaba al margen bajo la condición de analfabetos.
Pero tal vez no eran realmente analfabetos en el sentido estricto de la palabra. Los hallazgos de Bergen demuestran que muchos de ellos tenían conocimiento del antiguo alfabeto nórdico Futhark, por lo que las runas se convirtieron de este modo en la herramienta utilizada por el pueblo llano para expresarse por escrito.
Muchas de las inscripciones encontradas en Bergen eran utilizadas como “tarjetas de identificación”, siguiendo la fórmula Eysteinn á mik, (en nórdico antiguo, Eysteinn es mi dueño), aunque algunas inscripciones incluyen mensajes más largos, como por ejemplo órdenes. Sin embargo, varios de estos palos de madera contienen mensajes cortos y pícaros de diferentes tipos, entre los que también se encuentran inscripciones románticas como: Ást min, kyss mik (en nórdico antiguo, Bésame amor mío).
Inscripción rúnica romántica y muescas de control: “Por favor, ámame” por un lado (arriba), y las muescas en el otro (abajo), señalando probablemente el número de sacos o barriles que fueron descargados o cargados en barcos mercantes. El palo de madera es de unos 11 centímetros (4,3 pulgadas) de largo. (Imagen: Svein Skare, Museo de la Universidad de Bergen)
En lo referente a todas las inscripciones eróticas encontradas, no hay duda de que fueron hombres jóvenes sus autores, como en la inscripción de este palo:
“El herrero durmió con Vigdis del pueblo Sneldebein”. El palo de madera es de unos 24 centímetros de largo (9,5 pulgadas) y su uso es incierto. Algunos creen que habría sido utilizado como horquilla – ¿tal vez un regalo secreto del herrero a la propia Vigdis? (Imagen: Svein Skare, Museo de la Universidad de Bergen)
Las inscripciones rúnicas de la Bergen medieval se conservan actualmente en el Museo de Bryggen, y algunas de ellas están expuestas.
Imagen de portada: Inscripción rúnica hallada en Bergen. (Imagen: Svein Skare, Museo de la Universidad de Bergen / Fotomontaje: ThorNews)
El artículo ‘Several Erotic Medieval Runic Inscriptions Found in Bergen’ fue pubicado originalmente en ThorNews y ha sido publicado de nuevo en Ancient Origins con permiso.
Autor: ThorNews