Un equipo de arqueólogos de campo de batalla, trabajando desde una “oficina de detective improvisada dentro de un contenedor de transporte con fotos de fosas comunes”, ha descubierto cerca de Deutsch-Wagram (Austria) una de las mayores batallas de las Guerras Napoleónicas.
Más de 50.000 soldados murieron durante el enfrentamiento del ejército austríaco con las tropas de Napoleón Bonaparte en la batalla de Wagram, librada entre el 5 y el 6 de julio del 1809. Según el artículo publicado en Live Science sobre el descubrimiento, los investigadores trazaron un mapa de los “campamentos y fosas comunes cavados apresuradamente, así como de miles de bolas de mosquete, balas, botones y objetos personales que cayeron sobre el campo de batalla.”
La batalla de Wagram se produjo cuando el emperador francés Napoleón emprendió guerras en todo el continente europeo entre los años 1799 y 1815. Durante la primavera y el verano de 1809 estalló la Guerra de la Quinta Coalición, que enfrentó a los imperios austríaco y francés. En mayo de 1809, la batalla de Aspern-Essling, librada cerca de Viena, marcó la primera gran derrota de Napoleón, pero seis semanas más tarde Napoleón lanzó un ataque por sorpresa sobre el campamento austríaco cerca de la actual población de Deutsch-Wagram.
Arqueólogos excavan en Austria un campo de batalla de las Guerras Napoleónicas antes de que se reanuden las obras de una autopista. (Imagen: Novetus)
Los arqueólogos aprovecharon la oportunidad de excavar cuando la autoridad de carreteras de Austria, ASFINAG, anunció la próxima construcción de una nueva autopista desde el este de Viena hasta la frontera con Eslovaquia, atravesando Deutsch-Wagram. Los defensores de las leyes austríacas de patrimonio cultural insistieron en que ASFINAG utilizara arqueólogos en el proyecto de construcción para buscar cualquier elemento antiguo que, de lo contrario, podría perderse para siempre durante la construcción de la autopista.
El arqueólogo Alexander Stagl, director general de Novetus, una empresa de gestión de recursos culturales con sede en Viena que lleva gestionando las excavaciones en el lugar desde marzo del 2017, decía a los periodistas: “Siempre supimos que este campo de batalla estaba por aquí, pero nunca se había planeado o dirigido una investigación arqueológica sobre el mismo”.
Uno de los lugares de las excavaciones tiene el tamaño aproximado de “27 campos de fútbol americano”, y Live Science informaba de que “ASFINAG ha dicho que ha reservado 3 millones de euros (3,5 millones de dólares USA) para las excavaciones, estando la mitad de ese dinero destinada a los agricultores cuyas tierras deberán alquilarse para que tengan lugar las excavaciones.” Stagl señalaba sobre la ubicación que “Estamos en el meollo de la batalla. Creo que por esta razón tenemos tantos hallazgos.”
Los esqueletos nos hablan de la salud de aquellos soldados. (Imagen: Novetus)
Un equipo de bioarqueólogos también está examinando los restos óseos de los soldados. Michaela Binder, del Instituto Arqueológico Austríaco, y Hannah Grabmayer, de Novetus, han llevado a cabo una investigación antropológica de los esqueletos, y declaraban a los reporteros de Live Science que “Lo realmente interesante es descubrir cómo vivían los soldados.”
Habiendo examinado 50 esqueletos hasta ahora, se ha descubierto que la mayoría de ellos son de hombres de entre 16 y 30 años de edad, y, según apuntaba Binder, presentan “indicios de escorbuto por deficiencia de vitamina C e inflamación de las articulaciones por las largas marchas llevando pesadas cargas”. La investigadora señalaba también que padecían “infecciones como neumonía y otras enfermedades que se habrían propagado en las condiciones de hacinamiento de un campamento militar.” Binder considera que el período de seis semanas comprendido entre la batalla de Aspern-Essling y la de Wagram “parece haber sido duro para los soldados, con un aumento en las evidencias de enfermedades respiratorias en los esqueletos hallados en Deutsch-Wagram.”
Binder observaba asimismo que las historias de los soldados de bajo rango no quedaban registradas en “la historia oficial, los diarios y los poemas sobre las Guerras Napoleónicas”, añadiendo además que “la bioarqueología tiene la responsabilidad de documentar sus historias... 55.000 personas muertas en dos días - es algo difícil de imaginar.”
Piezas de uniformes militares halladas en el yacimiento. Se están registrando cientos de objetos que se añadirán a la historia del campo de batalla. (Imagen: Novetus)
Para satisfacer la necesidad de Binder de desvelar la historia del hombre común, mientras algunos arqueólogos están mapeando el campo de batalla con equipos de escaneo de alta tecnología para conocer mejor los trazos gruesos, otros tienen su mente firmemente fija en el suelo, en el mundo de la bio-arqueología, para intentar averiguar los detalles de la batalla.
Cuando miles de soldados muertos son enterrados rápidamente en un campo de batalla, los arqueólogos obtienen siglos más tarde un voluminoso conjunto de hallazgos para estudiar, que revelan en todos los casos datos significativos. Aunque la mayor parte de la ropa de los soldados se acabó pudriendo, los arqueólogos han descubierto que los botones de metal sobrevivieron, y Stagl decía de ellos que han aportado mucha información interesante, añadiendo no obstante que “el estudio de estos objetos es una ciencia en sí mismo.”
Partiendo de un sencillo botón, los arqueólogos no sólo pueden identificar el rango y la nacionalidad de un soldado. Konik piensa que, en un caso concreto, su equipo ha encontrado a un oficial francés, y cree además que podría ser capaz de “identificar a este hombre por su nombre.”
Imagen de portada: Se han encontrado varias fosas comunes en la ubicación de una de las mayores batallas de las Guerras Napoleónicas, en el transcurso de la cual unos 55.000 soldados murieron en julio de 1809. Fuente: Novetus
Autor: Ashley Cowie
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.