Un personaje muy importante para los celtas del nordeste de Francia fue enterrado en un enorme túmulo funerario hace aproximadamente 2.500 años, pero su esqueleto se encuentra tan deteriorado que los arqueólogos no están seguros de si sus restos corresponden a un hombre o a una mujer. Del alto estatus social que ocupó sí que no queda ninguna duda a la vista del impresionante collar y las pulseras de finas y trabajadas cuentas de ámbar que adornan a la persona fallecida. Además, también fueron recuperados del túmulo recientemente descubierto otros ricos y preciosos objetos.
International Business Times informó de que el cuerpo fue hallado en un enorme túmulo funerario que ya había sido excavado anteriormente y del que los investigadores ya habían extraído un carro de guerra, un jarrón decorado con un dibujo de Dioniso y un hermoso caldero mediterráneo de bronce adornado con piezas metálicas del dios griego Aqueloo y cabezas de león.
Los arqueólogos exploraban el lugar cumpliendo con los trámites necesarios para la construcción de un nuevo centro comercial cuando descubrieron la tumba. El Presidente de la INRAP, Dominique García, explicó el pasado mes de marzo que pensaron que la tumba habría pertenecido a un príncipe al encontrar un cuchillo gigantesco en ella. Sin embargo, ahora que el cuerpo ha sido exhumado y examinado, los investigadores afirman no poder determinar si el individuo era en realidad un príncipe o una princesa. Y menos aún sabiendo que muchas mujeres celtas lucharon en numerosas batallas, por lo que el género no puede asegurarse con certeza, simplemente, por la presencia de un arma.
Los arqueólogos consideran el hallazgo más importante del yacimiento el enorme caldero de bronce de un metro de diámetro. Éste presenta cuatro manijas decoradas con la cabeza de Aqueloo, el dios-río astado de los antiguos griegos. El caldero también está adornado con ocho cabezas de leonas. Asimismo había en su interior un enócoe, es decir, una jarra de cerámica para escanciar vino con un dibujo de Dioniso bajo una vid. Los investigadores comentaron que los objetos para servir el vino pudieron formar parte del centro de mesa de un aristocrático banquete celta. La INRAP al afirmar esto sobre un conjunto de piezas greco-latinas relacionadas con el vino confirma, por tanto, contactos e intercambios comerciales entre los celtas y los pueblos de la región mediterránea.
Las manijas de un gran caldero descubierto en la tumba están decoradas con la efigie del dios griego del río Aqueloo. (foto: INRAP)
Los arqueólogos añadieron que las riquezas enterradas con el cuerpo en el centro del túmulo funerario sugieren que esta persona debió de ser un aristócrata de alto rango. Además, perteneció a la cultura Hallstatt de Europa Central, en la antigua Edad del hierro. Los tesoros de la tumba "sólo se entienden para alguien perteneciente a la élite más elevada de la etapa final de la primera Edad del Hierro," explicó el pasado marzo la agencia francesa arqueológica INRAP. La agencia añadió que se trata de uno de los hallazgos más notables del período celta Hallstatt comprendido entre los años 800 a. C. y 450 a. C.
El príncipe o princesa fue enterrado junto con un juego de vino decorado con un retrato de Dioniso, el dios griego del vino y el éxtasis (foto: INRAP)
"La tumba contiene restos de un ajuar funerario tan suntuoso que sólo puede pertenecer a la más alta aristocracia de la cultura Hallstatt," se continúa afirmando desde la INRAP. "El período comprendido entre el siglo VI a. C. y los comienzos del siglo V a. C. se caracterizó por el desarrollo económico de las ciudades-estado griegas y etruscas occidentales, en particular Marsella. Por aquel entonces los comerciantes mediterráneos entraron en contacto con las comunidades continentales celtas en busca de esclavos, metales y objetos preciosos (incluido el ámbar)."
El túmulo funerario está situado al borde de un futuro parque empresarial que se va a construir en Lavau, en la región de Champagne. El túmulo de 40 metros (131 pies) cubre casi 7.000 metros cuadrados (7,655 yardas cuadradas) y estaba rodeado por una zanja y una empalizada. El enterramiento era de mayor tamaño que la cercana catedral de Troyes.
El enorme túmulo funerario del príncipe y otros personajes (foto: INRAP)
En la actualidad existen pueblos celtas en Bretaña, Cornualles, País de Gales, Escocia, la Isla de Man e Irlanda. Hace mucho tiempo, los celtas habitaron la mayor parte de Europa. En el año 278 a. C. un pueblo celta llegó hasta un lugar tan lejano de oriente como Asia Menor, dando su nombre a Galatia. Los celtas saquearon Roma en el 385 a. C., pero entre los años 59 y 49 a. C., los legionarios de Julio César vencieron a las tribus celtas en la Galia, actual Francia. "Aunque gran parte de ellos acabaron asimilados por el Imperio Romano, los celtas continuaron adorando a sus propios dioses y diosas al mismo tiempo que Roma fue adoptando la fe cristiana de forma oficial," explica la Ultimate Encyclopedia of Mythology (“Enciclopedia Definitiva de Mitología”).
Imagen de Portada: Los restos del cadáver con el collar de oro alrededor del cuello aún visible (Inrap Fotografía de Denis Gliksman)
Autor: Mark Miller
Traducción: Mariló T.A.
Este artículo fue publicado originalmente por www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.