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Ancient Origins España y Latinoamérica

Descubierta ofrenda milenaria de cactus alucinógeno en templo prehispánico de Lima

Chuquitanta o El Paraíso son los nombres actuales con que se conoce a un complejo arqueológico monumental situado en el valle del río Chillón, varios kilómetros al norte del centro de Lima y datado en el Periodo Arcaico Tardío (3500-1800 a. C.). De forma más concreta, distintas dataciones por radiocarbono lo sitúan entre los años 2300 a. C. y 1400 a. C.

Descubierto en 1950 por Louis Stumer, fueron Thomas C. Patterson y Edward P. Lanning quienes, en 1964, lo consideraron como precerámico, logrando identificar unas nueve estructuras. Un año más tarde, en 1965, Frederic Engel llevó a cabo exploraciones y excavaciones en el lugar e identificó otros 8 edificios esparcidos en un área extensa, por lo que definió al lugar como un gran complejo arquitectónico, uno de los más grandes del Perú antiguo. Posteriormente, ante el abandono por parte de las autoridades, la zona empezó a ser protegida por los vecinos cercanos, aunque ello no fue suficiente para evitar la depredación e inevitable desaparición de las huacas.

Una de las pirámides del complejo de El Paraíso o Chuquitanta. (Dibojutri/CC BY-SA 3.0)

Fue debido, precisamente, a la insistencia de estos pobladores, por lo que el Estado, al fin, se interesó en el yacimiento, iniciando el 24 de diciembre de 2012 el primer proyecto de inversión pública. Se excavó en cinco sectores y se comprobó que el complejo estaba formado en total por doce pirámides, repartidas por una extensa área. El 15 de enero del 2013 los arqueólogos descubrieron una estructura arquitectónica a la que denominaron el Templo del Fuego, que presenta similitudes con estructuras halladas en Caral y Kotosh, contemporáneas suyas. Se calificó al lugar como el más antiguo complejo arquitectónico de la costa limeña, y como el asentamiento donde se dio el primer paso de las sociedades nómadas a las sedentarias gracias a la agricultura, con una antigüedad de 4.000 años.

En la actualidad, los expertos saben que la dieta de sus habitantes consistía en una mezcla de recursos domesticados y recolectados, en la que las plantas silvestres podrían haber representado una parte sustancial. Pero las plantas cultivadas también complementaban la dieta de aquel pueblo ancestral. Algunas de las plantas de este período eran el amaranto, la papa, la calabaza, el algarrobo, el algodón y el cactus. Y es precisamente un cactus de, al menos, 4.000 años de antigüedad, el que ahora ha sorprendido a los arqueólogos peruanos tras ser descubierto entre los templos prehispánicos más antiguos de Lima.

Tal y como podemos leer en RPP Noticias, el cactus -posiblemente de la especie alucinógena San Pedro (Echinopsis pachanoi)-, de unos 30 centímetros de longitud, se encuentra en perfecto estado de conservación y aún le quedan algunas púas, ya que fue deshidratado antes de ser enterrado como parte de una ofrenda.

La arqueóloga Dayanna Carbonel, descubridora de la planta, ha explicado que nunca se había encontrado un cactus tan antiguo en una excavación arqueológica, “y menos como parte central de una ofrenda”, lo que revela su  gran importancia. Por su parte, Santiago Morales, conservador de la zona, ha apuntado que el cactus “podría haber sido usado en ceremonias y rituales”, ya que se encontró en un habitáculo anexo a una sala ceremonial. 

Estructuras prehispánicas del complejo arqueológico peruano de El Paraíso (Fotografía: RPP Noticias / EFE)

Además, el cactus también tiene importancia para los investigadores porque en el lugar no se han observado restos de cerámica, que sí se encuentran en otros yacimientos posteriores, lo que obliga a los arqueólogos a centrar su investigación en los desechos de la actividad humana para averiguar el modo de vida de sus habitantes.

Pero es que, además de la planta, se han recuperado otros objetos relevantes en la misma zona, entre los que destacan una honda construida con material vegetal y una porra o maza formada por un palo que atraviesa una piedra horadada por la mitad y atada a aquél con una soga, lo que podría sugerir algún tipo de actividad bélica.

Imagen de la porra o maza hallada en la misma zona que el cactus. (Fotografía: RPP Noticias/EFE)

Por último, Morales ha recordado que el complejo arqueológico cuenta con una docena de edificios en un área que abarca cerca de sesenta hectáreas, y que hasta ahora solo se han excavado parcialmente cuatro de ellos, por lo que todavía queda un 95 % por investigar en un yacimiento que a buen seguro revelará nuevos y fascinantes descubrimientos en el futuro.

Imagen de portada: Fotografía del cactus recientemente descubierto, posiblemente perteneciente a la especie alucinógena San Pedro (Echinopsis pachanoi). (Fotografía: RPP Noticias/EFE

Autor: Mariló T. A.