Los arqueólogos que se encontraban excavando en una moderna urbanización de la frontera entre Gales e Inglaterra en Monmouth, Reino Unido, han descubierto una antigua fortaleza consistente en una isla artificial de madera con una vivienda fortificada elevada sobre el terreno por medio de postes verticales. Esta construcción se alzaba sobre las aguas de un lago de la edad del hielo y puede ser más antigua que Stonehenge o las pirámides de Egipto. La estructura, conocida como crannog ha sido datada en 4.900 años. El lago que la rodeaba debió servir como defensa natural contra posibles atacantes.
“Nunca pensamos que estas maderas fueran tan antiguas, es un descubrimiento asombroso”, declaró el arqueólogo Steve Clark al Western Daily Press. “Sus habitantes habrían estado rodeados de agua por todas partes con una profundidad de hasta tres metros y no hay prueba alguna de la existencia de pasarelas de acceso, así que probablemente solo se podía llegar en canoa. Este es sin duda un descubrimiento impresionante sobre la prehistoria. Otro rasgo excepcional es que la construcción se asentaba sobre tres sólidas “vigas” transversales de gran tamaño – piezas de madera toscamente fabricadas a partir de troncos y dispuestas horizontalmente sobre el terreno.”
Un “crannog” reconstruido cerca de Kenmore, Perth y Kinross, sobre las aguas del Loch Tay, en Escocia (Wikimedia Commons)
Clarke añadió que la vivienda estaba habitada aproximadamente en la época en que los humanos de Gran Bretaña empezaron a vivir en comunidad y es solo la segunda construcción de este tipo descubierta en Inglaterra y Gales, siendo mucho más antigua que la primera. Muchas más se han descubierto en Escocia, la mayor parte de ellas datadas en la Edad del Hierro (800 a. C. – 100 d. C.). Clarke descubrió en un principio que la zona había estado sumergida cuando se estaban poniendo los cimientos de la nueva urbanización por parte de la constructora Barratt Homes en el año 2013. Tres canales de unos treinta metros de largo, cada uno de ellos del ancho de una canoa, se encontraron cerca del lugar en el que Clarke cree que se extenderían las orillas del lago. Estos canales datan del 1700 a. C. y son una prueba de lo que probablemente sea uno de los más antiguos astilleros jamás descubiertos.
Clarke descubrió a continuación una serie de postes de madera, que se habían conservado gracias a la turba y la arcilla de una antigua laguna, formada después de que se secara el lago. Los envió al Centro de Investigación Medioambiental de la Universidad Escocesa para datarlos por el método del radiocarbono y los científicos de la institución le informaron de que los postes tenían unos 4.900 años de antigüedad. En aquel entonces el terreno en esa zona habría estado bajo unos seis metros de agua, aunque los postes se encontraron en un lugar en el que de algún modo las aguas habrían sido algo menos profundas, lo que indujo a Clarke a creer que debieron formar parte de un crannog.
Se cree que los postes de madera recién descubiertos actuaban como “pilotes” sobre los cuales se construía el crannog. En la foto, crannog reconstruido en Loch Tay, Escocia (Wikimedia Commons)
El primer crannog descubierto en el país se encontraba en el lago galés de Llangorse en los Brecon Beacons y se cree que fue construido unos 2.000 años antes que el que se ha descubierto recientemente en Monmouth. Se alzaba en un punto más cercano a la orilla y estaba conectado a ella por medio de una pasarela de madera. Se pueden observar crannogs reconstruidos en el Scottish Crannog Centre de Loch Tay, en Pertshire.
Los crannogs habrían sido capaces de dar acomodo a unas veinte personas, que dormirían en círculo junto a las paredes, algunas de ellas en literas de madera. El espacio interior también habría contado con una zona para animales y un fuego en el centro que proporcionaría calor, luz y un medio de cocinar los alimentos. El suelo estaría probablemente cubierto de helechos.
El crannog de Monmouth estaría probablemente habitado por una familia pudiente que cultivaría los campos cercanos y recolectaría frutos, nueces, coles silvestres y hierbas medicinales de los bosques de los alrededores. Probablemente también cazarían jabalíes y otros animales. Al ser atacados, se retirarían al crannog, que haría las veces de fuerte. Se han hallado más de 600 estructuras de este tipo en Escocia.
El Sr. Clarke es presidente de la Sociedad Arqueológica de Monmouth y también autor del libro The Lost Lake – Evidence of Prehistoric Boat-Building (“El Lago Perdido – Pruebas de la Construcción de Barcos en la Prehistoria”)
Imagen de portada: impresión de un artista acerca del crannog de Monmouth, obra de Peter Bere
Autor: Robin Whitlock
Traducción: Rafa García
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.