La figura de una antigua Amazona ha sido descubierta sobre una pequeña urna de hace 2.500 años, conservada en un museo Americano.
La figura está pintada sobre un pyxis blanco, una caja cilíndrica en la que a menudo, en el mundo clásico, se solían guardar artículos de joyería, cosméticos u otros pequeños bienes personales.
Representa a una guerrera femenina, una 'Amazona', montada a caballo, armada con un 'lazo' y batallando contra un soldado griego enemigo, que trata de evitar su lazo esquivándolo por detrás con su escudo. El griego también sostiene una lanza mientras que la amazona, además, empuña un hacha de batalla.
El lazo está pintado en púrpura, igual que el calzado de la mujer. Uno de sus extremos está atado a la cintura de la guerrera, sosteniéndolo ella cerca del nudo: la técnica correcta cuando se usa un lazo para atrapar algo que está justo delante.
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Amazonas tras una cacería (Wikimedia Commons)
"Esta es la única imagen artística antigua conocida de una amazona utilizando el lazo en una batalla" declaró la investigadora y especialista Adrienne Mayor a Discovery News. La Señora Mayor trabaja en los departamentos de Estudios Clásicos e Historia de la Ciencia de la Universidad de Stanford. "Las imágenes de la caja sugieren que las mujeres disfrutaban con estas escenas de Amazonas superando a guerreros griegos, hombres” añadió Mayor.
"Hay mucho que explorar en el sentido de cómo esta escena puede estar relacionada con las artes de la seducción y, de manera más amplia, con las actitudes masculinas y femeninas con respecto al otro sexo de la antigua Atenas" explicó a Discovery News David Saunders, conservador asociado del Departamento de Antigüedades del Museo J. Paul Getty." Una urna como ésta probablemente se habría usado como contenedor para algún tipo del adorno como podría ser maquillaje, perfume o, quizá, joyería. Tal vez pudiéramos pensar que su propietaria se preparaba como hacían las amazonas para las batallas."
El pyxis se conserva en el pequeño museo de la Universidad de Mississippi y el objeto fue noticia cuando la Señora Mayor lo incluyó como parte de su investigación en su libro del año 2014: “The Amazons: Lives and Legends of Warrior Women across the Ancient World.” (“Amazonas: Vidas y Leyendas de las Mujeres Guerreras en el Mundo Antiguo”).
La imagen fue creada en Atenas entre los años 480 y 450 a. C. Ofrece una actitud rebelde y revolucionaria de las mujeres si la comparamos con el rol asignado, tradicionalmente, a la mujer en la Grecia Clásica. Asimismo es indicadora de que el pintor estaba familiarizado con los antiguos Escitas y con sus mujeres guerreras, que montaban a caballo y empleaban el lazo.
La mención más antigua de las amazonas la encontramos en “La Ilíada” de Homero en la que el héroe Diomedes aprende de ellas gracias a un capitán licio llamado Glauco. Con posterioridad, otros autores también se interesaron en ellas. Así, por ejemplo, Virgilio las menciona en “La Eneida”, escribiendo:
"Las Amazonas se contaban allí por miles con sus escudos de media luna y su reina Pentesilea en medio de su ejército, inflamado en llamas por su pasión por la guerra. Allí, mostrando su pecho desnudo adornado con una cinta de oro, estaba la doncella guerrera, osando enfrentarse a los hombres en la batalla. "
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Antiguos historiadores griegos y romanos mencionan que los arqueros escitas a caballo también utilizaban lazos. Herodoto cuenta que 8.000 de ellos se unieron al ejército persa del Rey Darío en el año 480 a. C. Él solía llamarles ‘Androktones’ cuyo significado es "asesinos de hombres", aunque en lengua escita les llamaban Oiorpata. La ferocidad de las amazonas en la batalla dio lugar a muchos mitos, como la extendida creencia de que se cortaban un pecho para manejar mejor sus arcos. Algunas historias narran que tomaban a hombres como esclavos y los usaban para procrear. Cualquier varón que naciera era muerto al instante. La mayor parte de estas historias han sido refutadas por parte de los expertos.
Algunas fuentes antiguas describen cómo los escitas describían círculos en torno a sus enemigos a lomos de sus caballos, empleando luego los lazos, para atraparlos. El geógrafo romano Pomponio Mela, por ejemplo, los describe como expertos en esta técnica.
Herodoto relata en sus 'Historias' que las amazonas y los escitas se casaban entre ellos y que, en la sociedad que crearon, ambos sexos fueron considerados como iguales, aún en la batalla. También explicaba que esta unión entre escitas y amazonas dio lugar a los Sármatas que lucharon junto a los escitas contra Darío el Grande en el siglo V a. C. Los escitas emigraron a lo que hoy es el sur de Rusia en los siglos VIII y VII a.C.
La existencia real de las amazonas o de otras culturas matriarcales en el mundo antiguo, ha sido discutida acaloradamente, comenzando la discusión sobre esta cuestión en la era moderna con el profesor de Derecho y humanista suizo Johann Jakob Bachofen, quien afirmó en una tesis que no fueron sólo un mito y que existieron realmente. Mantuvo que en la antigüedad hubo pueblos gobernados por mujeres, antes de dominar, posteriormente, la sociedad patriarcal. Esto a su vez inspiró al compositor alemán, Richard Wagner, a la hora de componer su Die Walküre, conocida a las mil maravillas por su tercera parte, "La Cabalgata de las Valquirias". Que, a su vez, fue la segunda parte de su Der Ring des Nibelungen (El Anillo de los Nibelungos).
Bachofen también influyó en Friedrich Engels y otros teóricos marxistas y feministas que escribieron sobre una época ancestral, prepatriarcal, en la que no existían guerras y donde las comunidades dispersas por todo el mundo conocido adoraban a una antigua "diosa madre".
Las excavaciones arqueológicas euroasiáticas realmente corroboraron esta idea, puesto que casi el 37% de los túmulos funerarios escitas o “kurgán” descubiertos correspondían a 'mujeres guerreras' que lucharon junto a sus hombres.
Fotografía de Portada: La urna de hace 2.500 años con la pintura de una amazona. Imagen cedida por: Museo y Casas Históricas de la Universidad de Mississippi, Colección Memorial David M. Robinson.
Por Robin Whitlock
Traducción: Mariló T. A.
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.