Un equipo internacional de arqueólogos, antropólogos y científicos marinos acaba de publicar un artículo histórico en el Journal of Island and Coastal Archaeology que detalla su investigación sobre los procesos sociales y naturales que dieron forma al desarrollo de la costa maya de la legendaria cultura maya.
El Proyecto Costa Escondida se enfoca exclusivamente en la cultura del pueblo maya que vivió (y hasta cierto punto aún vive) a lo largo de la costa del Mar Caribe en el norte de la Península de Yucatán. Cubre un marco de tiempo que comienza alrededor del año 800 a. C., y se extiende hasta nuestros días.
En su mayor parte, los científicos involucrados en este completo estudio histórico y arqueológico han concentrado su investigación en los sitios adyacentes de las antiguas ciudades portuarias mayas de Vista Alegre y Conil. Los estudios del Proyecto Costa Escondida de la región costera en esta área han combinado métodos arqueológicos tradicionales con nuevas e innovadoras técnicas para aprender sobre el clima y las condiciones ambientales del pasado.
"Elegimos el nombre del proyecto porque la costa está literalmente escondida detrás de los manglares", explicó el antropólogo de la Universidad Estatal de Georgia, Jeffrey Glover, en una entrevista con la revista GSU Research. "Pero al mismo tiempo, y lo que es más importante, esta región se ha ocultado a los académicos; simplemente no se había hecho mucho trabajo allí hasta que llegamos".
Jeffrey Glover habla sobre arqueología con estudiantes locales de Chiquila. (Proyecto Costa Escondida)
Vista Alegre es una pequeña isla ubicada en el lado caribeño de la laguna de Holbox, frente a la costa de la ciudad de Chiquila. Habría sido un puerto concurrido en la antigüedad, según creen los investigadores del Proyecto Costa Escondida, en base a los signos de ocupación que se han encontrado allí. Los científicos descubrieron aproximadamente 40 plataformas de roca que habrían sido los cimientos de edificios de postes y techos de paja. La más grande de estas plataformas tiene más de 40 pies (13 metros) de altura y probablemente haya sido el sitio de un templo.
El yacimiento de Conil es mucho más grande que el de Vista Alegre. Se encuentra justo al otro lado de la laguna de Holbox desde Vista Alegre, en la actual costa de Yucatán. Fue visitado por los conquistadores españoles en el siglo XVI, y en ese momento lo identificaron como un asentamiento con más de 5.000 casas.
Durante su estudio de estos dos sitios, los investigadores han descubierto o identificado decenas de miles de artefactos, ruinas y restos de animales y plantas, que han revelado información valiosa sobre la antigua cultura maya costera. Los científicos del Proyecto también han aprendido mucho sobre cómo el paisaje y la ecología costera cambiaron con el tiempo, mediante la aplicación de técnicas y tecnologías que pueden identificar con precisión las condiciones ambientales en el pasado distante.
Jeffrey Glover y Carrie Tucker analizan fragmentos de cerámica desenterrados en Vista Alegre. (Proyecto Costa Escondida)
Una fascinante línea de investigación ha analizado cómo podrían haber cambiado los niveles del mar en el pasado y cómo esto habría impactado a la antigua sociedad maya. La Dra. Patricia Beddows de la Universidad Northwestern en Illinois revisó las muestras de sedimentos del núcleo para determinar sus valores de isótopos de oxígeno, como una forma de rastrear los cambios en el nivel del mar y también la posible disponibilidad de agua dulce. Se cree que el aumento del nivel del mar en la antigüedad habría inundado los manantiales de agua dulce y, por lo tanto, limitado la disponibilidad de agua potable.
Para confirmar esta teoría, el equipo desplegó un dron equipado con una cámara térmica para volar sobre las zonas costeras y buscar lugares que podrían haber actuado como fuentes de agua dulce en el pasado (el agua subterránea que se filtra desde los manantiales ahora sumergidos sería más fría que la circundante agua de mar). Los datos obtenidos aún deben estudiarse más a fondo, pero no hay duda de que los mayas costeros experimentaron algunos cambios notables en el nivel del mar a lo largo de los siglos.
Esta cabeza de serpiente tallada es lo primero que atrajo al equipo a Vista Alegre. Habría sido uno de un par que comercializa cada lado de las escaleras que conducen a una estructura piramidal principal en el sitio. (Proyecto Costa Escondida)
Otra línea de investigación interesante analizó los restos de vida marina encontrados en muestras de sedimentos de núcleo. Dres. Beverly Goodman-Tchernov y Roy Jaijel, de la Universidad de Haifa en Israel, descubrieron que las muestras de núcleos vinculadas a la antigüedad contenían restos de diminutas criaturas marinas conocidas como foraminíferos que, según su tipo, solo pueden sobrevivir en entornos específicos.
Los tipos de foraminíferos encontrados cerca de Vista Alegre fueron especialmente interesantes, porque esas criaturas no habrían podido sobrevivir en el área si las aguas costeras fueran las mismas que son hoy. Parecería que en lugar de estar escondido en los manglares como lo está ahora, hace 2.500 años Vista Alegre habría estado sin protección y más fácil de detectar para la gente de mar. Habría atraído a comerciantes en sus canoas, quienes podrían ver que era un puerto bullicioso.
Esta hoja de vidrio volcánico de obsidiana encontrada en Vista Alegre ha brindado a los investigadores pistas valiosas sobre las redes comerciales de los mayas costeros. Esta obsidiana se obtuvo originalmente de las tierras altas de Guatemala, mientras que otras procedían de lugares tan lejanos como el centro de México. (Proyecto Costa Escondida)
Si bien los investigadores se han centrado mucho en aprender sobre el antiguo entorno costero, también se han basado en enfoques arqueológicos convencionales para descubrir un impresionante alijo de artefactos mayas. Hasta este momento han desenterrado miles de piezas de cerámica y cientos de piezas de obsidiana, un vidrio volcánico que se utiliza para fabricar herramientas. También encontraron muchas espirales de huso, que se usaron para crear hilo de algodón que podría usarse para hacer ropa o redes de pesca.
Lo que ha sido notable es que esta colección de artefactos es más diversa que lo que se ha descubierto en los sitios arqueológicos del interior. Esto demuestra que los asentamientos de Vista Alegre y Conil eran de hecho centros comerciales, donde era posible obtener una amplia gama de mercancías traídas por mar. Las redes comerciales unidas por viajes en canoa y por tierra habrían ayudado a integrar el Imperio maya de manera más completa, trayendo una diversa gama de artículos a los puertos activos dondequiera que se pudieran encontrar.
Estas redes comerciales parecen haber alcanzado su etapa más extensa y compleja hace unos 1.000 años. En ese momento, Chichén Itzá, una ciudad maya ubicada en la península de Yucatán aproximadamente a 160 kilómetros tierra adentro de Vista Alegra y Conil, emergió como un importante centro religioso, político y económico.
Su ascenso a la prominencia significó que llegaría un mayor volumen de mercancías a Yucatán, impactando localidades tanto del interior como de la costa. "Una fuerte evidencia de este realineamiento proviene de los datos de obsidiana, que revelan mayores conexiones con partes del centro de México, cerca de la actual Ciudad de México", dijo el Dr. Glover.
Los arqueólogos han desenterrado un tesoro de artículos hasta el momento. Pero hay una cosa que han estado buscando que ha resultado difícil de alcanzar. "¡Nos encantaría encontrar una antigua canoa comercial maya intacta!" exclamó el Dr. Dominique Rissolo, un arqueólogo de la Universidad de California-San Diego que ha trabajado de cerca con el Dr. Glover. "Es posible que tal embarcación se conserve bajo el fondo fangoso de las bahías que rodean Vista Alegre. Aprenderíamos mucho sobre estas legendarias embarcaciones".
Además de los artefactos, los investigadores también desenterraron una cantidad impresionante de huesos de animales, quizás más de 20.000 en total. Esto incluía los huesos de criaturas marinas como rayas, tiburones, tortugas y gasterópodos marinos, que presumiblemente se habrían utilizado como fuentes de alimento.
Esta placa de concha grabada representa dos figuras sentadas en el centro y ejemplifica las interacciones interpersonales detrás de las redes de intercambio maya costero de larga distancia. (Proyecto Costa Escondida)
Existe una concepción común de que la antigua sociedad maya desapareció de la noche a la mañana, como resultado de algún tipo de evento o circunstancia catastrófica que obligó a los sobrevivientes a exiliarse. Pero la mejor evidencia ahora sugiere que nunca se experimentó tal catástrofe. Los reinos mayas no colapsaron tanto entre el 800 y el 900 d. C., pero se desmoronaron lentamente, lo que resultó en movimientos de población que no fueron tan repentinos y dramáticos como a menudo se cree.
Los descendientes de los antiguos mayas todavía están vivos hoy, viviendo en Yucatán, Guatemala y Belice. "Creo que es una historia, no de un éxodo repentino o masivo, sino de un cambio en el tiempo", dijo el Dr. Glover. "Para comprender estos cambios, debemos comprender la compleja interacción de los factores ambientales y culturales, que es lo que revela nuestra investigación".
Los científicos de Proyecto Costa Escondida han estado investigando más a fondo cómo los mayas costeros se adaptaron al cambio ambiental. Se cree que lo hicieron de manera cooperativa y con miras a encontrar soluciones colectivas.
"Nuestra investigación nos da una idea de los desafíos compartidos que enfrentaron los pueblos costeros: aumento del nivel del mar, disminución del agua dulce, cambios en los sistemas económicos y políticos, y probablemente se apoyaron unos en otros", explicó Glover. "De alguna manera, creo que podría haber sido más fácil subirse a la canoa y remar por la costa para buscar ayuda que caminar por tierra".
El Proyecto Costa Escondida fue interrumpido por la pandemia mundial, pero ahora está funcionando nuevamente con toda su fuerza. El final de este ambicioso proyecto no está a la vista, ya que los investigadores que están estudiando la antigua sociedad maya costera todavía tienen muchas vías de investigación inexploradas por seguir.
Imagen de Portada: La investigación en el sitio de Vista Alegre ha descubierto evidencia de que alguna vez fue un bullicioso puerto utilizado por los mayas costeros. Fuente: lunamarina/ Adobe Stock
Autor Nathan Falde