Un equipo de arqueólogos ha comenzado a reconstruir las evidencias que finalmente podrían revelar las identidades de los misteriosos guerreros cuyos restos se encuentran dispersos por un campo de batalla de 3.300 años de antigüedad en Alemania, junto al río Tollense. Hasta ahora, científicos e historiadores no tenían ninguna pista sobre quién luchó por uno y otro bando en esta antigua batalla, que terminó en una absoluta carnicería.
El río Tollense fue el escenario de una gran batalla que se libró en Alemania hace más de tres milenios. Siendo un descubrimiento relativamente reciente, poco se sabe sobre lo que sucedió realmente allí, aunque la mayoría de los historiadores están de acuerdo en que definitivamente fue una lucha a muerte. Sin embargo, se estima que alrededor del noventa por ciento de los campos de batalla ubicados en la región de Mecklenburg-Pomerania Occidental todavía tienen que ser debidamente excavados por los arqueólogos. Como informa Live Science, fue hace poco más de treinta años cuando se empezaron a descubrir antiguas dagas, cráneos humanos, cuchillos y otras armas en los sedimentos fluviales del río Tollense.
En 1996, un arqueólogo aficionado encontró un solo húmero (hueso del brazo), con una punta de flecha incrustada en él, sobresaliendo en la escarpada ribera del río – la primera pista de que el valle del Tollense llevaba miles de años guardando un violento secreto. Sin embargo, para muchos arqueólogos aún no estaba del todo claro que Tollense fuera un antiguo campo de batalla. Algunos de ellos sugerían que podrían ser los esqueletos de un cementerio inundado, o haberse acumulado en la zona durante siglos. Once años más tarde, sin embargo, un equipo de arqueólogos realizó unas modestas excavaciones de prueba en las que se hallaron más huesos, un cráneo golpeado y una porra de 73 centímetros parecida a un bate de béisbol. Los hallazgos fueron datados por radiocarbono en el 1250 a. C., lo que sugiere que procedían de una única batalla de la Edad del Bronce europea.
Punta de flecha de sílex incrustada en la articulación final de un húmero derecho hallado en el campo de batalla del valle del Tollense, Edad del Bronce. Fotografía: S. Suhr, LAKD M-V, Landesarchäologie
ScienceMag informa de que después de una serie de excavaciones realizada entre los años 2009 y 2015, los arqueólogos descubrieron un asombroso número de huesos: los restos de al menos cinco caballos y más de 140 hombres. Lo que es aún más interesante es que los expertos parecen estar seguros de que los huesos de cientos de soldados más probablemente sigan sin ser excavados, y miles de personas más podrían haber luchado también en la batalla sobreviviendo a ella. También es probable que el bando ganador retirase a sus muertos.
Thomas Terberger, uno de los arqueólogos alemanes que iniciaron las excavaciones en el valle del Tollense, parece estar seguro de que él y su equipo están examinando un verdadero campo de batalla y no sólo una pelea entre vecinos: “Estamos muy seguros de que los restos humanos yacen más o menos en la posición donde murieron,” señalaba Terberger, de la Oficina del Estado de la Baja Sajonia para el Patrimonio Cultural, en declaraciones recogidas por Live Science.
Terberger agregaba que lo que se ha encontrado hasta ahora podría ser sólo una pequeña fracción de la masacre, ya que los vencedores en la batalla podrían haber despojado a los cadáveres de todo objeto de valor a su alcance, arrojando luego los cuerpos a aguas poco profundas, lo que los protegió de carnívoros y aves de rapiña. Los huesos carecen de las habituales marcas de roedura y arrastre que suelen dejar los animales carroñeros.
Este cráneo desenterrado en el valle del Tollense muestra una clara evidencia de traumatismo contundente, provocado tal vez por un golpe de porra. Landesamt für Kultur und Denkmalpflege Mecklenburg-Vorpommern/Landesarchäologie/D. Jantzen
Tras realizar Terberger y sus colegas un análisis químico de los esqueletos, llegaron a la conclusión de que la mayoría de los guerreros de Tollense procedían de centenares de kilómetros de distancia. ¿Cómo llegaron a esta conclusión? Los investigadores buscaron elementos como isótopos de estroncio, oxígeno y carbono en veinte dientes de Tollense, mostrando algunos de ellos valores típicos de la llanura del norte de Europa que se extiende desde Holanda hasta Polonia. El resto de dientes procedían de aún más lejos, a pesar de que no se puede asegurar al 100% al no ser tan precisos los análisis de estroncio, tal y como Terberger comentaba para Live Science.
El antiguo ADN podría potencialmente revelar mucho más. Al compararlo con otras muestras de la Edad del Bronce de la misma época obtenidas en toda Europa, podría indicar la patria de los guerreros, además de otros rasgos como su color de ojos y cabellos.
Pero, ¿por qué es la nacionalidad de los guerreros participantes en la batalla tan importante para los arqueólogos? Según Terberger, si los guerreros de la batalla de Tollense tenían de hecho orígenes multiétnicos, automáticamente implicaría que “Eran guerreros que fueron entrenados como guerreros. Eran profesionales, no simplemente aldeanos defendiendo sus granjas en una disputa local,” señalaba el investigador para Live Science.
Además, Tollense parece el primer paso hacia un modo de vida que aún se observa entre nosotros. De la escala y brutalidad de la batalla a la presencia de una clase de guerreros empuñando armas avanzadas, los acontecimientos de aquel día tan lejano en el tiempo van ligados a conflictos más conocidos y recientes. En otras palabras, podría ser la primera evidencia de un momento decisivo en la historia de la organización social y la guerra en el norte de Europa.
Imagen de portada: Los restos de los guerreros se encuentran esparcidos por todo el antiguo campo de batalla de Tollense. Fotografía: Landesamt für Kultur und Denkmalpflege Mecklenburg-Vorpommern/Landesarchäologie/C. Harte-Reiter
Autor: Theodoros Karasavvas
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.