Nuevas investigaciones revelan que algunas de las más antiguas civilizaciones de Oriente Medio y el Creciente Fértil pudieron verse afectadas por cambios bruscos en el clima. Estos descubrimientos demuestran que aunque los factores socioeconómicos han sido considerados tradicionalmente los responsables de dar forma a las antiguas sociedades de esta región, la influencia de posibles cambios climáticos bruscos debe ser también tenida en cuenta.
Un equipo internacional de científicos encabezado por investigadores de la Escuela de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Miami (UM) descubrió que durante la primera mitad del último período interglacial conocido como Holoceno, que empezó hace unos 12.000 años y continua a día de hoy, Oriente Medio experimentó con toda probabilidad condiciones climáticas más húmedas comparativamente que las que se han dado en los últimos 6.000 años, que han propiciado un entorno más seco y polvoriento.
Reconstrucción artística de la ciudad Sumeria de Ur (Kings Academy)
“Se han descubierto con anterioridad pruebas de unas condiciones climáticas más húmedas a principios del Holoceno en la región del Mediterráneo Oriental, lagos del Norte y Este de África y en yacimientos de cuevas del sudeste asiático, siendo atribuidas hasta ahora a una radiación solar más intensa durante este período,” declaró Ali Pourmand, profesor asistente de Geociencias Marinas de la Escuela Rosenstiel, perteneciente a la Universidad de Miami, supervisor del proyecto. “Nuestro estudio, sin embargo es el primero sobre esta materia realizado desde el propio Oriente Medio y es único tanto por sus conclusiones como por su planteamiento multidisciplinar.”
El Creciente Fértil, una región de Asia occidental que se extiende desde Irán y la Península Arábiga hasta el Mediterráneo Oriental y norte de Egipto, es una de las regiones climatológicamente más dinámicas del mundo y está ampliamente considerada como cuna de las primeras civilizaciones humanas.
“La naturaleza de alta resolución de este registro nos ha ofrecido la rara oportunidad de examinar la influencia de los cambios climáticos bruscos en las primeras sociedades humanas. Observamos que las transiciones de diversas civilizaciones importantes de esta región, corroboradas por los registros históricos y arqueológicos disponibles, coinciden con episodios de polvo atmosférico a gran altitud; se atribuyen estos flujos de polvo a mayor altitud a unas condiciones meteorológicas más secas existentes en toda la región a lo largo de los últimos 5.000 años,” explicó Arash Sharifi, candidato a Doctorado del departamento de Geociencias Marinas y autor principal del estudio.
Colocación de la muestra en el analizador de materiales multisensor (multi sensor core logger-MSCL)del laboratorio de paleo-oceanografía de la Escuela Rosenstiel, a fin de obtener imágenes de alta resolución y medir las propiedades físicas de la muestra, como densidad y susceptibilidad magnética (Diana Udel, Departamento de Comunicaciones de la Escuela Rosenstiel de la Universidad de Miami)
Los investigadores estudiaron las variaciones en el clima y los cambios en las condiciones paleoambientales acaecidos en los últimos 13.000 años basándose en los datos de alta resolución (correspondientes a intervalos que van desde décadas o incluso más cortos hasta siglos) obtenidos de una muestra de turba procedente del Lago Neor, al noroeste de Irán. Se consideran cambios bruscos en el clima los que tienen lugar en intervalos de una década o más cortos.
Imagen de portada: Illustración de Mesopotamia. (Jeff Brown Graphics)
Fuente: Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Miami. “Abrupt climate change may have rocked the cradle of civilization: Effects of climate on human societies." ScienceDaily. ScienceDaily, 23 July 2015.
Traducción: Rafa García
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.