Un equipo de arqueólogos rusos e italianos afirma haber realizado en Sudán uno de los más importantes descubrimientos relacionados con la historia de Nubia. Según el Servicio de Antigüedades de Sudán, la inscripción jeroglífica hallada en Abu Erteila podría ser el más importante descubrimiento de la última década relacionado con el antiguo reino de Kush.
AGI informa de que las excavaciones llevadas a cabo entre noviembre y diciembre del 2015 por el equipo internacional ruso-italiano en Abu Erteila han estado dirigidas por Eugenio Fantusati de la Universidad de Roma “La Sapienza”, su adjunto Marco Baldi y Eleonora Kormysheva, directora del Centro Golenishev de Egiptología de la Universidad Estatal Rusa para las Humanidades e investigadora principal del Instituto de Estudios Orientales de la Academia Rusa de Ciencias.
Excavaciones llevadas a cabo en el año 2015 en el yacimiento arqueológico de Abu Erteila, Sudán. (CEEMO)
Unos 200 kilómetros (124,3 millas) al norte de Jartum se descubrieron los hallazgos más impresionantes, entre ellos un altar ritual de basalto, inscripciones jeroglíficas y una barca sagrada. Este descubrimiento, fruto de ocho fases de excavaciones, arroja nueva luz sobre la antigua civilización nubia, que existió entre el siglo I a. C. y el I d. C. Se cree que el templo en el que se realizaron estos hallazgos fue muy probablemente destruido por el fuego. Las ruinas se están datando actualmente mediante carbono-14 para confirmar con certeza la fecha exacta en que ocurrió el desastre.
El profesor Fantusati ha declarado a AGI: “Aún estamos estudiando el texto de las inscripciones jeroglíficas que están en egipcio, aunque ya hemos conseguido identificar los cartuchos con los nombres de la pareja real a la que se refieren. Son el rey Natakamani y la reina Amanitore, que ocuparon el trono durante la Edad de Oro de la civilización Meroítica que se desarrolló en el Nilo. Esta civilización desempeñaba un importante papel en la escena internacional: consideremos el hecho de que tuvo lazos comerciales y diplomáticos con el Imperio Romano, hasta su decadencia provocada por el auge del Reino Etíope de Axum.”
El rey Natakamani y la reina Amanitore honrando al dios Apedemak. (Universidad de Saint Louis)
Según los investigadores, se encontró la base de la barca sagrada en la naos o sala central del edificio. Esta barca albergaba una deidad nubia que se colocaba periódicamente en ella para realizar una procesión ritual. En palabras del profesor Fantusati, este hallazgo es de gran importancia para poder comprender mejor las relaciones entre el mundo meroítico y la cercana civilización egipcia: “Aumenta el prestigio del yacimiento de Abu Erteila, cuyos vestigios oficiales ahora sin duda se cuentan entre los más interesantes hallazgos de la arqueología nubia contemporánea.”
El reino de Kush era un antiguo reino africano que existió entre el 1070 a. C. y el 350 d. C. Fundado tras el colapso de la Edad del Bronce y la desintegración del Imperio Nuevo de Egipto, su capital se encontraba en Napata. Los reyes kushitas reinaron como faraones en Egipto durante el Tercer Período Intermedio, en especial a lo largo de la XXV Dinastía. No obstante, fueron expulsados de Egipto por los Asirios liderados por Asarhaddón. El reino sobrevivió hasta que el Imperio Romano conquistó su territorio. La decadencia de Kush empezó en torno a los siglos I d. C. – II d. C., debilitado por la guerra con la provincia romana de Egipto. Más adelante, el cristianismo empezó a ganar terreno frente a la antigua religión.
El entorno del templo también ha permitido al equipo formarse una imagen más clara de cómo era el edificio e integrar la nueva información con los descubrimientos realizados en excavaciones previas. La primera campaña de la expedición dio inicio en el año 2008 con la colaboración de las autoridades sudanesas. La expedición arqueológica del 2015 fue financiada por la Asociación Internacional de Estudios Mediterráneos y Orientales y el Instituto de Estudios Orientales de la Academia Rusa de Ciencias. Esta expedición también fue reconocida oficialmente por el Ministro de Asuntos Exteriores de Italia.
Dos de los objetos descubiertos recientemente en Abu Erteila: un amuleto con forma de corona y la estatuilla de un león. (Fantusati/Lebedev)
Natakamani reinó en Kush (Nubia, la actual Sudán) entre el 1 a. C. y el 20 d. C. aproximadamente. No fue uno de los monarcas más importantes del período meroítico. Le precedió su madre, la reina Amanishakheto. Su esposa, la reina Amanitore, fue también corregente y probablemente su sucesora. El faraón nubio Natakamani y la reina Amanitore fueron los últimos grandes constructores de Kush. Son conocidos por haber restaurado templos y construido una pirámide en Meroe. Sus edificios se alzaban en Keraba, una región comprendida entre los ríos Nilo y Atbara. Cerca construyeron la ciudad de Naqua, en la que se encuentra el Templo de Apedemak. Este templo es uno de sus monumentos mejor conocidos de la civilización nubia, y aún se conserva en buen estado.
El palacio real del rey Natakamani y la reina Amanitore se encontraba en Gebel (Jebel) Barkal. Fue de hecho uno de los mayores descubrimientos relacionados con estos monarcas. Sometido a excavaciones durante muchos años, aún sigue aportando mucha información novedosa acerca de este período histórico. A fin de llenar las lagunas existentes en nuestros conocimientos sobre esta pareja de la realeza nubia, en el 2001 se iniciaron excavaciones a cargo de la Expedición Arqueológica de la Universidad de Roma “La Sapienza”. En el transcurso de estos trabajos, los arqueólogos descubrieron las estancias palaciegas de la familia real, un almacén lleno de valiosos objetos y muchas otras estructuras.
Fotografía y planta del Edificio B3200 de Gebel Barkal. (Universidad “La Sapienza”)
Se han descubierto varios monumentos en los que Natakamani y Amanitore aparecen juntos, lo que demuestra la fuerte relación que les unía. Diversas esculturas del templo dan fe de que su posición y derechos eran prácticamente equivalentes. Los restos del antiguo reino de Kush son como un rompecabezas, y se espera que a medida que se vayan obteniendo más piezas se puedan comprender mejor la historia de Natakamani, su tiempo y su civilización.
Imagen de portada: Dos ejemplos de jeroglíficos meroíticos (no descubiertos en Abu Erteila): Placa votiva del rey Tanyidamani (Public Domain) y estela meroítica. (British Museum)
Autor: Natalia Klimczak
Traducción: Rafa García
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.