Arqueólogos griegos han descubierto un palacio griego de la época pre-clásica en la colina de Aghios Vassilios, cerca de la población griega de Xirokambi. La construcción ha sido datada en la época Micénica, y algunos investigadores creen que podría tratarse del antiguo palacio de Esparta, perdido durante largo tiempo. Importantes inscripciones arcaicas halladas en el yacimiento podrían también arrojar luz sobre la organización política, administrativa, económica y social de la sociedad Micénica en la región cercana a la antigua Esparta, lugar en el que se realizó el descubrimiento.
El Ministro de Cultura griego comentó que el palacio, que cuenta con unas 10 estancias, fue construido probablemente en torno a los siglos XVII al XVI a. C., en declaraciones recogidas por la web Phys.org. Los arqueólogos también realizaron numerosos hallazgos en el lugar, descubriendo objetos empleados en ceremonias religiosas, figuritas de arcilla, una copa adornada con una cabeza de toro, espadas y fragmentos de pinturas murales.
En recientes excavaciones realizadas en un yacimiento cercano a la antigua Esparta se han descubierto las ruinas de un antiguo palacio Micénico. Entre los valiosos objetos hallados en el lugar se encontraba esta cabeza de toro. Foto: Ministerio Griego de Cultura
Las excavaciones que se están llevando a cabo en esta zona desde el año 2009, han revelado inscripciones en tablillas escritas en Lineal B, relacionadas con prácticas religiosas y también nombres de personas y lugares. El Lineal B es el sistema de escritura más antiguo descubierto en Europa, y el primero que aparece por primera vez en la cronología histórica en Creta, en torno al 1375 a. C. Hasta mediados del siglo XX los expertos no consiguieron descifrarlo debidamente.
El palacio probablemente fuera destruido por el fuego en algún momento entre finales del XIV a. C. y principios del XIII a. C., según las pruebas de las que disponemos.
Foto realizada el 25 de agosto y hecha pública por el Ministerio de Cultura griego. Muestra las ruinas del palacio Micénico halladas en las excavaciones que se están llevando a cabo cerca de la antigua Esparta, en la región del Peloponeso.
La época Micénica fue la última etapa de la Edad del Bronce en la antigua Grecia, y se caracterizaba por sus ciudades-estado con palacios, y sus obras de arte y textos escritos. Fue entonces cuando empezaron a fundarse las ciudades-estado griegas, entre ellas Pilos, Tirinto y Midea en el Peloponeso, y Orcómeno, Tebas, Atenas y Iolco en Tesalia. De entre todas ellas sobresalía Micenas, en la Argólida, que ejerció una poderosa influencia para la creación de nuevos asentamientos en el Épiro, Macedonia y las islas del Egeo, así como en las costas occidentales de Asia Menor, Próximo Oriente, Chipre e Italia. La Grecia Micénica se derrumbó al final de la edad del Bronce y la teoría más popular para explicar este hundimiento hace responsables de ello a los misteriosos “Pueblos del Mar”. Otras teorías lo achacan a la invasión Doria o a desastres naturales y cambios en el clima. Gran parte de la antigua literatura griega está basada en héroes y divinidades de la era Micénica, la más notable de los cuales es el relato de la Guerra de Troya.
Homero escribe en la Ilíada sobre la época Micénica , y en su obra destaca el personaje de Agamenón, el rey que comandaba a los griegos en la Guerra de Troya. Los Micénicos eran hábiles comerciantes, y establecieron contacto con otras naciones por toda Europa y el Mediterráneo. También eran excelentes ingenieros y se les conocía además por sus características tumbas tipo ‘colmena’, de forma circular y con un alto techo, que constaban de un único pasillo de piedra que conducía a una cámara en la que las posesiones del ocupante de la tumba se depositaban junto a él para su eterno descanso.
Tumba circular y entrada principal de la ciudadela de Micenas, uno de los mayores centros urbanos de la civilización Micénica. (Wikipedia)
Los artesanos micénicos fabricaban las piezas de cerámica y bronce características de su cultura, así como gemas talladas, joyería, vasos de metales preciosos y ornamentos de vidrio. Entre las mercancías principales con las que comerciaban estaban el aceite y el vino.
No se conoce mucho sobre las prácticas religiosas de la época, pero es probable que los Micénicos practicaran sacrificios rituales de animales y celebraran banquetes comunales. Las imágenes de hachas de doble filo en su arte sugieren vínculos con la cultura Minoica cretense. Robert Graves también extrajo mucha de su inspiración para sus libros de los mitos griegos, y más tarde, en La Diosa Blanca, de la propia cultura Micénica, aunque proyectando sobre su tiempo un matiz algo más romántico. Fue en esta época cuando los relatos de deidades como Dioniso, Hefestos, Poseidón, Artemisa, Hera y Potnia empezaron a surgir. Los griegos de épocas posteriores consideraron a muchas de las deidades del panteón Micénico más como héroes o semidioses que como poderosos dioses y diosas en sí mismos, e indudablemente por esta razón muchos interesantes relatos se perdieron en la historia como resultado.
“Cuenta la tradición que Esparta fue un lugar importante en la época Micénica,” declaró a Live Science Hal Haskell, arqueólogo que estudia la antigua cultura Micénica en la Universidad del Sudoeste de la ciudad de Georgetown, en Texas. Por ahora no se ha encontrado palacio alguno en la llanura de Esparta. Haskell cree que las ruinas recién descubiertas podrían ser las del célebre palacio espartano, perdido hace largo tiempo.
Imagen de portada: Fotografía hecha pública por el Ministerio de Cultura griego en la que se pueden observar el yacimiento y las ruinas de un palacio de la época Micénica descubierto cerca de Esparta, en la región del Peloponeso, y que contiene importantes inscripciones en griego arcaico. Imagen cedida por el Ministerio griego de Cultura.
Autor: Robin Whitlock
Traducción: Rafa García
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.