Arqueólogos y estudiantes de la Universidad de Bournemouth en Inglaterra encontraron una antigua aldea celta en Duropolis, llamada así por la tribu Durotriges de la Edad de Hierro Celta, la cual vivió en el asentamiento durante el siglo I a.C. Los restos de 16 casas de planta circular fueron desenterrados y otros 150 fueron identificados por medio de estudios geofísicos. Este es uno de los asentamientos abiertos más grandes y primitivos jamás descubiertos en Gran Bretaña.
Los estudiantes desenterraron la aldea antes desconocida en East Dorset, al sur de Inglaterra, como parte de sus estudios este año. Es común que estudiantes universitarios de muchas instituciones de todo el mundo participen en excavaciones como parte del currículo de arqueología.
"La Gran Excavación de Durotriges, organizada cada año por la Universidad de Bournemouth, le permite a los estudiantes tener una experiencia de trabajo de campo en un sitio arqueológico. En años anteriores, estudiantes descubrieron villas romanas y restos óseos, como también gran cantidad de objetos arqueológicos," dice un comunicado de prensa de la universidad.
Los investigadores esperan que la excavación revele cuál fue el destino de los habitantes del Castillo Maiden cuando se mudaron de ese castro hace unos 2100 años.
Este asentamiento está entre los más grandes hallados en Gran Bretaña desde antes de la invasión romana del siglo I d.C. La aldea parece ser diferente de otros asentamientos de la época porque no se encuentra en la cumbre de una fortaleza y ni siquiera contaba con empalizadas defensivas. Los arqueólogos que lideran la excavación esperan tener una mejor comprensión acerca de la vida en esa parte de Gran Bretaña antes de la invasión.
Las fronteras entre Inglaterra y Gales, el territorio de la tribu Durotriges está resaltado en rojo. (Mapa por Jbp1201/Wikimedia Commons)
"Hemos expuesto los restos de 16 casas de planta circular en las dos fosas que hemos excavado," dijo el arqueólogo Miles Russell de la Universidad de Bournemouth, codirector de la excavación. "Son estructuras de casas pre romanas, sus últimos habitantes las ocuparon antes de la llegada de los romanos. Sabemos que hay cerca de 200 de estas por toda la zona, así que aquí tenemos un pueblo prehistórico o un asentamiento protourbano. Lo que hemos descubierto es extremadamente significativo para toda la Gran Bretaña del sur, ya que en el pasado los arqueólogos se habían inclinado a ver hacia sitios muy obvios, como el gran castro del Castillo Maiden cerca de Dorchester. Lo que tenemos aquí es un amplio asentamiento abierto, no un castro, por eso no se veía como un asentamiento desde las excavaciones. Lo que hemos descubierto es uno de los asentamientos abiertos más grandes y primitivos de Gran Bretaña."
Paul Cheetham, el otro codirector y también arqueólogo de la universidad dijo: "Lo que esto sugiere es que hay otros grandes centros de ocupación de antes de la llegada de los romanos, este es un asentamiento abierto grande, probablemente uno de los primeros que los romanos encontraron al llegar. Esto saca a la luz el mito de que todos vivían en castros protegidos. Estos habitantes vivieron en sus granjas fértiles, lejos de los castros tradicionales de los que todos estamos acostumbrados a oír."
Además de las casas de planta circular, los estudiantes han excavado huesos animales que fueron enterrados con configuraciones combinadas de manera extraña, entre las que hay una mujer que aparentemente fue sacrificada, lo cual fue noticia a principios de este mes. Ellos hallaron piedras de molinos utilizadas para triturar, espirales del huso para tejer y hay evidencia de que trabajaban con hierro, cobre y plomo.
Los habitantes celtas del asentamiento pequeño e industrial de la Edad de Hierro aparentemente sacrificaron a la joven mujer cortándole la garganta y luego sepultaron su cuerpo entre huesos animales organizados de manera curiosa. Su cabeza quedó puesta sobre fragmentos del cráneo de algún animal, y sus piernas fueron colocadas sobre huesos de patas de animal.
El equipo también está excavando otras tumbas del lugar donde hay huesos mezclados de animales que evocan mitos del Mediterraneo y del Cercano Oriente acerca de arpías mujer-pájaro, quimeras león-cabra, grifos león-águila, sátiros hombre-cabra, minotauros hombre-toro y centauros hombre-caballo. Las personas antiguas imaginaban la combinación de varias partes animales y/o humanas que daban lugar a seres fantásticos y a veces hasta grotescos. Algunos eran vistos como monstruos, otros como consejeros sabios o guardianes de los pastores del campo.
Excavación de una oveja con su propia cabeza fragmentada más la cabeza de un toro en la parte de atrás, junto con otras combinaciones de animales en una granja en Dorset, Inglaterra.
"Los descubrimientos están ayudando a transformar nuestra comprensión sobre aspectos claves de la Edad de Hierro tardía en Gran Bretaña, el tipo de sociedad que existió un par de generaciones antes de la conquista romana", dijo Russell.
"Nuestras investigaciones en el lugar sugieren que la vida allí era pacífica y próspera. Aunque el asentamiento era relativamente grande, parece que no había murallas defensivas ni empalizadas. El sacrificio de muchos animales y el tratamiento inusual que le daban a los huesos probablemente arroja nueva luz acerca de los sistemas de creencias en la Edad de Hierro, y puede sugerir que los británicos antiguos creían en mitologías que involucraban animales híbridos, como sucedía con los griegos antiguos."
Imagen: Sitio arqueológico de la excavación cerca de Winterborne Kingston en Dorset. Crédito: Universidad de Bournemouth.
Por Mark Miller