Un arqueólogo griego dice haber descubierto un bloque de piedra del trono de los terribles reyes de la antigua Micenas, uno de los cuales se cuenta que se encontraba entre los dioses y héroes griegos que atacaron Troya, siendo más tarde asesinado por su esposa y el amante de ésta a su regreso.
Christofilis Maggidis afirma que su equipo descubrió en el año 2014 este bloque de piedra caliza en un arroyo que corre al pie de las ruinas de la ciudadela de Micenas, en el sur de Grecia. El Dr. Maggidis lleva dirigiendo las excavaciones del yacimiento arqueológico de Micenas desde el año 2007. Es profesor asociado de arqueología del Dickinson College de Pensilvania, Estados Unidos. Maggidis espera obtener en breve permiso de las autoridades para iniciar nuevas excavaciones en el cauce del arroyo.
El Dr. Maggidis explica que se trata del único trono descubierto en la antigua Micenas, aunque se encontró uno de menor tamaño en Knossos, antigua sede de la casa real minoica, que dominaba la isla de Creta. El trono minoico es anterior a la civilización micénica.
Antiguo salón del trono del palacio de Knossos, en la isla de Creta. (Wikimedia photo/Chris 73)
Algunos arqueólogos han expresado sus dudas acerca del descubrimiento del Dr. Maggidis, afirmando que el bloque de piedra era en realidad una cubeta para contener líquidos, pero según Maggidis la piedra es porosa, y por lo tanto no resulta adecuada para desempeñar una función de este tipo. Según podemos leer en Fox News, Maggidis sostiene que la única función posible para este bloque de piedra de gran tamaño es la de servir de asiento o trono.
El tipo de piedra caliza del que se labró el bloque no se observa en ningún otro lugar del palacio, aunque sí se ha hallado un material similar en las murallas defensivas de la ciudad y en las tumbas en las que fueron enterrados los reyes micénicos.
Las ruinas de la ciudadela de Micenas llevan muchos años siendo excavadas. (Fotografía cortesía de Christofilis Maggidis)
Las dinastías micénicas, que dominaron la región desde mediados del siglo XIV a. C. hasta el siglo XII a. C., empezaron su andadura con buen pie, y eran la potencia dominante en la zona a finales de la Edad del Bronce. Pero estas casas reales degeneraron, cayendo en el parricidio, el asesinato, el adulterio, la guerra, la violación, el incesto y la usurpación del poder, hasta que finalmente el fuego acabó consumiendo y arrasando la ciudad.
El rey Agamenón de Micenas comandaba el ejército griego que, según la tradición, sitió Troya y luchó contra sus guerreros durante diez años, desde el 1194 a. C. hasta el 1184 a. C. Los griegos y micénicos finalmente derrotaron a los troyanos gracias a la conocida artimaña del Caballo de Troya, en la que las tropas griegas construyeron un colosal caballo de madera hueco, se introdujeron en él y consiguieron que los troyanos lo arrastraran hasta el interior de la ciudad mediante subterfugios. Al caer la noche, las tropas griegas salieron del caballo y saquearon Troya. El relato de la Guerra de Troya se encuentra en la Ilíada y la Odisea, principalmente en la primera, obras ambas de Homero.
Cuando Agamenón regresó a Micenas al acabar la guerra, su esposa Clitemnestra y el amante de ésta, Egistos, que reinó en ausencia de Agamenón, le asesinaron.
“El hijo de Agamenón, Orestes, decidió vengar la muerte de su padre asesinando a su madre y al amante de ésta, y tras ser perseguido durante largo tiempo por las Furias, finalmente fue absuelto de su crimen,” leemos en un artículo sobre Micenas publicado en www.in2greece.com. “Orestes se casó entonces con la hija de Helena y Menelao, Hermione, y de este modo se unificaron los reinos de Micenas y Esparta. Después de cierto tiempo, llegaron los descendientes de Heracles y derrocaron al rey, cerrándose así el círculo.”
Según la leyenda, otro héroe griego, Perseo, habría sido en el pasado el fundador de Micenas.
Espadas de bronce de la colección del Museo Arqueológico Nacional de Atenas; quién sabe si alguna de ellas fue empuñada por los famosos héroes y dioses de la Ilíada, o hasta qué punto es históricamente verídico el relato de Homero sobre la Guerra de Troya. (Fotografía: Dorieo21/Wikimedia Commons)
El Dr. Maggidis emitió una nota de prensa en diciembre del 2015 en la que afirmaba que la Sociedad Arqueológica de Atenas y el Ministerio de Cultura griego habían menoscabado sus muchos años de trabajo como experto al cuestionar la posibilidad de que el bloque de piedra descubierto por su equipo formara parte realmente de un antiguo trono. Leemos en la nota de prensa:
Resulta sorprendente que el ministerio, aunque oficialmente notificó el descubrimiento a través de mi informe del 27 de julio del 2015, decidiera hacer pública la arbitraria e infundada afirmación de la Sociedad Arqueológica, que rechazó inexplicable y prematuramente la interpretación del hallazgo como parte del trono. Pero lo que resulta aún más sorprendente es el intento de la Sociedad Arqueológica y su secretario general, Sr. B. Petrakos, de menospreciar tan importante descubrimiento al prejuzgar la publicación científica del hallazgo, con un absoluto desprecio por mi ética profesional. En mi ausencia (como investigador y arqueólogo) y sin mi conocimiento, el Sr. Petrakos formó una comisión para “examinar exhaustivamente” (en un plazo de dos horas) el hallazgo que llevábamos estudiando un año entero. La comisión restó crédito a nuestra interpretación sin haber tenido acceso a los datos de nuestro estudio, y determinó de manera improvisada que el hallazgo era simplemente una “cubeta” de piedra. Aprovecho la ocasión para recordar al Sr. Petrakos y a su comisión que no se puede realizar un estudio ‘exhaustivo’ en unas pocas horas y sin dato alguno.
Ésta no es la primera vez que brota la polémica entre el Sr. Petrakos y el Dr. Maggidis. El Sr. Petrakos ya había respondido a la petición del Dr. Maggidis de que se protegiera la ciudadela de Micenas contra posibles saqueos con la recomendación de que pusiera fin a las excavaciones ya que “resulta inútil iniciar nuevas excavaciones,” según podemos leer en este artículo.
En los años que lleva investigando el yacimiento de Micenas, el Dr. Maggidis y sus estudiantes han desenterrado figuritas, hojas de sílex y obsidiana y otras herramientas de piedra, fragmentos de vasos de piedra, pesas de piedra para la ropa y sellos de piedra. También han hallado colgantes y cuentas, trozos de vidrio, anillos, objetos de metal, monedas, clavos de hierro y fragmentos de frescos y revestimientos de las paredes. Han encontrado incluso pigmentos, madera carbonizada, huesos de animales, conchas, tejas y gran cantidad de cerámica.
En un artículo publicado en junio del 2013 por Popular Archaeology (‘Arqueología Popular’), afirma el autor:
Pero el mayor aporte hasta ahora ha sido el de la evidencia que confirma que Micenas, más allá de su imagen popular como residencia palaciega de Agamenón, era un centro urbano complejo y de gran tamaño cuya población se ganaba la vida mediante el comercio, la producción de mercancías, la agricultura y el resto de funciones habituales de una antigua cultura, en un tiempo y un espacio que va más allá de las campañas políticas y militares de un majestuoso y poderoso reino.
Imagen de portada: Este bloque de piedra labrada de 50 kg de peso muy bien podría haber formado parte del trono de la antigua Micenas, en la que reinaban las terribles dinastías inmortalizadas por Homero en sus poemas épicos de la Ilíada y la Odisea. (Fotografía: Christofilis Maggidis)
Autor: Mark Miller
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.