En el estado de Maharashtra (India), existe un enorme e impresionante conjunto de antiguas construcciones arqueológicas conocido como las Cuevas de Ellora. Las Cuevas de Ellora fueron utilizadas en épocas antiguas por diversas corrientes religiosas, y se las considera un símbolo de la tolerancia y la aceptación religiosas.
Según el Times of India, las cuevas se remontan a hace aproximadamente 1.500 años, aunque se han mantenido sorprendentemente bien conservadas a pesar de los insectos, las condiciones ambientales y el proceso de deterioro natural. Gracias a un reciente estudio, los científicos creen haber hallado la razón de que las cuevas se encuentren en tan buen estado de conservación: la marihuana. El estudio lo han llevado a cabo un antiguo superintendente de química arqueológica del departamento científico del Servicio Arqueológico de la India, Rajdeo Singh, y un profesor de botánica de la Universidad Dr. Babasaheb Ambedkar Marathwada, MM Sardesai.
Se desconoce la época exacta en la que fueron construidas las cuevas, variando las diversas estimaciones desde el 200 a. C. hasta el 1000 d. C. Situadas en el estado indio de Maharashtra, estas cuevas incluyen 34 imponentes templos de piedra que se extienden a lo largo de aproximadamente 1,2 millas (1,93 kilómetros). En las Cuevas de Ellora se encuentran representadas las tres grandes religiones de la India. De los 34 templos de piedra 17 son hinduistas, 12 budistas y 5 jainistas.
Cueva número 10, la cueva budista “del Carpintero”. (Y. Shishido/CC BY SA 3.0)
Los templos fueron construidos con una gran sensibilidad artística, y algunos de ellos alcanzan hasta tres niveles de altura. Sus techos y suelos fueron realizados de forma muy cuidadosa para que quedaran lisos y bien nivelados, demostrando de este modo el gran esfuerzo y trabajo invertidos en la construcción de estos templos.
En el interior de cada templo hay bellas pinturas y relieves labrados en la piedra. “Las cuevas son impresionantes muestras de arquitectura labrada en la roca que dan testimonio de la imaginación y la habilidad de sus creadores,” informan Singh y Sardesai en su artículo de la revista Current Science (‘Ciencia actual’).
Panel en el que se observa el relieve de un Shiva danzante, templo de Kailasha, cueva número 16 de Ellora. Gran parte de la pintura que cubría enteramente este templo en el pasado aún es visible en esta fotografía. (QuartierLatin1968/ CC BY SA 3.0)
La conservación de un paraje de tal belleza, significativo tanto desde el punto de vista histórico como desde el religioso, constituye un auténtico regalo para la sociedad actual. Gracias a la observación y al estudio de estas estructuras y relieves podemos aprender más sobre la antiguos habitantes de la India y aquello que consideraban más importante desde un punto de vista religioso.
Relieve de una yakshini labrado en la piedra de una de las cuevas Jain de Ellora. (Y. Shishido/CC BY SA 3.0)
Por ejemplo, una de las cuevas hindúes se cree que fue construida por el rey de la dinastía Rashtrakuta Krishna I, y consagrada al dios hindú Shiva. Una estructura de este tipo por lo general se habría deteriorado con el paso del tiempo. Los elementos naturales como el calor, el frío, las precipitaciones, el viento, la humedad, y los insectos, dañan y tienden a deteriorar cualquier construcción que se encuentre a la intemperie. Sin embargo, los constructores de las Cuevas de Ellora tuvieron que hacer algo para mantener las cuevas a salvo de este posible deterioro. Desconocemos si sus actuaciones tenían realmente la intención de conservar este emplazamiento o si se debieron a otras razones, y quizás no lleguemos a saberlo nunca.
Templo de Kailasha: su construcción se atribuye por lo general al rey Krishna I de la dinastía Rashtrakuta. (Pratheepps/CC BY SA 2.5)
Según Singh, “en Ellora se ha encontrado Cannabis sativa, popularmente conocida como ganja o bhang (marihuana), mezclada con la arcilla y el revestimiento de cal. Este hecho lo han confirmado tecnologías como la exploración mediante microscopio electrónico, la transformada de Fourier, espectrocopia de infrarrojos y estudios estéreo-microscópicos.” Singh y Sardesai han explicado las propiedades conservativas aportadas por la mezcla de marihuana, como informa Discovery News. Las fibras del cánnabis son más durables que otras fibras, y sus propiedades adhesivas habrían posibilitado la formación de un potente aglomerante. La marihuana también permite regular la humedad y repeler a los insectos, además de presentar una alta permeabilidad al vapor y propiedades higroscópicas.
Muestra de argamasa de arcilla en la que se observan fibras de cánnabis. (Fotografía: Singh y Sardesai)
No obstante, el uso de argamasa de marihuana podría haber ido más allá de la simple intención de mejorar la durabilidad de las construcciones: “Al tener la argamasa de marihuana la capacidad de almacenar el calor, es resistente al fuego y absorbe aproximadamente el 90% del ruido aéreo, con lo que se habría creado en las Cuevas de Ellora un pacífico entorno para que habitaran en él los monjes.” explican en su estudio los investigadores.
Dentro de las Cuevas de Ellora. Cueva 16. (Ashwin Nair/ CC BY SA 3.0)
Con anterioridad al reciente estudio de Singh y Sardesai se creía que el Cannabis sativa tenía la capacidad de conservar los edificios y estructuras durante unos 600-800 años. Los hallazgos de Ellora demuestran que el cánnabis, aun en una proporción de solo el 10%, puede conservar una construcción durante 1.500 años o incluso más.
Aunque podría no estar del todo claro por qué los monjes y fieles de las Cuevas de Ellora idearon e hicieron uso de una argamasa de marihuana, sus resultados en relación con la durabilidad han permitido a los científicos modernos estudiar la zona y aprender más de quienes construyeron las cuevas y utilizaron esta argamasa. Este hecho nos ha aportado una gran cantidad de información sobre las antiguas civilizaciones de la India, y también sobre estas bellas y ancestrales estructuras.
Vista de las Cuevas de Ellora (1803), obra de Thomas Daniell. (Public Domain)
Imagen de portada: Ellora, cueva 16, templo de Kailasha. Fotografía: Arlan Zwegers/CC BY 2.0
Autor: MRReese
Traducción: Rafa García
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.