Un estudioso del antiguo Egipto podría haber estado intentando aprender no uno, sino dos idiomas diferentes hace unos 3.400 años. La reciente investigación de una tablilla de piedra caliza encontrada cerca de Luxor sugiere que podría ser el más antiguo ejemplo conocido de una cartilla para aprender lenguas, con el antiguo precursor del alfabeto romano a un lado de la pieza y las primeras letras de otro antiguo alfabeto en el otro.
Thomas Schneider, profesor de Egiptología y Estudios del Próximo Oriente de la Universidad de la Columbia Británica, comentaba para Live Science que, de estar en lo cierto, su hallazgo “supondría la primera confirmación histórica de una secuencia de ‘nuestro’ alfabeto.”
Schneider descifró el texto de uno de los lados de la tablilla y publicó los resultados en el Boletín de las Escuelas Estadounidenses de Investigaciones Orientales. El experto descubrió que la escritura hierática de la pieza incluía los símbolos de las palabras “bibiya-ta” (que podría significar “caracol de tierra”), “garu” (posiblemente “paloma”) y “da'at” (una palabra que podría significar “azor”).
Ejemplo de tablilla de ejercicio de un escriba con texto hierático. Madera. Dinastía XVIII, reinado de Amenhotep I, 1514 a. C. – 1493 a. C. El texto es un fragmento de ‘Las instrucciones de Amenemhat’ (Dinastía XII), y en él se puede leer: “Mantente en guardia contra todos tus subordinados. No confíes en hermano ni en amigo, ni hagas amistades.” (David Liam Moran/CC BY SA 3.0)
Si unimos la primera letra de cada una de esas tres palabras obtenemos BGD: las letras segunda, tercera y cuarta del antiguo precursor del alfabeto latino (romano). No existe ninguna explicación en cuanto a lo que pudo suceder con la letra ‘A’, pero la tablilla de piedra caliza es evidentemente un fragmento, de modo que es posible que la ‘A’ se perdiera.
El fragmento de piedra caliza inscrito fue descubierto en el año 1995 por un equipo de arqueólogos del Cambridge Theban Tombs Project (“Proyecto Tumbas Tebanas de Cambridge”). Fue hallado en una tumba construida para un funcionario egipcio llamado Sennefer que vivió durante la época del faraón Tutmosis III.
La tablilla podría aportar el ejemplo más antiguo conocido de la secuencia del alfabeto romano, pero eso no significa que el texto debiera estar escrito como ‘ABCD...’. De hecho, en un principio el alfabeto empezaba como ABGD, allá por la época en la que los fenicios crearon la primera secuencia del alfabeto en el que se inspiró el nuestro.
El alfabeto fenicio. (Dominio público)
La secuencia fenicia ‘a-b-g’ fue adoptada por los griegos en su propio alfabeto, y fue sólo con el paso del tiempo cuando surgió la alternativa ‘a-b-c’. La Dra. Philippa Steele, de la Facultad de Clásicas de la Universidad de Cambridge, describe esta evolución:
“Los vínculos de nuestro alfabeto actual con el pasado remoto no son ninguna coincidencia. Los griegos adoptaron el sistema de escritura fenicio, y aún conservan el mismo orden de signos: Alfa, Beta, Gamma, Delta. Transportaron el alfabeto a Italia, donde fue transmitido a los etruscos y también a los romanos, quienes lo conservaron en el orden: A, B, C, D. Esta es la razón por la que nuestro alfabeto actual es como es hoy en día.”
Cipo de Perugia. El ejemplo más antiguo conocido de un texto etrusco, escrito en una forma primitiva de alfabeto latino. (Louis-garden/ CC BY SA 3.0 )
Schneider cree haber hallado el ejemplo más antiguo de la secuencia inicial del alfabeto fenicio en un lado de la tablilla de piedra caliza, aunque el otro lado también podría seguir otra antigua secuencia de alfabeto utilizando palabras semíticas: la secuencia “HLHM” propia de los alfabetos del antiguo egipcio, el árabe antiguo y el etíope clásico. La secuencia alfabética HLHM se propuso como hipótesis cuando el egiptólogo holandés Ben Haring informó del hallazgo del ejemplo más antiguo conocido de un abecedario o cartilla alfabética en el año 2015.
Schneider afirmaba que las palabras del lado de la tablilla con la secuencia ‘HLHM’ forman una frase que puede traducirse como “hacer agradable a aquél que dobla el junco, agua [según] el Qab” (unidad de capacidad equivalente a unos 1,2 litros). El investigador cree que es posible que esta frase fuese utilizada antiguamente como método para recordar las primeras letras de aquella secuencia alfabética.
Aunque Haring admite que no estaba seguro de su propio descubrimiento, por no hablar de los hallazgos recientes de Schneider, parece que su hipótesis ha sido aceptada por numerosos expertos. Según Haring, el mayor problema en este estudio radica en la ausencia de textos semíticos de hace 3.400 años, lo que implica que los investigadores no tienen más remedio que comparar con otras escrituras semíticas más recientes –que podrían tener significados diferentes.
En cualquier caso, Schneider ha presentado su investigación defendiendo la idea de que la tablilla de piedra caliza fue empleada como cartilla en el antiguo Egipto, aunque parece que en ella se escribió utilizando dos alfabetos, no solo uno.
Imagen de portada: Uno de los lados de la antigua cartilla alfabética utilizada en el antiguo Egipto. Fuente: Nigel Strudwick/Cambridge Theban Mission
Autor: Alicia McDermott
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.