Un equipo de arqueólogos se encuentra excavando en la región del Ática (Grecia), un antiguo y extenso cementerio para gente del pueblo llano. En él han descubierto algunos fenómenos sorprendentes que tenían lugar en el mundo de la Grecia Arcaica, como los “presentes de los vivos para los muertos” y un cuerpo cuyas manos habían sido encadenadas con grilletes de hierro.
Los investigadores, integrantes de la expedición del Centro Cultural de la Fundación Stavros Niarchos, están analizando y excavando cuidadosamente los restos hallados en este cementerio, que data de los siglos VIII a. C. al V a. C. y se encuentra en la antigua ciudad de Falerón, situada en el actual distrito ateniense del Delta de Falirón. Hasta ahora han descubierto unos 1.500 esqueletos, entre ellos los de 358 bebés y niños de muy corta edad cuyos restos fueron enterrados en el interior de tinajas.
Tinajas y restos óseos de niños hallados en el antiguo cementerio de Falerón. Fotografía: Centro Cultural Fundación Stavros Niarchos
Falerón se encuentra situado 4 millas (6,5 kilómetros) al sur de la antigua Atenas. En el pasado fue un puerto de la Grecia clásica. Los enterramientos de su cementerio corresponden en su mayor parte a la Época Arcaica de la historia de la antigua Grecia.
Los arqueólogos han explicado que en estas tumbas están enterrados los habitantes de las pequeñas aldeas y asentamientos del Delta de Falirón, albergando quizás también a algún habitante de la propia Atenas. La roca de la Acrópolis ateniense se encuentra a unas 4 millas (6,5 kilómetros) del cementerio.
Justo en mitad del cementerio se han descubierto los restos del hombre encadenado.
“Estoy de pie justo al lado de un esqueleto, un esqueleto humano, que presenta una característica muy interesante,” comenta la arqueóloga Eleni Drakaki en el vídeo de YouTube insertado bajo este párrafo: “Las manos de este esqueleto se encuentran encadenadas con lo que parecen ser grilletes de hierro o quizás algún tipo de cadenas.”
La doctora Drakaki ha explicado también que el equipo de investigadores intentará relacionar este esqueleto con los acontecimientos históricos y sociales de su época, aunque no ha precisado otros detalles acerca de esta cuestión en el vídeo.
Forbes ha publicado un artículo sobre este descubrimiento en el que podemos leer que el individuo encadenado fue enterrado en una de las dos fosas comunes en las que se depositaba a los muertos boca abajo y con las manos encadenadas. La autora de dicho artículo, la arqueóloga Kristina Killgrove, indica que este cementerio es importante a la hora de comprender el auge de las ciudades-estado griegas y la subyugación y la violencia de las que iba acompañado.
Individuo enterrado boca abajo en el antiguo cementerio de Falerón, una posición poco habitual. (The American School of Classical Studies at Athens)
El yacimiento lleva siendo excavado desde hace aproximadamente un siglo, época en la que ya se desenterraron algunos restos óseos de individuos encadenados. Pero no fue hasta el año 2012 cuando los arqueólogos procedieron a estudiar sistemática y científicamente el emplazamiento. Para ello, el centro cultural Niarchos construyó unas avanzadas instalaciones en este yacimiento arqueológico capaces de albergar a 78 investigadores y operarios.
Los arqueólogos han encontrado tres tipos principales de tumbas en este cementerio de 240.000 metros cuadrados: los enterramientos en tinajas, que albergan a niños de muy corta edad, las piras funerarias y las tumbas a cielo abierto. También han hallado algunas cistas construidas con piedras alineadas.
Arriba a la izquierda: fosa excavada en el blando suelo arenoso. Arriba a la derecha: enterramiento en tinaja, con recipientes más pequeños como ofrendas funerarias. Abajo a la izquierda: pira funeraria. Abajo a la derecha: ‘Larnax’ para las tumbas de niños, con vasijas como ofrendas funerarias. (Fotografías: Centro Cultural Fundación Stavros Niarchos)
Los arqueólogos han hallado también un ataúd de madera fabricado vaciando el tronco de un árbol y que se encuentra en un excelente estado, habiéndose conservado bajo capas de arena, agua y arcilla. Tienen previsto llevar a cabo próximamente una investigación exhaustiva de este ataúd y de los restos humanos que contiene.
Además se han encontrado recipientes y vasijas de todo tipo cuya función era servir de acompañamiento a los difuntos en su viaje al más allá, en lo que la arqueóloga Anna Alexandropoulou ha llamado “los presentes de los vivos a los muertos.”
“Algunas de estás ánforas están decoradas con caballos y aves,” explica la Dra. Alexandropoulou en el vídeo: “El caballo es un símbolo de la nobleza de la época. Nos encontramos ahora a finales del siglo VIII a. C.”
Ofrendas funerarias: Arriba, tinajas, jarras y vasijas de los siglos VII a. C. y VI a. C. Abajo: jarrones y vasija corintios. (Centro Cultural Fundación Stavros Niarchos)
El análisis de los huesos de los individuos enterrados en Falerón demuestra que las lesiones eran frecuentes, localizadas especialmente en los miembros superiores y la columna vertebral, como consecuencia del duro trabajo realizado por los estratos sociales más bajos a los que pertenecían los individuos enterrados en este cementerio.
Una prueba más de la humilde condición a la que pertenecían es que muchos de ellos, tanto niños como adultos, también sufrían al parecer malnutrición crónica y presentaban signos de padecer carencias vitamínicas y anemia.
El vídeo y un artículo sobre el proyecto están disponibles en la página web del Centro Cultural de la Fundación Stavros Niarchos. En el artículo podemos leer:
Según esta estimación inicial, la ausencia de una gran estratificación social y la elevada tasa de mortalidad infantil, además de las señales de trastornos patológicos y las pruebas evidentes en el material óseo de un arduo trabajo cotidiano, apuntan a una población que constituía, en su mayor parte, la base de la escala social [las clases más bajas] del Ática en la época Arcaica.
Por otro lado, a la hora de comprender los parámetros culturales relacionados con las exequias, los ajuares funerarios carecen de significado si los desconectamos de los difuntos. Las costumbres de los enterramientos y las ofrendas funerarias reflejan los valores y percepciones de los vivos, y pueden por lo tanto servirnos de guía al realizar un enfoque interpretativo del grupo social que habitaba Falerón.
Restos óseos de un antiguo habitante de Falerón que padecía anemia. (Centro Cultural Fundación Stavros Niarchos)
Los investigadores apenas han excavado una pequeña parte del cementerio hasta el momento, y aún les quedan muchos aspectos por estudiar de este yacimiento, como por ejemplo, por qué se llevaban a cabo algunos enterramientos anómalos (boca abajo), qué nos pueden contar los restos de los bebés acerca de cómo era la vida de un niño en aquella época, y otra información adicional que podría obtenerse de los restos óseos para conocer mejor la dieta de esta antigua población.
Los enterramientos de niños y adultos de las clases más bajas, cuyas vidas han sido a menudo ignoradas en los textos históricos, nos hablan de cómo era aquella sociedad en su conjunto. Los investigadores procederán ahora a limpiar e inventariar los 1.500 esqueletos descubiertos evaluando su edad en el momento de su muerte y las posibles lesiones o enfermedades que pudieran haber sufrido.
Imagen de portada: Vista del cementerio en la que se observan enterramientos en tinajas y una pira funeraria en primer término. (The American School of Classical Studies at Athens). Detalle: fragmento de un plato cerámico con una escena de ‘prothesis’ (altar), en la que se distinguen la cabeza del difunto en el lecho funerario y las figuras de dos mujeres llorándole. (Centro Cultural Fundación Stavros Niarchos)
Autor: Mark Miller
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.