Un equipo de arqueólogos ha realizado en Inglaterra el raro descubrimiento de dos ataúdes de plomo de la época romana pero con una clara influencia céltica. Uno de los ataúdes alberga los restos de un adulto y un niño de corta edad, probablemente una madre y su bebé. El hallazgo ofrece una visión única de la sociedad y la cultura Romano-británicas.
El descubrimiento ha sido realizado en una cantera por arqueólogos de la empresa Wessex Archaeology que trabajaban por encargo de Sibelco, una empresa de materias primas de Surrey, condado del sur de Inglaterra. Los operarios estaban extrayendo piedra y creyeron haber encontrado algo. La compañía contactó a algunos arqueólogos para investigar el asunto más a fondo, como exige la ley británica.
Después de la investigación, los expertos anunciaron que se había hecho un importante descubrimiento. Según informaba la web Archaeology.uk “el equipo de arqueólogos ha descubierto dos ataúdes de plomo romanos decorados”. Fueron hallados junto con otros enterramientos en un pequeño espacio funerario en forma de L. En total había siete enterramientos en el yacimiento, pero sólo los que albergaban ataúdes de plomo han sobrevivido intactos. El hallazgo es uno de los relativamente pocos ataúdes de plomo que datan de la época en la que la moderna Inglaterra formaba parte del Imperio romano. Según la BBC, solo se han encontrado “200 ataúdes de plomo similares en el país.” Estos ataúdes muestran grandes variaciones en sus diseños y ornamentación.
El Imperio romano se extendía desde la muralla de Adriano, en el húmedo norte de Inglaterra empapado por la llovizna, a las cálidas orillas del Éufrates quemadas por el sol. En la fotografía, un segmento de las ruinas de la muralla de Adriano en el norte de Inglaterra. (G Laird/CC BY-SA 2.0)
Los ataúdes de plomo tienen casi 6 pies (1,9 metros) de largo y 2,5 pies (0,5 metros) de ancho, con 1 pie de alto (0,35 metros). El examen de las dos tumbas ha revelado la presencia de restos de madera, de lo que se deduce que los ataúdes de plomo estuvieron en el pasado “encerrados en ataúdes más grandes de madera”, según informa Archaeology.uk. Los dos ataúdes están hechos de numerosas láminas de plomo que fueron dobladas juntas y luego soldadas. El hecho de que los ataúdes fuesen de plomo, un material que sería costoso en aquella época, indica que los individuos enterrados en su interior eran miembros de las clases más altas. Ser enterrado en un ataúd de plomo habría sido un signo de alto estatus en la Gran Bretaña romana. Los pobres eran generalmente enterrados en ataúdes de madera o simplemente depositados en la tierra.
Grados relativos de romanización en Gran Bretaña basados en la arqueología. (Notuncurious/CC BY-SA 3.0)
El plomo de los ataúdes se combó y deformó con el paso del tiempo, lo que provocó que sus cubiertas se quebraran bajo la presión del terreno. Esto provocó que durante siglos los ataúdes se llenaron de arena y tierra, lo que hizo muy difícil cualquier tipo de estudio de los restos humanos hallados en el interior de los ataúdes. Los expertos han llevado a cabo estudios exhaustivos de los huesos, pero éstos han revelado muy poco. Sin embargo, lo que sí se ha podido establecer es que uno de los ataúdes de plomo albergaba los restos de un adulto y un niño de corta edad, posiblemente una madre y su hijo, mientras que el otro contenía los huesos de un adulto.
Las tapas de los ataúdes habían sido ricamente decoradas con tiras de abalorios que formaban diseños, principalmente de conchas marinas dispuestas en diferentes figuras, como triángulos y círculos. Los motivos de conchas marinas son muy populares en las tumbas romano-británicas, especialmente en los alrededores de Londres. Aunque las conchas eran importantes símbolos romanos, parece que las figuras halladas en los ataúdes de plomo están basadas en motivos e iconografía celta. Las conchas parecen estar vinculadas a creencias sobre el más allá y el tránsito al reino de los muertos.
Las decoraciones de los dos ataúdes de plomo son muy importantes, ya que aportan importantes pistas sobre las creencias y costumbres romano-británicas. Después de la conquista romana de Gran Bretaña, durante el reinado del emperador Claudio, hubo importantes cambios culturales. Muchas tribus celtas fueron romanizadas al menos en parte, en especial los miembros de la élite.
Los sarcófagos para la élite de la antigua Roma estaban bellamente decorados – éste muestra una escena de batalla entre soldados romanos y germanos. (Jastrow /Dominio público)
Este descubrimiento demuestra que, durante la época romana, muchos pueblos de la zona adoptaron costumbres romanas, como el ataúd de plomo. Sin embargo, los singulares adornos con motivos de conchas marinas demuestran la persistencia de creencias célticas, especialmente sobre la religión y la vida de ultratumba. El hallazgo ofrece nuevas evidencias de que la cultura romano-británica fue una síntesis de las civilizaciones céltica y clásica.
Imagen de portada: Dos antiguos ataúdes de plomo romanos han sido descubiertos recientemente en una cantera de Surrey. Fuente: Wessex Archaeology.
Autor: Ed Whelan
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.