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Ancient Origins España y Latinoamérica

Tres Hombres Mueren por Asfixia Mientras Saqueaban una Antigua Tumba en China

Tres hombres han muerto mientras saqueaban una antigua tumba en China y dos de sus cómplices también se han visto afectados. Los tres hombres fallecieron por asfixia en la cámara funeraria. Sus dos compañeros pidieron ayuda, pero uno de ellos se desmayó debido a la falta de oxígeno y el otro escapó. Los dos supervivientes fueron detenidos más tarde y acusados de robo de bienes arqueológicos.

Como informa The Washington Post, este equipo de cinco saqueadores accedió a una tumba cercana a la población de Chengjiao, situada en la provincia de Henan, región conocida por ser rica en reliquias y denominada a menudo “cuna de la civlización china”.

“La policía no ha revelado qué fue lo que provocó la ausencia de aire en la tumba o si los saqueadores consiguieron robar algo.” observa The New York Times.

Henan, en el centro-Este de China, se considera una de las regiones que ha desempeñado un papel más importante en el desarrollo de la civilización china, y alberga abundantes yacimientos arqueológicos y antiguas reliquias.

Hueso oracular de la dinastía Shang procedente de Henan, en el que aparecen inscripciones en una de las formas más antiguas de escritura china que se conocen (CC BY-SA 3.0)

El saqueo de yacimientos arqueológicos es un problema mundial a una escala tan enorme que no ofrece señales de poderse solventar a pesar de haber transcurrido ya miles de años. Los ladrones excavan en el pasado y venden lo que encuentran en el mercado de antigüedades.

En el 2013 se informó de que había más de 100.000 saqueadores de bienes arqueológicos en China, y se calcula que más de 400.000 antiguas tumbas han sido despojadas en los últimos 20 años. Estas cifras van en aumento.

Leemos en un artículo de la revista especializada Archeology sobre los saqueos de antiguas tumbas en China:

“Los ladrones de tumbas trabajan en el subsuelo —tanto en el sentido literal como en el figurado—, y tienden a merodear en medio de la nada, en lugares que fueron en el pasado la periferia de grandes ciudades y ricas rutas comerciales. Según los funcionarios que se encargan de perseguir estas actividades, la mayor parte de ellos proceden del medio rural y han sido campesinos en el pasado. Operan en bandas organizadas que enseñan a los recién llegados a descubrir y excavar tumbas, y a llevarse exclusivamente los objetos más valiosos. El material robado va de mano en mano de intermediarios a coleccionistas y casas de subastas de China y de todo el mundo. Lo que dejan en los lugares que saquean es fuente de frustración sin fin para los arqueólogos: yacimientos arrasados, esquilmados, que revelan solo una imagen fragmentaria del pasado.”

Este fue el caso de un robo que tuvo lugar este mismo año en el que los saqueadores de tumbas fueron atrapados con las manos en la masa mientras excavaban un túnel para acceder a un templo chino de hace 1.400 años. Su minucioso plan incluía el alquiler de un restaurante cercano al templo de Guanghui y su utilización como base para cavar un túnel subterráneo de 50 metros (165 pies) que les permitiera robar los tesoros que pudieran encontrarse en el interior del templo.

La Pagoda Hua del Templo de Guanghui, en China. (Public Domain)

El plan fue fustrado por la policía, que había sido alertada del plan y descubrió el túnel que conducía hasta el restaurante, pero no consiguió detener a todos los ladrones.

Tumba china sellada con ajuar funerario que incluye vasijas y edificios en miniatura. Está situada en Luoyang, provincia de Henan, China, y fue construida durante la época de la dinastía Han Oriental (25 d. C. – 220 d. C.) (CC BY-SA ALL)

Esta misma semana Li Xiaoji, director de la Administración Estatal del Patrimonio Cultural declaró que las dificultades que afronta China en lo tocante a la protección de sus antigüedades y su patrimonio son “severas”, según informa la revista económica de Hong Kong, EJInsight

Romper la cadena no es una tarea sencilla. Valiosos hallazgos y ricos yacimientos arqueológicos chinos están siendo saqueados y sus bienes pasados de contrabando fuera del país por los ladrones, pero en EJInsight también podemos leer que en muchos casos los destrozos provocados en el patrimonio histórico son obra de gobernadores locales o funcionarios. Li explicó que muchos de estos gobernadores locales parecen indiferentes respecto a los tesoros arqueológicos que pueda albergar su distrito, o carecen de la capacidad necesaria para protegerlos o preservarlos.

Li también ha declarado: “Estas actividades criminales están organizadas, utilizan tecnología punta y hacen uso de la violencia, roban a las órdenes de otros.”

“En algunas zonas de interés cultural protegidas o en lugares en los que las nuevas construcciones están sometidas a un control estricto, se llevan a cabo construcciones ilegales que ocasionan daños en los elementos históricos, lo que incluye los propios tesoros si los hay. Algunos antiguos yacimientos y edificios muy valiosos han sido arrasados por los bulldozers.”

El saqueo y la destrucción de antigüedades y yacimientos arqueológicos continúa a pesar de la difusión de estas actividades por parte de los medios y las crecientes restricciones, destacando recientemente los de Egipto, Oriente Medio, y Sudamérica. Los expertos afirman que el robo de reliquias históricas en China ha ido a peor al liberalizarse su economía, con la consiguiente apertura al mercado internacional del coleccionismo de antigüedades.

Ladrones de tumbas, funcionarios ineptos y coleccionistas que compran los objetos arqueológicos son todos ellos responsables de la continua destrucción y el saqueo del patrimonio histórico mundial. Al ser robada, vendida y destruida la historia del mundo, perdemos piezas insustituibles de nuestra cultura ancestral, conexiones con nuestro pasado y su comprensión, y en consecuencia, nuestra propia identidad.

Imagen de portada: tumba de la dinastía Han Oriental en Luoyang, provincia de Henan. Imagen meramente ilustrativa (Gary Lee Todd/CC BY 3.0)

Autor: Liz Leafloor

Traducción: Rafa García

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.