Imagínese que está en medio de una batalla, probablemente muerto de miedo, y en cierto momento las tropas enemigas empiezan a arrojarle serpientes a la cara. Los antiguos griegos lo hacían, según el equipo de investigadores que ha redescubierto en Sicilia una especie de Boa utilizada como arma de guerra en la antigüedad, y que no había sido vista en la zona desde hacía casi un siglo. Era un tipo de guerra biológica, psicológica y no convencional, que combinaba todos estos elementos para dar lugar a una táctica terrorífica.
Caballos y camellos fueron empleados para la guerra probablemente desde que ésta existió. Aníbal y otros, incluidos pueblos asiáticos, utilizaron elefantes de guerra. También los perros han participado de muy diversas maneras en la guerra. Los romanos usaban escorpiones. Diferentes pueblos guerreros empleaban palomas mensajeras para enviar comunicaciones al frente y desde el frente. Y, tristemente, diversos pueblos de todo el mundo prendían fuego a animales de diferentes especies, entre ellos monos, cerdos y ratas, y los enviaban contra el enemigo para sembrar la confusión y el terror entre sus filas.
Ahora, un equipo de investigadores afirma haber localizado varios especímenes de Eryx jaculus, la boa jabalina de arena, en la provincia de Agrigento, Sicilia. Esta tímida serpiente no venenosa no es nativa de Sicilia, pero los investigadores creen que los griegos la introdujeron hace siglos, ya que es bastante abundante y las gentes de la zona la designan con diversos nombres.
Los investigadores han publicado sus hallazgos en un corto artículo en la revista Acta Herpetologica. “Los griegos utilizaban serpientes como proyectiles, arrojándolas a los barcos enemigos antes de atacar a fin de sembrar el miedo y la confusión,” afirma uno de los investigadores, Gianni Insacco, según la agencia de noticias Ansa. “Por lo general empleaban víboras a las que se había extraído el veneno. Como alternativa, podían utilizar especies similares, como la boa de arena.”
Batalla mítica del Ramayana en la que combaten monos y elefantes. En ella se enfrentaron Rama, avatar hindú del dios Vishnu, y el Rey de Lanka. Tanto monos como elefantes han sido utilizados históricamente como armas de guerra. (Wikimedia Commons)
Se sabe que los antiguos griegos utilizaban para la guerra esta especie en concreto, la boa jabalina de arena. Los antiguos griegos colonizaron Sicilia desde el 800 a. C. aproximadamente. La zona en la que los investigadores hallaron las serpientes se encuentra en las cercanías de dos antiguos campos de batalla.
Leemos en el artículo de los investigadores:
Masseti y Zuffi también propusieron como hipótesis en el 2011 la incorporación de serpientes a cultos religiosos y rituales de guerra, haciendo referencia concretamente a los griegos que habitaron esta zona durante largo tiempo y lucharon en dos importantes batallas en estas tierras del sur de Sicilia, en el 405 a. C. y en el 310 a. C.
Los antiguos griegos utilizaban serpientes como armas de guerra biológica (Public Domain)
La boa jabalina de arena puede crecer hasta los 84 centímetros de longitud (33 pulgadas), aunque habitualmente mide entre 30 y 60 centímetros (12-24 pulgadas). Su distribución abarca el sudeste de Europa, Grecia, los Balcanes, y el Cáucaso, llegando a habitar incluso Oriente Medio y el norte de África. Se informó por primera vez en los medios de que había sido vista en Sicilia en el año 2006, y los investigadores confirmaron su presencia en la zona en su reciente estudio. Hallaron seis especímenes, tres vivos y tres muertos. Dos habían sido atropellados en la carretera, y el otro se había ahogado en un pozo. Ha habido numerosos testimonios de avistamientos de estas serpientes a lo largo de los últimos años.
Sabemos que los griegos no eran los únicos que utilizaban serpientes contra sus enemigos. Un artículo de AllEmpires.com sobre el uso de animales en la guerra aporta un estremecedor testimonio de una batalla del año 190 a. C. en la que intervino Aníbal Barca:
No muchos conocen sus triquiñuelas navales y sus habilidades como almirante, pero era en estos casos cuando su empleo de la guerra biológica salía a relucir. En un enfrentamiento naval contra el rey de Pérgamo, Eumenes II, ejerciendo Aníbal de mercenario para cierto imperio del este, el cartaginés llenó miles de jarrones de cerámica con serpientes venenosas y los cargó a bordo de su flota, superada en número y aparentemente condenada a la derrota. Al aproximarse la flota de Pérgamo, dio la orden de arrojar los jarrones sobre los barcos enemigos. Al hacerse añicos los jarrones, las serpientes liberadas hicieron estragos no solo entre los marineros de cubierta, sino también entre los remeros. Los jarrones llenos de serpientes fueron lanzados a izquierda, derecha y centro de la flota enemiga, y la balanza se inclinó a favor de Aníbal, que alcanzó una victoria absoluta gracias al caos que habían sembrado las serpientes en las filas enemigas.
En el artículo de All Empires podemos leer acerca del uso de diferentes animales como armas de guerra a lo largo de la historia.
Imagen de portada: Fotografía de una boa jabalina de arena tomada en el Peloponeso. (Benny Trapp/Wikimedia Commons)
Autor: Mark Miller
Traducción: Rafa García
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.