Los orígenes de la celebración religiosa de Todos los Santos se remontan hasta principios del siglo IV, cuando ante el gran número de mártires cristianos masacrados por el poder romano, la Iglesia señaló un día común para todos ellos, fueran conocidos o desconocidos. En este día (aunque en fechas diferentes), las Iglesias Católica y Ortodoxa honran, a modo de festividad solemne, a todos aquellos difuntos que han alcanzado la santidad y gozan ya de la vida eterna en presencia de Dios.
La primitiva Iglesia Cristiana acostumbraba a anotar los nombres de los difuntos en la díptica: dos tablas plegables, con forma de libro, en las que se registraban los nombres de los muertos por quienes había que orar. De la misma forma, los primeros cristianos también celebraban el aniversario de la muerte de todos aquellos mártires que, al morir por su fe, se convertían en santos. Pero fue a raíz de la Gran Persecución contra los cristianos, emprendida por el emperador Diocleciano, que la Iglesia instituyó esta festividad.
La Gran Persecución de Diocleciano
Cuando Diocleciano se proclamó emperador en el año 284, los cristianos se sintieron muy animados con su figura debido a los rumores que aseguraban que su esposa Prisca y su hija Valeria eran cristianas. Sin embargo, el 23 de febrero del año 303, justo el día en el que se celebraban las fiestas romanas de las Terminalia, se publicó un edicto que ordenaba que se quemaran todas las copias de las Sagradas Escrituras cristianas, se destruyeran todas las iglesias, se confiscaran sus propiedades y se prohibiera oficialmente el culto cristiano. Al día siguiente también se decretó que los cristianos que se resistieran quedarían al margen de la ley, y además serían privados de todo honor y del derecho a ocupar cargos públicos. Asimismo, los que trabajaban para la familia imperial serían esclavizados si no se retractaban.
Busto en mármol del emperador romano Diocleciano (ca.245-313). Esculpido en Florencia, Italia, en el siglo XVII, de autor desconocido. Actualmente se encuentra en el Castillo de Vaux-le-Vicomte, Francia. (Public Domain)
Posteriormente, un tercer edicto decretó que se debía apresar a los clérigos cristianos, lo que provocó una grave crisis social ante la posibilidad de que en las prisiones romanas, plagadas de terribles criminales, los sacerdotes tuviesen que mezclarse con los sanguinarios reos. Para intentar solucionarlo, las autoridades de Roma emitieron un nuevo edicto en el que se declaraba que los prisioneros cristianos serían puestos en libertad si ofrecían sacrificios a los dioses romanos. Pero la gran mayoría de ellos se negó a tales prácticas por lo que, a principios del año 304, un quinto edicto insistiría en que todos los ciudadanos del Imperio Romano debían realizar sacrificios y ofrendas a los dioses romanos.
En el año 305 se puso fin de manera efectiva a la persecución en Occidente, aunque en Oriente continuó hasta el 311, año en el que se expidió un edicto de tolerancia limitada que garantizaba la libertad de culto a los cristianos siempre que no perturbaran la paz.
Los años de la gran persecución terminaron oficialmente con un segundo edicto de tolerancia en el año 313, decretado ya por el nuevo emperador romano Constantino: el edicto de Milán. Este último edicto supuso un hecho histórico de gran importancia, ya que garantizaba la total libertad religiosa tanto a cristianos como a paganos.
La última oración de los mártires cristianos (1863-1883). Óleo sobre lienzo de Jean-Léon Gérôme (1824-1904). Walters Art Museum de Maryland, Estados Unidos. (Public Domain)
El historiador Eusebio, contemporáneo de estos sucesos, registró algunas de las palabras del edicto de Constantino:
Las regulaciones pertinentes a la reverencia a la divinidad deben ciertamente hacerse primero. Por lo que debemos conceder a los cristianos y a los demás, total autoridad para observar la religión que cada uno prefiera. Para que cualquier divinidad que sea que se siente en los cielos sea propicia y benévola con nosotros y con todos los que están bajo nuestro reino. Y así, por medio de este sano consejo y honesta provisión pensamos hacer los arreglos para que a nadie se le niegue de manera alguna la oportunidad de dar su corazón a la observancia de la religión cristiana, a la religión que piense que es la mejor para sí mismo, para que la suprema deidad, a quien libremente adoramos e inclinamos nuestro corazón, muestre en todas las cosas su usual favor y benevolencia. Por tanto, deben saber que nos ha placido remover todas las condiciones impuestas anteriormente respecto a los cristianos y ahora, cualquiera que desee observar la religión cristiana puede hacerlo libre y abiertamente sin ser molestado. Queremos que sepan que le hemos dado a los cristianos libertad irrestricta para ejercer su adoración religiosa. También le hemos concedido a otras religiones el derecho de llevar libre y abierta observancia de su adoración con el propósito de mantener la paz en nuestros tiempos, que cada uno pueda tener libertad de culto según quiera.
La Festividad de Todos Los Santos y el 1 de Noviembre
Una vez instaurada por parte de la Iglesia la celebración de Todos los Santos, entre los siglos IV y VIII la fecha concreta de dicha festividad varió en diversas ocasiones. Una de las primeras referencias a este día aparece en un sermón de San Efrén el Sirio, en el año 373.
Una de las primeras referencias a la celebración de Todos los Santos aparece en un sermón de San Efrén el Sirio del año 373. Icono medieval –autor y fecha desconocidos- de San Efrén el Sirio. (Public Domain)
Siglos más tarde, entre los años 609 y 610, el papa Bonifacio IV consagró el Panteón de Roma a la Santísima Virgen y a todos los mártires. Posteriormente, en el siglo VIII, el papa Gregorio III consagrará una capilla de la Basílica de San Pedro a todos los santos y fijará la fecha de su festividad para el día 1 de noviembre.
Por fin, ya en pleno siglo IX, será el papa Gregorio IV quien extienda la celebración del 1 de noviembre a toda la Iglesia Cristiana, como respuesta a la festividad pagana del Samhain o Año Nuevo Celta, que se celebraba durante la noche del 31 de octubre.
Imagen de portada: Detalle de la obra de Fra Angelico “Los precursores de Cristo con los santos y mártires” (1423-24). Témpera sobre madera. National Gallery de Londres. (Public Domain)
Autor: Mariló T.A.
Fuentes:
¿Sabes por qué Todos los Santos se celebra el 1 de noviembre? Curiosidades sobre esta fiesta - https://www.antena3.com/noticias/sociedad/sabes-que-todos-santos-celebra-noviembre-curiosidades-esta-fiesta_2014110100021.html
Todos los santos, el culto a los muertos https://arquehistoria.com/todos-los-santos-el-culto-a-los-muertos-3159
Orígenes de Halloween y del Dia de Todos los Santos ¿Qué fue antes? https://www.elmurodegilgamesh.es/2014/10/origenes-de-halloween-y-del-dia-de-todos-los-santos-que-fue-antes/
La Gran Persecución. https://www.radioiglesia.com/reflexiones/1005-la-gran-persecucion