La Conspiración de la Pólvora fue un complot organizado por un grupo de católicos ingleses cuya finalidad era asesinar al rey Jacobo I de Inglaterra y a la mayor parte de la nobleza y la aristocracia protestantes. El plan acordado era hacer volar por los aires la Cámara de los Lores durante la sesión de Apertura del Estado, el 5 de noviembre del año 1605. ¿Cómo transcurrió la crónica de los hechos? ¿Qué falló y cómo pudo evitarse la masacre?
“Recuerden, recuerden, el 5 de Noviembre conspiración, pólvora y traición. No veo la demora y siempre es la hora de evocarla sin dilación” es una de las frases más célebres de los últimos tiempos, pronunciada en la gran pantalla por V, protagonista de la película V de Vendetta, cuyo guión está basado en una novela gráfica de Alan Moore.
En dicho film, V, un idealista inconformista en pos de la justicia que no duda en utilizar la lucha armada para arrancar al hombre del estado de alienación en el que se halla inmerso, alienta a sus convecinos a unirse a él, junto al Parlamento inglés, justo el día 5 de noviembre. Y además, lo hace luciendo, en todo momento, una máscara con un rostro muy característico que se ha convertido en un icono de la rebeldía en todo el mundo en los últimos años: el rostro de Guy Fawkes, uno de los principales integrantes, precisamente, de la Conspiración de la Pólvora de 1605. De hecho en Inglaterra, desde hace más de 400 años, a la noche del 5 de noviembre se la conoce como la Noche de Guy Fawkes, la Noche de las Hogueras o la Noche de los Fuegos.
“Los conspiradores del Complot de la Pólvora”, grabado contemporáneo a la conspiración obra de Crispijn van de Passe el Viejo. El autor probablemente no conoció personalmente a ninguno de los conspiradores, pero aún así su grabado alcanzó una gran popularidad. National Portrait Gallery, Londres. (Public Domain)
El reinado de Isabel I de Inglaterra se caracterizó por el restablecimiento del protestantismo, convirtiéndose la reina en su máxima autoridad, y por la persecución hacia los católicos ingleses, a quienes sometió con severas medidas penales. Incluso se les prohibió celebrar misa y se les obligó a asistir a los oficios de la Iglesia Anglicana. Entre 1559 y 1569 se calcula que Isabel I ordenó ejecutar a unos 800 católicos.
Fueron 45 años de reinado sobre un país dividido por cuestiones religiosas, a lo largo del cual Isabel I –excomulgada por el Papa en el año 1570- mandó ejecutar a la católica María, reina de los Escoceses, madre de Jacobo VI -quien finalmente se convertiría en rey de Inglaterra y Escocia- para alejar la posibilidad de un golpe de estado de los seguidores de la Iglesia de Roma en Inglaterra o Escocia.
Retrato de la reina Isabel I de Inglaterra (1600). Óleo copia de un original de George Gower (1540-1596). Expuesto en la New Gallery de Londres. (Public Domain)
Las esperanzas de los católicos ingleses renacieron cuando Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia fue proclamado rey. Creían que, de nuevo, cambiaría la tendencia religiosa de la nación, en memoria de su madre y de su parentesco católico al hallarse casado con la católica reina Ana de Dinamarca. Pero ante la sorpresa de todos, al poco de comenzar su reinado, Jacobo también empezó a perseguir a los católicos, expulsando a sacerdotes y a jesuitas. El desánimo cundió entre la población y muchos, incluso, se vieron obligados a hacerse pasar por protestantes.
Ante la fuerte presión a la que se veían sometidos, tres católicos ingleses llamados Robert Catesby, Thomas Winter y John Wright se reunieron el 26 de marzo del año 1604 en el pub londinense Duck & Drake: querían derrocar y asesinar a Jacobo VI y colocar en su lugar a un monarca católico en el trono inglés. Su idea era volar el Parlamento (más concretamente la Cámara de los Lores) y acabar con el Rey durante la sesión de Apertura del Estado. Además, secuestrarían a los infantes reales, no presentes en el Parlamento y con todo ello lograrían provocar un gran levantamiento de los católicos ingleses, incitándolos a la rebelión.
Mapa de Londres de John Rocque (1746) en el que podemos ver la Cámara de los Lores destacada en color rojo. Su antiguo emplazamiento está ocupado en la actualidad por el Palacio de Westminster (Public Domain)
Unas semanas después, Catesby invitó a Guy (Guido) Fawkes, a entrevistarse con el condestable de Castilla, Juan Fernández de Velasco, que se hallaba en Londres para negociar un tratado de paz con Inglaterra, tras 20 años de guerra entre las dos naciones. Fawkes tenía una larga experiencia en las artes de la guerra y era experto en explosivos, habiendo combatido en Flandes en un regimiento de exiliados católicos ingleses, bajo estandarte español. Al año siguiente se unieron cinco hombres más a la conspiración: Thomas Bates, John Grant, Robert Keyes, Robert Wintour y Christopher Wright. Algo más tarde, se agregaron Sir Everard Digby, Ambrose Rookwood y Francis Tresham para costear parte de la operación.
Poco a poco, durante meses, los conspiradores fueron almacenando 36 barriles de pólvora en el sótano que habían alquilado justo bajo la Cámara de los Lores: Fawkes sería el encargado de encender la mecha cuando el rey abriese, oficialmente, las puertas del Parlamento a principios de octubre de 1605. Mientras, otros raptarían a los infantes reales y un tercer grupo dirigiría el levantamiento popular en el centro de Inglaterra. Pero una epidemia de peste obligó a aplazar la ceremonia hasta el 5 de noviembre.
La bodega bajo la Cámara de los Lores, en una ilustración de 1799. Aquí almacenaron los conspiradores en 1605 los 36 barriles de pólvora con los que pretendían volar este Parlamento de la época durante la sesión de Apertura del Estado (Public Domain)
Pese a tenerlo todo dispuesto, aquellos 36 barriles de pólvora debieron asustar a algunos de los conspiradores y el 26 de octubre de 1605, Lord William Parker, barón de Monteagle y cuñado de Tresham, recibió una carta anónima, advirtiéndole de que se mantuviera alejado del Parlamento, puesto que lo iban a volar por los aires.
Quizás fuera Tresham el autor de la misiva, o tal vez Robert Cecil, conde de Salisbury , conocedor desde hacía meses del plan magnicida. La cuestión es que, el 4 de noviembre, Salisbury dio orden al jefe de la guardia de registrar el Parlamento.
Guy Fawkes fue descubierto en el sótano, ultimando los preparativos para la voladura. Los restantes conspiradores huyeron de Londres, pero mientras Fawkes era interrogado y torturado brutalmente, éstos decidieron asaltar el castillo de Warwick. Sin embargo, un desgraciado accidente que se produjo al estallar pólvora en mal estado dejó malherido a gran parte del grupo, siendo muchos de ellos capturados e interrogados a continuación. Uno de ellos inculpó a un jesuita, lo que provocó que el gobierno hiciera responsable a la Iglesia Católica de la conspiración.
Fragmento de la carta anónima original enviada a Lord Monteagle en octubre de 1605, avisando del inminente atentado contra el parlamento británico. Archivos Nacionales del Reino Unido. (Public Domain)
Algunos de los conspiradores fueron ejecutados en el acto tras ser capturados. Otros, como Robert Catesby, lograron huir de Londres, pero poco a poco fueron siendo apresados o asesinados por la guardia inglesa uno tras otro. Tresham murió al poco tiempo en la Torre de Londres.
Los demás, incluido Fawkes, fueron sometidos a varios juicios que apenas duraron tres días. Todos ellos fueron hallados culpables y castigados a ser «ejecutados en el mismo lugar que habían planeado demoler», frente a Westminster, aplicándoseles la pena habitual con la que se castigaba a los traidores. La misma pena, por cierto que sufrió siglos atrás el héroe escocés William Wallace:
«Colgándoles del cuello sin dejarles morir, seccionándoles los genitales, echándolos al fuego ante sus propios ojos y, hallándose aún vivos, destripándoles y arrancándoles el corazón antes de decapitarles y despedazarles. Luego se expondrían ante el público sus cabezas clavadas en picas y serían arrojados los restantes trozos a los pájaros para su alimento».
“La ejecución de Guy Fawkes”, grabado de Claes Jansz VIsscher, donado a la National Portrait Gallery de Londres en 1916 (Public Domain)
El 31 de enero de 1606, Guy Fawkes fue ejecutado, pero no se le pudo aplicar el cruel ritual reservado a los traidores, puesto que prefirió saltar al vacío con la soga al cuello, muriendo ahorcado. Para asistir a las ejecuciones hubo que pagar entradas como para cualquier otro espectáculo de masas.
Las funestas consecuencias de la conspiración sobre los católicos ingleses no se hicieron esperar: se les prohibió servir como oficiales del ejército o de la armada, se les estigmatizó socialmente y se les privó del derecho al voto, exclusión que se mantuvo hasta el año 1829.
Aunque el sótano en el que se almacenó la pólvora desapareció en el incendio sufrido por el edificio en 1834, desde aquel 5 de noviembre de 1605 la guardia del Parlamento ha seguido registrando el edificio, todos los años, como preámbulo a la ceremonia de apertura.
Folleto inglés impreso entre 1675 y 1696 en el que se relatan en verso, desde una perspectiva anticatólica, los pormenores de la Conspiración de la Pólvora. (Public Domain)
Desde entonces, el 5 de noviembre de cada año, en el Reino Unido, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Canadá, San Cristóbal y Nevis, algunas zonas de Estados Unidos y antiguamente también en Australia, se celebra el fracaso del complot en lo que se conoce como la Noche de Guy Fawkes. Una noche en la que se queman muñecos con la efigie del traidor Guy Fawkes y en la que se encienden hogueras y fogatas en recuerdo del intento de voladura del Parlamento inglés. Paradójicamente, el “villano” Guy Fawkes se ha convertido en los últimos años, o al menos la popular imagen de su rostro bajo la forma de la famosa máscara de la película V de Vendetta, en un icono de heroísmo y rebeldía en todo el mundo.
Imagen de portada: El descubrimiento de la Conspiración de la Pólvora y la detención de Guy Fawkes (1823), óleo de Henry Perronet Briggs. (Public Domain). Detalle: Máscara original de Guy Fawkes empleada en el rodaje de la película "V de Vendetta" (Public Domain)
Autor: Mariló T.A.
Fuentes:
Hoy en la Historia se planeó: la Conspiración de la Pólvora. https://mx.tuhistory.com/hoy-en-la-historia/se-planeo-conspiracion-de-la-polvora
GÓMEZ, Javier. La conspiración de la pólvora y Guy Fawkes. https://historiageneral.com/2009/05/14/la-conspiracion-de-la-polvora-y-guy-fawkes/
NÚÑEZ, Rafael. Deslealtad en la “conspiración de la pólvora”. https://www.diariolibre.com/opinion/deslealtad-en-la-conspiracin-de-la-plvora-OADL1118521
FRASER, Antonia. La conspiración de la pólvora. Catolicismo y terror en la Europa del siglo XVII (Turner, 2005).