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Ancient Origins España y Latinoamérica

La Sorprendente y Emblemática Muchacha de Egtved: los Restos de Una Adolescente de la Edad del Bronce nos cuentan su Historia

Uno de los enterramientos daneses mejor conocidos de la Edad del Bronce, el de la bien conservada adolescente de Egtved fue hallado en un túmulo funerario en 1921. Sus ropas de lana, cabellos y uñas estaban perfectamente conservados, pero todos sus huesos se habían perdido. Los científicos que estudian los restos de la antigua muchacha han realizado ahora el sorprendente descubrimiento de que la joven de Egtved viajó grandes distancias antes de morir, y no era en absoluto natural de Dinamarca.

Se ha publicado un estudio en la revista Nature detallando los resultados de las modernas pruebas llevadas a cabo por los científicos. El análisis del isótopo de estroncio realizado en los molares, pelo y uñas de las manos de la muchacha de Egtved, combinados con el examen de sus peculiares ropas de lana, han revelado que nació y se crió a cientos de kilómetros de distancia de su lugar de enterramiento en Egtved, en lo que hoy es Dinamarca. Los recientes descubrimientos demuestran que probablemente procedía de la Selva Negra del sudoeste de Alemania y que viajó en barco entre esos dos lugares en los dos últimos años de su vida.

La Muchacha de Egtved

Según LiveScience, el ataúd de roble de la joven de Egtved fue descubierto en 1921 en un yacimiento arqueológico de la Edad del Bronce cercano a Egtved, en Dinamarca. La tumba fue hallada en el interior de un túmulo funerario en un terreno rico en turba, y ha sido datada en el 1370 a. C.

Las ropas de la adolescente de la Edad del Bronce, la muchacha de Egtved. Foto: Museo Nacional de Dinamarca

Se enterró a la joven, de entre 16 y 18 años en el interior del ataúd. Se cree que debía de ser de alto status social. La muchacha yacía sobre una piel de buey y estaba cubierta por una áspera manta de lana. Por la presión que su cadáver ejercía sobre la piel de cuero sobre la que fue depositado, su huella aún era visible. Había sido de complexión delgada, con cabellos rubios de longitud media y sus ropas—una corta falda de hilo grueso y una prenda superior con mangas que dejaba al descubierto el vientre—causaron sensación cuando se revelaron en los años 20. Alrededor de su cintura lucía un disco de bronce decorado con espirales con un clavo saliente en el centro. Aún a día de hoy hay gente que recrea la elegante moda de la Edad del Bronce.

Otros objetos personales hallados en la tumba incluían agujas de bronce, un punzón de costura y una red para el pelo. Flores propias de la región decoraban la parte superior del ataúd (indicando un enterramiento en verano), así como un pequeño vaso de cerveza hecha de miel, trigo y arándanos rojos.

El ataúd de la muchacha de Egtved durante las excavaciones de 1921. Foto: Museo Nacional de Dinamarca

Otro cuerpo fue encontrado con la joven de Egtved en su ataúd. Huesos y cenizas pertenecientes a los restos de la cremación de un individuo de corta edad recuperados cerca de la cabeza de la adolescente. La identidad del niño o niña, que tendría unos cinco seis años cuando murió, es desconocida, así como su sexo. No se pudo recuperar ADN de ninguno de los dos conjuntos de restos, así que su relación, si la hubo, es un misterio.

Restos bien conservados

Los científicos descubrieron que la composición del suelo en el que se hallaba la tumba actuó como un microclima, conservando algunos de los restos y destruyendo otros. El agua de lluvia se filtraba en el ataúd, fabricado con un tronco de roble vaciado, pero el oxígeno en su interior era escaso. En estas condiciones los huesos se pudrieron por completo, pero quedaron (y de hecho se conservaron de manera excelente) el pelo, las uñas de las manos, el cuero cabelludo, una pequeña parte de su cerebro y sus ropas.  

Karin Margarita Frei, investigadora principal del Museo Nacional de Dinamarca y el Centro para la Investigación Textil de la Universidad de Copenhague, analizó los restos de la muchacha de la Edad del Bronce, según informa Science Daily.

Ropas y cabellos hallados en el ataúd de la joven de Egtved. Foto: Karin Margarita Frei, Museo Nacional de Dinamarca

Viajes y Comercio

Análisis de los restos de la muchacha, así como de los huesos incinerados del niño de corta edad, demostraron que ambos habían pasado gran parte de sus vidas en una tierra distante, que se piensa que fue Schwarzwald (la Selva Negra) en Alemania.

“Si consideramos los dos últimos años de vida de la joven, podemos ver que, 13 o 15 meses antes de su muerte, pasó un tiempo en algún lugar con una marca isotópica de estroncio muy similar a la que caracteriza la región en que nació. A continuación se mudó a una región que bien pudo haber sido Jutlandia. Después de un período de 9 a 10 meses allí, volvió a la región de la que provenía originalmente y pasó allá entre cuatro y seis meses antes de viajar a Egtved, su lugar de reposo final. Ni su pelo ni la uña de su pulgar contienen marcas de isótopo de estroncio que indiquen que regresó a Escandinavia hasta muy poco antes de su muerte. Al ser las marcas isotópicas de estroncio de una región sólo detectables en uñas y cabellos después de haber pasado un mes, la muchacha debió de venir a ‘Dinamarca’ y ‘Egtved’ aproximadamente un mes antes de fallecer,” explica Karin Margarita Frei a Science Daily.

El excepcionalmente conservado pelo de la muchacha de Egtved. Su enterramiento data del 1370 a. C. Foto: Karin Margarita Frei, Museo Nacional de Dinamarca

Estos viajes tienen sentido para los investigadores. Kristian Kristiansen, de la Universidad de Gotemburgo, afirma en Science Daily, “En la Europa Occidental de la Edad de Bronce, el sur de Alemania y Dinamarca eran los dos centros de poder dominantes, muy similares a reinos. Encontramos muchas conexiones directas entre ambos en las pruebas arqueológicas, y mi suposición es que la joven de Egtved era una muchacha del sur de Alemania que fue dada en matrimonio a un hombre de Jutlandia para forjar una alianza entre dos familias poderosas.”

La hebilla de bronce en forma de disco de la muchacha de Egtved pudo haber llegado a la región a través de las concurridas rutas comerciales de la época. Las decoraciones en espiral se dice que tienen relación con un culto solar nórdico, y el bronce se piensa que puede proceder de algún lugar de los Alpes. Más aún, la lana con la que se confeccionaron sus ropas pertenecía a ovejas de fuera de Dinamarca.

Este estudio demuestra que la movilidad de los antiguos europeos era más dinámica de lo que se creía; las gentes de la Edad del Bronce comerciaban y viajaban largas distancias, con rapidez. La elegante muchacha de Egtved y su misterioso pequeño compañero han cautivado a todo el mundo desde su descubrimiento en 1921. La moderna investigación trae a la luz la vida y la muerte de la joven prehistórica con sorprendente detalle, y nos facilita la comprensión de las vidas de los antiguos europeos.

Imagen de portada: El ataúd y los restos de la muchacha de Egtved. Los investigadores han descubierto que esta adolescente de alta clase social nació y se crió lejos de su lugar de enterramiento en Dinamarca. Foto: Karin Margarita Frei, Museo Nacional de Dinamarca 

Autor: Liz Leafloor

Traducción: Rafa García

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso