Según ha anunciado un equipo de investigadores, humanos y neandertales se separaron hace unos 600.000 años, posiblemente a causa de una incompatibilidad genética en el contexto del cromosoma Y.
Ya hubo cierto mestizaje entre Homo sapiens y neandertales hace entre 100.000 y 60.000 años, como han demostrado investigaciones previas.
El estudio más reciente especula con la posibilidad de que los casos de niños varones concebidos por una mujer ‘Homo sapiens’ y un hombre Neandertal podrían haber acabado en abortos, como podemos leer en este artículo de la revista New Scientist. En esta investigación se conjetura que el ancestro común más reciente para humanos y neandertales vivió hace unos 590.000 años. Este marco temporal es compatible con las estimaciones de otros científicos.
Modelo del busto de un adulto Neandertal expuesto en la Sala de los Orígenes del Hombre del Museo de Historia Natural Smithsoniano de Washington, D. C. (Estados Unidos). (CC BY SA 2.0)
“Se han hallado genes Neandertal en nuestro genoma, en los cromosomas X, y se han vinculado a rasgos como el color de piel, la fertilidad e incluso la tendencia a la depresión y las adicciones,” leemos en el artículo. “Ahora, el análisis de un cromosoma Y obtenido de los restos de un varón Neandertal de hace 49.000 años hallado en El Sidrón (España), sugiere que este cromosoma se extinguió aparentemente sin dejar rastro en el ser humano actual. Este hecho podría deberse a que sencillamente desapareciera del material genético humano o, como plantea el nuevo estudio, podría obedecer a que las diferencias genéticas hubiesen implicado que los descendientes híbridos portadores de este cromosoma fueran estériles: se trataría de un callejón sin salida genético.”
El estudio apuntaba a que el sistema inmunitario de las madres sapiens podría haber atacado a los fetos con el cromosoma Neandertal Y debido a una incompatibilidad genética. Con el paso del tiempo, la frecuencia de los abortos en estos casos habría conducido a la ausencia de estos genes en el ser humano actual.
Fernando Méndez, investigador de la Universidad Stanford que ha encabezado el estudio, ha publicado en la revista American Journal of Human Genetics, (‘Revista Americana de Genética Humana’) un artículo en el que se comparan los cromosomas Y de los humanos actuales con los del Homo sapiens prehistórico, y también con los del Neandertal y los chimpancés. Según leemos en New Scientist, el estudio ha determinado que las mutaciones halladas en cuatro genes podrían haber impedido que el cromosoma Y se transmitiera de un padre Neandertal a sus hijos híbridos (con una mujer sapiens).
En palabras del propio Méndez: “Algunas de estas mutaciones podrían haber sido responsables, al menos en parte, de la desaparición del cromosoma Y Neandertal de las poblaciones humanas actuales.”
“Esquema de la relación del cromosoma Y Neandertal con el de los seres humanos actuales. La genealogía (línea roja) puede explicarse a grandes rasgos como un duplicado de la divergencia poblacional (franja gris). Los investigadores no han hallado pruebas de: a) un origen super-arcaico altamente divergente del cromosoma Y Neandertal, b) un antiguo flujo genético posterior a la división poblacional, ni c) una introgresión relativamente reciente del moderno cromosoma Y en la población Neandertal”. (Mendez et al.)
Un artículo de Darren Curnoe publicado en The Conversation en octubre del 2015 informaba de conclusiones similares relacionadas con el cromosoma Y. En palabras de Curnoe:
A lo largo de los últimos cinco años, la investigación sobre antiguo ADN ha revelado algunos aspectos sorprendentes de nuestra historia evolutiva a lo largo de los últimos 50.000 años. Quizás el más sorprendente de todos ellos fuera hasta qué punto los ancestros de la gente que habita actualmente el planeta se mestizaron con otras especies humanas estrechamente emparentadas. […] En un ejemplo particularmente interesante de ello, se comparó el genoma de una hembra Neandertal con el de 1.000 humanos actuales de todo el mundo, hallándose pruebas claras de selección negativa. El mapeado del ADN de los Neandertales comparado con este gran número de genomas humanos también demostró que existen vastos ‘desiertos’ de ascendencia Neandertal. El millón de pares de bases comparado con los autosomas (cromosomas diferentes de los X e Y) reveló cuatro muestras entre los europeos y catorce entre los asiáticos del este en los que aproximadamente el 0,1% de su ADN era Neandertal. El cromosoma humano Y también parece ausente del ADN Neandertal, lo que sugiere una fuerte selección natural en contra de los varones híbridos, que probablemente fueran estériles.
En enero del 2016, un artículo publicado en The American Journal of Human Genetics (‘Revista Americana de Genética Humana’) explicaba cómo la inmunidad de los humanos modernos se fortaleció al mestizarse con lo que los autores llaman “humanos arcaicos.” Los genes estudiados por los autores, receptores humanos tipo Toll, probablemente se transmitieran a los humanos modernos cuando se mestizaron con los neandertales hace unos 50.000 años.
Comparación de las calaveras de un humano moderno y un Neandertal, Museo de Historia Natural de Cleveland. (CC BY SA 2.0)
Los investigadores han estimado que del 1 al 6 por ciento de los genes euroasiáticos modernos proceden de homininos extinguidos en la actualidad, incluidos Denisovanos y Neandertales.
Imagen de portada: Representación artística de una familia Neandertal. (Public Domain)
Autor: Mark Miller
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.