Se trata de una sorprendente innovación tecnológica en el estudio del ADN, a la que se ha denominado ‘punto de inflexión’ en la investigación de los antiguos humanos y homínidos. Podría resolver muchos de los misterios que aún existen en relación con el origen de la humanidad y reescribir por completo nuestro árbol genealógico.
Un nuevo estudio publicado en la revista Science ha revelado una técnica que permite extraer ADN humano y homínido del polvo, sin necesidad de huesos siquiera. Este hecho implica que tomando simplemente como muestra media cucharadita de polvo y sometiéndola al nuevo análisis, los científicos podrán saber si vivieron en aquella cueva especies de antiguos homínidos, y qué o quiénes eran.
“Es algo realmente increíble,” comentaba Rob Scott, antropólogo evolutivo de la Universidad Rutgers de Nueva Jersey. Tom Higham, profesor de Oxford especializado en la datación de huesos, se ha referido al descubrimiento señalando que marcará “una nueva era en la arqueología del Paleolítico.”
Paul Kozowyk, estudiante de doctorado bajo la supervisión de Marie Soressi, recogiendo sedimentos para su análisis genético en el yacimiento arqueológico de Les Cottés, Francia. Fotografía: Marie Soressi.
Los científicos saben desde hace más de una década que el ADN procedente de orina, heces, sudor, sangre, esperma o un cuerpo en descomposición puede sobrevivir en los antiguos sedimentos, incluso durante cientos o miles de años, aunque hasta ahora no había forma de analizarlo. Una simple cucharadita de polvo puede contener trillones de fragmentos de ADN perteneciente a docenas de especies diferentes.
Sin embargo, la investigación llevada a cabo por el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva con sede en Leipzig, Alemania, ha desvelado que es posible pescar en río revuelto utilizando un ‘anzuelo’ molecular hecho de ADN mitocondrial perteneciente a seres humanos actuales. Esto implica esencialmente que los científicos han sido capaces de extraer del polvo los fragmentos de ADN que pertenecían específicamente a especies de humanos u homínidos.
El equipo científico recogió 85 muestras de sedimentos procedentes de siete yacimientos arqueológicos de Bélgica, Croacia, Francia, Rusia y España, abarcando un arco temporal de entre 550.000 y 14.000 años de antigüedad. Con el nuevo método fue posible obtener fragmentos de ADN de Neandertales y Denisovanos, siendo este último un enigmático ancestro del ser humano del que hasta ahora solo se han encontrado vestigios en una cueva de Rusia. Los científicos consiguieron incluso identificar ADN Neandertal en una cueva de Bélgica en la que no se había descubierto hueso alguno.
Cueva de Denisova en Rusia, el único lugar del mundo en el que hasta ahora se han encontrado rastros de ADN Denisovano (CC by SA 4.0)
“Aislando el ADN directamente de los sedimentos podemos expandir de manera increíble lo que sabemos sobre dónde habitaban, cuándo llegaron allí y durante cuánto tiempo estuvieron,” apuntaba Beth Shapiro, bióloga evolutiva de la Universidad de California con sede en Santa Cruz, en declaraciones recogidas por ScienceMag.
Se espera que la nueva técnica se convierta ahora en un método habitual de análisis en el campo de la arqueología, de forma similar a la datación mediante carbono-14. El próximo paso será examinar los yacimientos arqueológicos en los que se han hallado herramientas de piedra pero en los que no existen evidencias de quién las fabricó. Muchos misterios podrían resolverse gracias a la nueva tecnología.
“Podría también revelar incluso nuevas especies de homínidos de las que aún no hayamos encontrado hueso alguno,” informa SmithsonianMag, “dando lugar a un árbol genealógico humano aún más completo.”
Imagen de portada: Cueva de Vindija (Croacia). Al examinar sus sedimentos mediante la nueva tecnología se ha conseguido hallar ADN Neandertal. (CC by SA 2.0)
Autor: April Holloway
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.