Phys Org informa de que un reciente análisis de antiguo ADN sugiere que los antiguos minoicos y micénicos eran genéticamente idénticos, descendiendo ambos pueblos de los primeros agricultores del Neolítico. El estudio también revela que unos y otros están estrechamente emparentados con los griegos actuales.
Las civilizaciones minoica y micénica son ampliamente consideradas las primeras civilizaciones alfabetizadas del mundo occidental y los ancestros de lo que más tarde sería conocido como Grecia clásica. Sin embargo, numerosos interrogantes sobre el origen de los minoicos y su relación con los micénicos han tenido durante largo tiempo perplejos tanto a historiadores como a arqueólogos. La pregunta fundamental es: ¿de dónde procedían estos pueblos?
Este detalle de una ‘Potnia Theron’ (‘Señora de los Animales’) pertenece al fragmento de mayor tamaño que ha llegado hasta nuestros días de una pintura de un muro micénico, Micenas (Grecia) (CC BY 2.0)
Como informábamos en un artículo anterior publicado en Ancient Origins, el estudio del ADN obtenido de dientes extraídos de esqueletos cretenses de la Edad del Bronce aclaró el misterio hasta cierto punto. Investigadores cretenses y estadounidenses demostraron entonces que los antiguos cretenses de la civilización minoica estaban estrechamente emparentados tanto con los europeos del Neolítico como con los actuales, según un artículo publicado en la revista Nature Communications. La primera civilización avanzada de la Edad del Bronce en territorio europeo fue la fundada por los minoicos hace unos 5.000 años. Sin embargo, según las estimaciones de los investigadores, los primeros pobladores de Creta llegaron a la isla hace unos 9.000 años, aproximadamente en la misma época en la que se desarrolló la agricultura en el Próximo Oriente y se produjeron las migraciones que trajeron la agricultura a Europa.
El “Muchacho azul” o el “Recolector de azafrán”. Fresco minoico de Knossos (reconstrucción realizada por Evans) (CC BY SA 4.0)
Arthur Evans, arqueólogo que descubrió el centro cívico de Knossos en el año 1900, dio su nombre a los minoicos por el mítico rey Minos de Knossos, antigua capital de esta civilización. Basándose en las similitudes entre el arte, los enterramientos, y la práctica compartida de vestir coquillas de egipcios y minoicos, Evans especuló que posiblemente fueran refugiados del delta del Nilo llegados cuando el rey Narmer conquistó el norte de Egipto hacia el 3000 a. C. El genetista George Stamatoyannopoulos, de la Universidad de Washington con sede en Seattle, junto con Hughey y otros investigadores, consiguió extraer ADN mitocondrial de los dientes de 37 antiguos minoicos y lo comparó con 135 muestras de diferentes poblaciones antiguas y modernas. El equipo descubrió que los minoicos poseían 21 marcadores de ADN mitocondrial, entre ellos seis exclusivos y quince comunes con otros europeos del Neolítico, de la Edad del Bronce y actuales.
Fresco del salto del toro (1600 a. C. – 1450 a. C.) Museo Arqueológico de Herakleion, Creta (CC BY-SA 3.0)
El artículo publicado hace algunos días en Nature está relacionado con otro estudio anterior del Dr. Stamatoyannopoulos, y sugiere que los minoicos tienen profundas raíces en el Egeo. En este análisis posterior, Stamatoyannopoulos ha trabajado conjuntamente con Johannes Krause del Instituto Max Planck. Krause llevó a cabo una exhaustiva secuenciación de ADN genómico utilizando técnicas desarrolladas en su laboratorio, mientras que P. David Reich, de la Escuela Médica de Harvard, trabajó conjuntamente con Iosif Lazaridis en la recopilación y el análisis genético estadístico de los datos. Los investigadores analizaron ADN dental extraído de los restos de diecinueve antiguos individuos, entre ellos diez minoicos de Creta datados entre el 2900 a. C. y el 1700 a. C., cuatro micénicos del yacimiento arqueológico de Micenas y otros cementerios de la Grecia continental datados entre el 1700 a. C. y el 1200 a. C., y cinco individuos procedentes de otras regiones, escogidos entre pueblos de los primeros agricultores o de la Edad del Bronce. Los ancestros neolíticos tanto de los minoicos como de los micénicos eran principalmente nativos de Grecia y Anatolia Occidental, y los dos grupos estaban muy estrechamente emparentados entre ellos, además de con los griegos modernos.
“Los minoicos, los micénicos y los griegos modernos tienen también parte de su ascendencia relacionada con los antiguos pueblos del Cáucaso, Armenia e Irán. Este hallazgo sugiere que tuvo lugar alguna migración hacia el Egeo y el sudoeste de Anatolia desde tierras más al este con posterioridad a la época de los primeros agricultores,” explicaba Iosif Lazaridis, investigador de la Universidad de Harvard, en declaraciones recogidas por Phys Org.
La “Dama de Micenas”. Fresco hallado en Micenas, Grecia continental (Dominio público)
La pasión por la historia y la justicia fueron las principales motivaciones del Dr. Stamatoyannopoulos cuando emprendió este ambicioso proyecto: “Durante más de cien años, han circulado numerosas teorías enconadamente enfrentadas respecto al origen de los habitantes de la Grecia de la Edad del Bronce, clásica y moderna, incluida la conocida como ‘La llegada de los griegos’ a finales del segundo milenio, la hipótesis de la ‘Atenea negra’ sobre los orígenes afroasiáticos de la civilización griega clásica, y la consabida teoría del historiador alemán del siglo XIX Fallmerayer, quien popularizó la creencia de que los descendientes de los antiguos griegos desaparecieron a principios de la Edad Media,” comentaba el investigador en Phys Org.
Y a pesar de que el reciente estudio no da respuesta definitiva a todas las preguntas existentes, sin duda aporta algunas respuestas clave. El mayor ejemplo de ello es cómo estos descubrimientos refutan la hasta ahora ampliamente aceptada teoría de que los micénicos eran una población extranjera en el Egeo y no estaban emparentados con los minoicos. Los hallazgos refutan asimismo la hipótesis de que los griegos actuales no son descendientes de los micénicos y otras poblaciones griegas posteriores.
Finalmente, desde un punto de vista científico, el estudio destaca una vez más el increíble potencial del análisis de antiguo ADN como instrumento en manos de científicos que buscan resolver complejos enigmas históricos.
Imagen de portada: Lateral pintado de un sarcófago hallado en Agia Triada, Creta, datado en torno al 1400 a. C. (yeso pintado sobre piedra caliza). La pintura pone de manifiesto las relaciones que existían antiguamente entre minoicos y egipcios. (Dominio público)
Autor: Theodoros Karasavvas
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.