Un equipo de investigadores ha sometido recientemente al incienso al veredicto de la ciencia: ¿es posible que su antiguo, fragante y humeante aroma inspire sentimientos de ferviente exaltación a los practicantes de las muchas religiones en cuyos ritos se lleva utilizando desde hace milenios? Yendo un poco más lejos, se preguntaron, ¿pueden los extractos de incienso o Boswellia ser empleados por los farmacólogos para crear medicamentos que ayuden a combatir la depresión y la ansiedad?
Otro investigador publicó asimismo un artículo el pasado mes de octubre sobre las propiedades antiinflamatorias y beneficiosas para la salud del incienso, una valiosa resina que se extrae de la Boswellia, el árbol del incienso, con el que se lleva comerciando más de 5.000 años. Tanto este investigador como el equipo citado anteriormente han afirmado que deberá estudiarse esta cuestión más en profundidad.
“Sumadas, nuestras conclusiones confirman la premisa original, es decir, que la resina de Boswellia puede afectar a la sensibilidad y a los estados emocionales,” escribió el equipo de investigación en un artículo publicado en el 2008 en la Revista de la Federación de Sociedades Americanas para la Biología Experimental.
Los investigadores, entre los que había biólogos, farmacólogos, químicos y estudiosos del comportamiento, encabezados por el químico y farmacólogo Arieh Moussaief de la Universidad Hebrea, llegaron a la conclusión de que la resina presente en el incienso, acetato de incensol (AI), requiere un estudio más profundo. Escribieron acerca de su investigación sobre los efectos del incienso en la actividad mental y las emociones de los ratones:
“Es posible que el AI (acetato de incensol) aumente los sentimientos de euforia que se producen durante las ceremonias religiosas debido a dos de sus aspectos positivos y presumiblemente leves: los efectos emocionales y la sensación de calor. De este modo, el efecto neuroconductual del AI puede proporcionar una base bioquímica para el milenario y extendido uso del incienso obtenido del Boswellia. Sin embargo, solo las pruebas directas en seres humanos, incluidas la investigación de la dosificación para humanos y las propias formas de dosificación podrían aportar finalmente evidencias concretas.”
Los magos de la Biblia portando sus regalos de oro, incienso y mirra (Public Domain)
Los investigadores administraron AI a ratones y descubrieron que activaba la proteína TRPV3 en sus cerebros. La función de la TRPV3 está relacionada con la percepción del calor en la piel de los animales de sangre caliente. Se llegó a la conclusión de que el AI puede también ser un agente antidepresivo y ansiolítico que produzca una sensación de relajación.
“Supusimos que la exaltación espiritual provocada por el incienso que se quema en algunas ceremonias religiosas se vería intensificada por los aparentes efectos farmacológicos de sus componentes, particularmente en los oficiantes de la ceremonia, que presumiblemente inhalarían grandes cantidades de este humo.”
Otro equipo de investigadores descubrió que un extracto de la resina de la Boswellia serrata tenía efectos sedantes y analgésicos en ratas. El equipo, no obstante, no llegó a identificar y aislar la sustancia químicamente activa responsable de estos efectos.
En un e-mail escrito a Ancient Origins, uno de los investigadores de este equipo, R. Mechoulam advierte: “Sin realizar pruebas clínicas rigurosas no es posible saber con exactitud si el acetato de incensol puede actuar sobre pacientes humanos. Esta sustancia definitivamente tiene efectos ansiolíticos y antiinflamatorios (en ratones). Podría ser también un antidepresivo.”
Cesta de incienso en venta en un mercado de Dubai (Foto: Liz Lawley/Wikimedia Commons)
En el artículo podemos leer también que muchos textos antiguos mencionan la resina de Boswellia como el principal o único ingrediente del incienso. Era una valiosa mercancía transportada en caravanas desde regiones subsaharianas de África hasta el antiguo Egipto, Judea y Grecia, lugares en los que se empleaba en ceremonias religiosas.
Los efectos psicoactivos de la Boswellia ya eran conocidos en la antigüedad. Dioscórides (siglo I d. C.) escribió que inducía a la locura. En el Talmud judío (300 d. C. – 600 d. C.), la resina de Boswellia se menciona como poción (en el vino) administrada a los prisioneros condenados a muerte para ‘adormecer sus sentidos.’ En Etiopía, de donde son nativos los árboles de Boswellia, se cree que tiene un efecto tranquilizante.—Mousaieff y otros autores.
Atlas catalán de 1375: las caravanas transportaban incienso desde África hasta Oriente Medio, Europa y Asia (Wikimedia Commons)
En el catolicismo, por ejemplo, durante las ceremonias religiosas, el turiferario balancea el incensario, cuyo humo se cree que ayuda a elevar las oraciones e intenciones de los congregados hasta Dios. Por otro lado, el Arcángel San Miguel está considerado el turiferario celestial. Quema incienso en el Séptimo Cielo, y de nuevo, cuenta la leyenda que su humo eleva las plegarias de los creyentes hasta la presencia de Dios.
Incensario en el que se está quemando incienso (Foto: Mark Miller)
En otro artículo, éste del número de octubre del 2015 de la Revista India de Ciencias Farmacéuticas, se afirma que son bien conocidas las propiedades antiinflamatorias de los extractos de Boswellia, y que ya se han preparado fármacos con estos extractos.
“La resina de la especie Boswellia (‘incienso’ o ‘olíbano’) ha sido empleada como incienso en ceremonias religiosas y culturales desde tiempo inmemorial,” explica M.Z. Siddiqui del Instituto Indio de Resinas y Gomas Naturales. “Sus propiedades medicinales también están ampliamente reconocidas, principalmente para el tratamiento de trastornos inflamatorios, así como en algunas enfermedades cancerosas, curación de heridas y actividad antimicrobiana. A pesar de su importancia histórica, religiosa, cultural y medicinal, la Boswellia no ha sido estudiada en profundidad, y aún existen lagunas en nuestros conocimientos acerca del uso tradicional de su resina y los datos científicos de los que disponemos.”
Para más información acerca de la historia y las tradiciones relacionadas con el incienso, recomendamos la lectura de este artículo del Middle East Institute (“Instituto del Oriente Medio”)
Imagen de portada: Quemador de incienso árabe. (flickrhivemind)
Autor: Mark Miller
Traducción: Rafa García
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.