El bonacon es una extraña bestia que se cree existía en el mundo antiguo. El primer testimonio de la existencia de la extraña criatura se remonta al naturalista romano Plinio el viejo. La creencia en su existencia continuó hasta bien entrada la Edad Media, y fue una figura destacada en muchos bestiarios medievales, tal vez debido a la curiosa y tosca manera en que se defendía.
La referencia más antigua conocida al bonacon (sus variantes son ‘bonachus’, ‘bonaconn’ y ‘bonaso’) se encontraría en la Historia Natural de Plinio el Viejo. Según Plinio, este animal puede encontrarse en la región de Peonia, que corresponde aproximadamente a lo que son hoy el norte de Grecia, Macedonia y Bulgaria occidental. Plinio indica que la criatura “tiene la crin de un caballo, pero es en otros aspectos como el toro, con cuernos, aunque tan doblados hacia dentro el uno contra el otro que no le resultan útiles para entrar en combate.”
La mítica bestia no podía utilizar sus cuernos para el combate. (CC BY SA)
Al ser los cuernos de la criatura prácticamente inútiles en combate, el bonacon ante el peligro huía en lugar de plantar cara para luchar. El aspecto más extraño del bonacon era el mecanismo que empleaba para escapar de sus perseguidores. Según Plinio, “cuando se encuentra volando, (el bonacon) arroja sus excrementos, a veces a una distancia de hasta tres jugera (104 pies romanos, lo que equivale aproximadamente a 31 metros); el contacto de los cuales quema a quienes persiguen al animal, como una especie de fuego.”
Puede encontrarse otra referencia al bonacon en una obra conocida como De las maravillas escuchadas, que a veces ha sido atribuida al filósofo Aristóteles aunque por lo general los expertos la consideran un producto de la Escuela peripatética. La descripción del mítico animal en esta obra coincide con la de Plinio, aunque en ella se presentan nuevos detalles.
Según esta obra, el hábitat del bonacon se ubica específicamente en “el monte llamado Heseno, que separa Peonia de la región Médica.” Otros datos sobre esta criatura proporcionados por De las maravillas escuchadas son que “cada uno de ellos (es decir, los cuernos), puede contener más de tres pintas y es completamente negro, pero brillan como si estuvieran pulidos”, además de que “cuando se desuella su piel, cubre la superficie de ocho divanes” y que “su carne es dulce”. Esta obra también señala que los excrementos del bonacon solo queman cuando la criatura se siente molesta o inquieta.
Folio 16 de un bestiario del siglo XIII, el Bestiario de Rochester (British Library, Royal MS 12 F XIII), en cuya ilustración podemos observar un bonacon. (Dominio público)
Por una razón u otra, el bonacon se convirtió en una criatura ciertamente popular e hizo acto de presencia en muchos bestiarios medievales. Uno de ellos, por ejemplo, es el Bestiario de Aberdeen, en el que se afirma que la bestia es un animal nativo de Asia (y no de Peonia como se indica en la Historia Natural y en De las maravillas escuchadas).
Además, en este bestiario se indica que el calor de los excrementos de la criatura es tan fuerte que prenden fuego a todo lo que encuentran a su paso. En estas obras ilustradas, el bonacon aparece a menudo siendo cazado por seres humanos, y por esta razón sus ilustraciones muestran a la criatura lanzando fuego por su trasero. Los perseguidores humanos de estas escenas suelen aparecer con una mirada de disgusto en su rostro.
La criatura se defiende. (cludbdesmonstres)
El bonacon también es mencionado brevemente en la Leyenda dorada, una colección medieval de biografías de santos. En la hagiografía de santa Marta (personaje que aparece en los Evangelios, hermana de María y Lázaro), se dice que la santa habría dejado Judea con sus hermanos tras la resurrección de Cristo, llegando finalmente a Francia. En un bosque situado entre Arlés y Aviñón, la santa habría tenido un encuentro con un monstruo similar a un dragón, llamado Tarasca por las gentes del lugar – criatura que se cree sería la descendencia del Leviatán y un bonacon.
Tarasca en una procesión del Corpus Christi en Valencia. (Chosovi/CC BY 3.0)
No hay ninguna evidencia clara que pueda confirmar la existencia de este extraño ser, aunque la criatura de hecho podría estar basada en un animal real. Se ha sugerido que el bonacon podría tener su origen en una especie de bisonte que vivió en el pasado en Europa y Asia Central, el bisonte europeo, un animal que aún existe hoy en día.
Bisonte europeo en el Parque Wisentgehege Springe cercano a Springe, Hannover, Alemania. (Michael Gäbler/CC BY 3.0)
Imagen de portada: Ilustración de un bonacon en un bestiario medieval. Fuente: Dominio público
Autor Wu Mingren
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