La mitología está llena de una variedad de historias extravagantes e inverosímiles. El cristianismo no es una excepción. Una de las más sorprendentes, es la historia del monje del siglo XII, San Bernardo de Claraval, y la leche materna de la Virgen María. Aún más curiosas son las numerosas obras de arte inspiradas en esta historia.
Nacido cerca de Dijon en 1090, Bernardo de Clairvaux fue un monje recordado por sus sermones inspiradores. También abogó por la Segunda Cruzada, un ferviente creyente de que los musulmanes eran hijos de Satanás. Supongo que la parte de "ama a tu prójimo" no era su punto fuerte. Pero una de las historias más sorprendentes relacionadas con San Bernardo es la de ser salpicado con la leche materna de la Virgen María.
A menudo llamada la Lactancia de San Bernardo, la leyenda dice que cuando desafió a la Virgen a monstra te esse matrem, que significa “muéstrate como madre”, su estatua o pintura cobró vida, agarró su pecho y le echó leche en el ojo o boca (según la versión que sigas). Algunos afirman que esto le dio sabiduría, mientras que otros relatos afirman que curó su infección ocular. Informes alternativos afirman que la Virgen María se le apareció a Bernardo en una visión.
San Bernardo y la Virgen de Alonso Cano. (Dominio publico)
La historia de San Bernardo y la leche materna de la Virgen María se hizo excepcionalmente popular en la iconografía religiosa y ha sido representada muchas veces en obras de arte devocionales a lo largo de los siglos. Algunas de estas son obras de arte edificantes, mientras que otras van desde hilarantes hasta francamente espeluznantes.
Estas imágenes obsesionaron al público flamenco, holandés y alemán en el siglo XV, inspiradas en la idea de que las obras de arte religiosas cobran vida milagrosamente. Renaissance Quarterly destacó que, aunque San Bernardo prefería el uso de la palabra hablada y la música en lugar de los signos visuales de devoción, utilizó el tema de la leche en sus escritos como una forma de representar la naturaleza nutritiva de las escrituras religiosas.
Representación del siglo XV de la Lactatio Bernardi, titulada Virgen y Niño con San Bernardo, del Museo Wallraf Richartz de Colonia. (Dominio publico)
El retablo de San Bernardo de 1290 de la Iglesia de los Caballeros Templarios de Palma de Mallorca es uno de los primeros, con una verdadera fuente de leche brotando de la boca de San Bernardo. Algunas representaciones de la leyenda muestran a San Bernardo amamantando directamente del pecho de la Virgen María. Mientras tanto, en otra representación del siglo XV de la Virgen y el Niño con San Bernardo del Museo Wallraf Richartz en Colonia, San Bernardo parece un pedófilo o un delincuente sexual expuesto por el movimiento #MeToo.
En un óleo de Alonso Cano de mediados del siglo XVII, expuesto en el Museo del Prado, una estatua de la Virgen María saca un chorro de leche de su pecho y lo dirige desde una distancia increíble hacia su boca. Cuando estaba amamantando, nunca dominé una técnica tan impresionante.
Imagen de Portada: San Bernardo y la Virgen de Alonso Cano. Fuente: Dominio público
Autor Cecilia Bogaard