X

We value your privacy

We and our partners use technology such as cookies on our site to personalise content and ads, provide social media features, and analyse our traffic. Click below to consent to the use of this technology across the web. You can change your mind and change your consent choices at anytime by returning to this site.

Ancient Origins España y Latinoamérica

El papel pintado de la época victoriana mató a innumerables niños

El papel tapiz no es tan popular como lo era antes, y tal vez la razón por la que pasó de moda fue su capacidad para matar. En la era victoriana, un pigmento de color verde brillante se hizo popular en los colores de las paredes, pero su toxicidad fue fatal para muchos, especialmente para los niños y los ancianos.

En 1778, el químico sueco Carl Scheele creó el pigmento verde brillante llamado "Verde de Scheele", que estaba compuesto de arsenito de cobre. Como su nombre indica, el arsenito de cobre contiene el elemento mortal arsénico. No todas las pinturas verdes disponibles comercialmente contenían arsénico, pero muchas de las más destacadas sí lo tenían, como Verde Esmeralda, Verde París y Verde Schweinfurt.

Aunque los peligros asociados con la ingestión de arsénico eran bien conocidos, la gente del siglo XIX no creía que sus revestimientos de paredes cargados de arsénico les hicieran daño. Pero muchas familias de esta época se enfermaron misteriosamente sin razón aparente. Los suministros de agua no estaban contaminados y las casas estaban limpias, pero quedaba un factor común: el papel tapiz verde.

Daños causados ​​por el uso de arsénico verde, 1859, a partir del pigmento Verde de Scheele. (Fæ / CC BY-SA 4.0 )

En 1850, el Dr. Letheby, un renombrado químico que trabajaba en el Hospital de Londres, confirmó que la causa de la muerte de una niña fue envenenamiento por arsénico. Los periódicos se apresuraron a publicar la teoría del médico: que las pinturas llenas de arsénico utilizadas en el papel tapiz que cubría la casa familiar habían matado a un niño.

Su teoría no convenció a todos. Aparecieron cartas en los periódicos locales durante casi una década afirmando que la teoría era imposible y que el papel tapiz no podía matar a nadie. Debido a la popularidad del color, las empresas también se mostraron reacias a renunciar a una fuente de ingresos tan grande. Entonces, continuaron afirmando que no había nada malo con el pigmento.

Sin embargo, en 1879, la reina Victoria hizo arrancar todo el papel tapiz verde del Palacio de Buckingham después de que un dignatario visitante se enfermara. En las décadas siguientes, el pigmento tóxico se fue dejando atrás de manera lenta pero segura.

Imagen de portada: Niños victorianos muertos por papel tapiz cargado de arsénico. Fuente: Olek / Adobe Stock

Autor Verónica Parkes