La humanidad siempre ha contado con maneras para entretenerse, sin embargo, eso ha ido mutando a lo largo de la historia. Aun cuando nuestra forma de divertirnos comparte elementos comunes con lo que se hacía en la sociedad del Siglo XVI (por citar un ejemplo) las vías y canales se han amoldado a la realidad tecnológica en la que estamos sumergidos en la actualidad. La forma en la que la música llega a nosotros, ha sido arropada por la era en la que nos encontramos; la manera en la que disfrutamos de una obra ha variado significativamente, desde el teatro griego clásico del siglo V a. C, hasta las pantallas OLED que diversas compañías tienen en el mercado. La danza, los instrumentos musicales, los juegos... nada escapa a la evolución, ni las artes ni el entretenimiento, pero sin importar qué tan sofisticadas se vuelvan las ideas del ahora para alejarnos del aburrimiento, no parece que estén funcionando, o al menos no eficazmente.
Mujer griega (Dominio Publico)
Aprender a gestionar el aburrimiento se ha convertido en una tarea difícil en un mundo donde el entretenimiento está al alcance de un click, desde una serie en los innumerables servicios de streaming que hoy tenemos hasta un videojuego adquirible a través de una descarga, pasando por supuesto por las incontables horas que dedicamos a las redes sociales, incluso después de un largo día de trabajo: Instagram, Twitter y Facebook, por mencionar algunas, son más y más grandes a medida que transcurre el tiempo.
Se estima que 4700 millones de personas usan al menos alguna red social según estadísticas de julio de 2022. Ahora bien... ¿Podemos usar ese exceso de entretenimiento para nuestra ventaja o estamos condenados a sufrirlo? ¿Es necesaria la desconexión para escapar de esta viciosa rutina?
Hay quienes han gestionado este exceso convenientemente, algunos, aprovechan la oferta para añadir valía a sus aficiones. Pongamos como ejemplo a aquellos que posean una cuenta que les permita hacer pagos electrónicos y toman ventaja de su experticia y conocimiento para generar divertirse en algún casino en línea con Paypal, los que dirigen su atención a aprender nuevas recetas, tomándose el espacio de elegir entre alguno de los tantos canales que hay en internet para ello. Una guía práctica para el cuidado del pelo, la sostenibilidad de un huerto casero, el aprendizaje de un idioma, o hasta tutoriales para desarrollar habilidades artísticas.
Pudiera decirse que son escapes idóneos para aquellos que sientan el deseo de estar por encima de las taras que esta desproporción ha afligido en muchos. Lo que somos capaces de lograr ahora estaba muy alejado de lo que antes se estilaba. Lo que podían ser horas en una biblioteca para poder resolver alguna asignación académica, hoy puede tomar segundos.
Una de las claves para tener una relación saludable con el entretenimiento es saber cómo sobrellevarlo... Si bien es cierto que la división de contenido, esparcida a lo largo de las compañías que hoy tenemos a disposición, hacen que esto sea cada vez más complicado, es necesario hacer un paréntesis, y, como si se tratase de la planificación de una rutina semanal, establecernos horarios. Discernir entre lo que decidimos consumir por gusto propio y lo que decidimos consumir por estar allí, frente a nosotros. En el momento en que la pantalla empieza a estar sujeta a nuestra atención, deberíamos estar satisfechos con lo que esperamos que la misma proyecte. La distención, el conocimiento, la emoción y la expectativa deberían ser condiciones importantes para establecer en la conexión, la serie de beneficios que esperamos, o debemos esperar de ella en todo momento.
Niño jugando en ipad (Pixbay)
Nos dirigimos a pasos agigantados hacia un futuro digital, con avances tecnológicos exponenciales en comparación a décadas pasadas, poco a poco el dinero será un bien más propio del espacio electrónico que del físico, y las compras online pondrán en jaque a las tiendas de toda la vida, la proyección de una banca descentralizada, sin tiempos de espera y la ya inminente llegada del metaverso atizan a incrementar nuestro tiempo en la web; queda en nosotros tener la sabiduría de hacer de ello algo fructífero y no estancar nuestro potencial creativo, para expresarnos, generar ingresos o simplemente desconectarnos dentro de la mencionada conexión.
Estar entretenidos nunca había sido tan inevitable pero nunca se había sentido tan aburrido, es imprescindible sacar lo mejor de las herramientas que nos otorga el futuro, ilusiona la cantidad de salidas económicas que el internet pone a nuestro alcance, aquel negocio que siempre quisiste, aquella afición que siempre soñaste con cumplir, ese libro que morías por leer y nunca conseguiste, la forma idónea de construir una casa para tus mascotas, saber bordar, utilizar acuarelas, incrementar tu capacidad de oratoria, aprender a escribir un guion. Todo eso y más es más fácil que nunca, es allí hacia dónde vamos.
Imagen de Portada: Antiguo juego popular en Roma, similar a las damas. (Adobe Stock / Андрей Журавлев)