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Ancient Origins España y Latinoamérica

Hombre de Herto: ¿Los humanos más antiguos o el eslabón perdido?

Mucha gente no ha oído hablar del hombre de Herto. Esta frase se refiere a los restos humanos descubiertos en Etiopía, que datan de hace entre 160.000 y 154.000 años. Estos restos humanos, de los depósitos sedimentarios de la formación Bouri, fueron descubiertos en 1997 por Tim White.

En ese momento, el descubrimiento del Hombre de Herto fue especialmente significativo, ya que era un período de la historia humana del que sabíamos muy poco. La edad de los huesos cayó dentro de una larga brecha dentro del registro de fósiles, que data de hace entre 300.000 y 100.000 años.

Descrito formalmente en 2003, se consideró que el Hombre de Herto formaba parte de los restos más antiguos de Homo Sapiens. Los 12 individuos fueron descritos como algo fuera del humano moderno en términos de anatomía. Como tal, lo han nombrado Homo Sapien Idaltu, que significa "anciano" en el idioma Afar de la región.

La cercanía del Homo Sapiens y el Idaltu representó una transformación entre la rama Homo más antigua y el humano más moderno, haciéndose eco del "eslabón perdido" que los antropólogos victorianos buscaban para conectar al Hombre con los otros primates. Pero, ¿qué significa todo esto y qué puede decirnos sobre la evolución humana desde el pasado?

Historia de la investigación

Los fósiles del hombre de Herto en 1997 comprometieron un cráneo casi completo, al que solo le faltaba el casquete izquierdo, algunos fragmentos de cráneo que incluían un hueso parietal y un cráneo casi completo de un niño pequeño que se suponía que tenía aproximadamente 6 o 7 años.

Etiopía ha sido reconocida durante mucho tiempo como una región famosa por sus antiguos restos protohumanos, que se remontan a hace 6 millones de años. En 2003, los científicos utilizaron el sistema de datación argón-argón para fechar estos huesos entre 160000 y 154000 años atrás, estableciendo dónde encajan dentro de nuestra comprensión de la evolución humana.

El cerebro de Hombre Herto era casi tan grande como el del Homo Sapiens moderno (Sailko / CC BY 3.0)

El artículo que fue publicado por Tim White describió los huesos como algo fuera del humano anatómicamente moderno. Consideraron los especímenes más antiguos que se habían descubierto en Sudáfrica y compararon las estructuras óseas. A partir de esto, pudieron distinguir al Idaltu como una subespecie separada de la rama Homo Sapiens.

Sin embargo, en otro artículo publicado al mismo tiempo, Chris Stringer dudaba de la validez de la conclusión de que estos huesos representaban una subespecie del Homo Sapiens. Sus conclusiones se basaron en su comparación de los huesos con los que se habían encontrado en Australasia, que se remontan al período Pleistoceno tardío, una época geológica que duró 2,5 millones de años antes de terminar hace solo unos 12.000 años.

White y sus colegas investigadores tomaron nota de estas preocupaciones, pero aún consideraban que el Hombre Herto era anatómicamente distinto de todos los demás en este punto. Más recientemente, en 2011, Kyle Lubsen y Robert Corruccini, antropólogos estadounidenses, compararon cráneos encontrados en Israel y observaron cuán similares eran.

Esto llevó a la conclusión de que el Hombre Herto era claramente distinto y estaba bajo sospecha. Esto fue luego corroborado por Robert McCarthy y Lynn Lucas en 2014. Usaron un tamaño de muestra mucho más grande que White y llegaron a la misma conclusión que Lubsen y Corruccini.

La natomía del Hombre Herto

Muy similar a un ser humano moderno, el cráneo de Herto tiene una bóveda craneal alta que encierra el cerebro. Tenía una forma global globular desde el lado, con una cara relativamente plana. El volumen del cerebro era de unos 1.450 centímetros cúbicos (88 pulgadas cúbicas).

Esto sitúa el tamaño del cerebro de Herto muy cerca del del Homo Sapiens moderno, con un volumen cerebral de 1.500 centímetros cúbicos (92 pulgadas cúbicas). Además, el cráneo de Hombre Herto es robusto con un arco superciliar saliente, similar al de los indígenas australianos y de las islas del Pacífico de hoy en día, lo que sugiere que son morfológicamente iguales.

Sin embargo, también hay diferencias. Comparado con el cráneo humano promedio actual, el craneo de Herto es notablemente largo y tiene dimensiones más grandes en general. Por el contrario, los pómulos y los huesos parietales (la parte posterior del cráneo) son relativamente débiles, aunque tiene un hueso occipital fuertemente flexionado en la base de la parte posterior del cráneo.

¿Podría tratarse de una estructura ósea más débil proveniente de un cerebro en rápida evolución y crecimiento? ¿O hay otras presiones ambientales que llevaron a esta cabeza grande y blanda?

¿Cómo eran estas personas?

Se sabe que la región en la que se encontraron estos huesos es una región arenosa con depósitos sedimentarios provenientes de los ríos, quizás indicativos de un ambiente lacustre de agua dulce. Lo cierto, sin embargo, es que el Hombre Herto mostraba unas características muy humanas: usaban herramientas y enterraban a sus muertos.

Las herramientas que se encontraron con los huesos incluían herramientas hechas con talla de piedra. Estas herramientas incluían cuchillas y hachas. Herramientas como estas son hallazgos raros, pero parece más probable que Hombre Herto haya creado estas herramientas con más frecuencia que iteraciones anteriores de la rama de homínidos Homo Sapiens.

Cráneos de las primeras especies humanas. Hombre Herto está en un círculo, aquí se sugiere como una rama, en lugar de un vínculo con los humanos modernos (SimplisticReps / CC BY-SA 4.0)

Las puntas y las hojas en este período generalmente se fabricaban con obsidiana, mientras que otras herramientas eran de roca, a menudo utilizando basalto de grano fino. Los sitios en los que se ha encontrado a Herto también están asociados con cadáveres de bovinos y de hipopótamos, que muestran ejemplos de marcas de corte hechas por el hombre. Esto indica una larga tradición de carnicería, con gusto por el hipopótamo.

El cráneo del Hombre Herto también muestra cortes verticales en partes del hueso a lo largo de la línea temporal y el hueso parietal. Otros huesos muestran marcas de cortes profundos que son consistentes con el método de despellejar la carne de los huesos.

Algunos de los huesos muestran raspaduras repetitivas alrededor de la circunferencia de la caja craneana, lo que se ha identificado como una modificación simbólica más que como canibalismo. Esto parece indicar un ritual mortuorio practicado por el Hombre Herto, quizás la primera evidencia de una costumbre funeraria en la historia humana.

¿Una vida fácil?

Es posible, con abundantes recursos y un estilo de vida de cazadores-recolectores, que Herto disfrutara de una existencia mucho más placentera que los agricultores que llegaron en milenios posteriores. Los primeros humanos en Herto vivían a lo largo de las orillas de un lago poco profundo creado por el río Awsash que fue represado hace aproximadamente 260,000 años. El lago en sí habría contenido hipopótamos, cocodrilos y bagres, mientras que los búfalos vagaban por la tierra.

Pero, ¿eran estas personas verdaderamente Homo Sapiens? Los fósiles de Herto son muy similares a los cráneos humanos modernos en las áreas de la cara y la bóveda craneal. Su cercanía con el Homo Sapiens indica que, si no, son ciertamente un antepasado muy cercano del Homo Sapiens.

Son algunos de los primeros fósiles humanos modernos conocidos hasta ahora. Proporcionan una gran evidencia para comprender cómo evolucionamos como especie, lo que parece demostrarse una vez más que salió de África antes de extenderse a Eurasia.

Imagen de Portada: Herto Man existió hace unos 160.000 años. Fuente: Fractal Pictures / Adobe Stock.

Autor Kurt Readman

Referencias

Hublin, J. J. 2017. New fossils from Jebel )rhoud Morocco and the PanAfrican origin of Homo Sapiens. Disponible en: https://kar.kent.ac.uk/62267/1/Submission_288356_1_art_file_2637492_j96j1b.pdf 

Sahle, Y. 2019. Human emergence: Perspectives from Herto, Afar Rift, Ethiopia. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/332350904_Human_emergence_Perspectives_from_Herto_Afar_Rift_Ethiopia 

Sanders, R. 2003. 160,000-year-old fossilized skulls uncovered in Ethiopia are oldest anatomically modern humans. Disponible en: https://www.berkeley.edu/news/media/releases/2003/06/11_idaltu.shtml 

Stringer, C. 2016. The origin and evolution of Homo sapiens. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4920294/ 

The Middle Awash Research Group, 2003. First homo sapiens. Disponible en: https://www.berkeley.edu/news/media/releases/2003/06/11_bones-background.shtml