Guardado en un cajón de un museo de Canadá, los científicos redescubrieron un fósil que reescribió la historia paleontológica del pulpo, revelando su ancestro más antiguo conocido. Para su sorpresa, esta criatura marina no sólo existió hace unos 330 millones de años (antes de la era de los dinosaurios), sino que también tenía diez patas.
En un estudio innovador publicado en la revista Nature Communications en 2022, los investigadores detallaron el descubrimiento de la nueva especie de vampirópodo que retrasó la edad del ancestro más antiguo conocido de los pulpos en 82 millones de años. Esto significa que existieron antes que los dinosaurios que vagaron por la tierra hace aproximadamente 252 a 66 millones de años.
Descubierto en la formación de piedra caliza Bear Gulch en Montana, EE. UU., un área que alguna vez fue una bahía marina y es famosa por su excepcional preservación de fósiles del período Carbonífero, este extraño hallazgo ha remodelado nuestra comprensión de la evolución de los cefalópodos.
Después del descubrimiento, el fósil fue donado al Museo Real de Ontario en Canadá en 1988, donde permaneció ignorado durante décadas hasta que Christopher Whalen, paleontólogo del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, reconoció su importancia. El espécimen notablemente bien conservado ha servido para ofrecer pistas tentadoras sobre su comportamiento y ecología antiguos.
Los restos fosilizados de Syllipsimopodi bideni, el antepasado de diez patas del pulpo moderno. (Whalen et. al. / CC BY 4.0 DEED)
Se descubrió que el fósil, que medía 12 centímetros (4,7 pulgadas) de largo, poseía diez extremidades (dos más que los pulpos modernos), cada una adornada con dos filas de ventosas. Esta morfología única insinuó la diversidad temprana de los cefalópodos y proporcionó información valiosa sobre su historia evolutiva.
Un análisis más detallado del antiguo fósil reveló evidencia de un saco de tinta. Una característica compartida por los pulpos modernos es la capacidad de crear distracciones lanzando el líquido oscuro, lo que sugiere que este antiguo cefalópodo empleaba estrategias defensivas similares para evadir a los depredadores. Esta notable adaptación subraya el éxito duradero de los cefalópodos en su adaptación a diversos entornos marinos a lo largo de la historia de la Tierra.
Los científicos nombraron a la criatura marina prehistórica, Syllipsimopodi bideni, en honor al presidente Joe Biden en honor a sus planes de financiar la investigación científica. Descrito como la "pieza faltante del rompecabezas" en la larga historia del vampirópodo, antepasado tanto del calamar vampiro como del pulpo moderno, Syllipsimopodi bideni es un descubrimiento fundamental en el campo de la paleontología.
Mientras los científicos continúan desentrañando los misterios del pasado antiguo de la Tierra, la historia del ancestro del pulpo de diez patas sirve como testimonio de la resiliencia y adaptabilidad de la vida en los paisajes en constante cambio de nuestro planeta.
Imagen de portada: Imagen representativa de un pulpo antiguo. Fuente: Ariestia / Adobe Stock
Autor Cecilia Bogaard