¿Hasta dónde llegaron los pueblos antiguos para realzar el sabor de sus alimentos y bebidas? ¿Consumirían sustancias tóxicas si hiciera las cosas un poco más apetecibles? Bueno, los romanos lo hicieron, agregando una versión dulce de plomo a su vino y, más tarde, a su comida. Algunos eruditos dicen que el envenenamiento generalizado por plomo contribuyó a la caída del poderoso imperio romano.
Plinio el Viejo, Catón el Viejo y Columela escribieron que se producía un jarabe hirviendo jugo de uva sin fermentar para concentrar sus azúcares naturales. Si el jugo se reducía a un tercio de su volumen original, se llamaba sapa.
Como el jugo se hervía en calderos hechos de aleaciones de plomo, este elemento dañino se filtraba en el jarabe. Al reaccionar con los iones de acetato en el jugo de uva, se produjo acetato de plomo (II), un compuesto químico altamente tóxico. De hecho, sapa, o "azúcar de plomo", contenía niveles de plomo 200 veces más altos que el nivel aceptable actual.
Los romanos añadían un edulcorante tóxico a su vino llamado sapa. (Paolo Gallo/Adobe Stock)
Los antiguos romanos usaban sapa como una forma de edulcorante artificial, especialmente en los vinos. Eventualmente encontraron una manera de convertir el azúcar de plomo en forma de cristal. Esto significaba que la sustancia tóxica podría producirse de la misma manera que se produce hoy en día la sal de mesa o el azúcar. Como consecuencia de esta innovación, el consumo de azúcar de plomo se generalizó aún más y comenzó a usarse también en la cocina. En el recetario romano del siglo IV de Apicio, casi una quinta parte de las recetas se hacían con azúcar de plomo en su forma de jarabe.
Los escritos de algunos autores romanos antiguos indican que los romanos eran conscientes de los peligros del consumo de plomo; pero para entonces, el daño ya estaba hecho. Los efectos secundarios incluyeron demencia, infertilidad, dificultades cognitivas, fatiga, gota y, finalmente, el cierre de los órganos.
El azúcar de plomo no era la única fuente de envenenamiento por plomo en la antigua Roma. Los romanos también bebían agua transportada a través de tuberías de plomo, lo que hacía que el agua fuera peligrosa para su salud. Las investigaciones de 2019 sugirieron que más de la mitad de la población del Londres de la era romana sufría problemas de salud causados por el envenenamiento por plomo.
Imagen de Portada: dios griego Dionisio con vino. Fuente: rudall30 / Adobe Stock
Autor Wu Mingren