Si preguntas a alguien quiénes fueron las figuras más notables del siglo XV te responderá: Juana de Arco, Cosme de Médici, Leonardo da Vinci, Cristóbal Colón o los participantes en la Guerra de las Rosas de Inglaterra. Sin embargo, hay otra figura menos conocida pero conectada personalmente a todos esos personajes y eventos: René de Anjou, o el "buen rey René”.
Un rápido repaso a sus títulos nos basta para saber el gran poder y dominio que albergó, aunque algunos de sus títulos eran simple firmas sobre un papel, sin verdadera autoridad real. René de Anjou fue conde de Bar, conde de Provenza, conde de Piamonte, conde de Guisa, duque de Calabria, duque de Lorena, duque de Anjou, rey de Hungría, rey de Sicilia, rey de Aragón, rey de Valencia, rey de Mallorca , rey de Cerdeña y, sobre todo lo anterior, rey de Jerusalén. Fue clasificado también como el Noveno Gran Maestre de la Prieuré de Sion (o Priorato de Sión), justo después de Nicholas Flamel (Leonardo da Vinci aparece como el duodécimo).
Un retrato de René de Anjou, rey titular de Nápoles. 1474. Dominio Público
Su título como duque de Lorena fue confirmado por su soberano, el Santo Emperador Romano Segismundo, en Basilea en 1434. El emperador Segismundo fue el monarca que reconstituyó la Orden Imperial del Dragón en 1408 y fue líder de la resistencia a la Iglesia católica y la influencia papal. Quizás lo más interesante radique en que René de Anjou estaba muy conectado con la Corte del Dragón y el Priorato de Sión, considerado por algunos como el instigador del Renacimiento. Sin embargo, este dato es ignorado por la mayoría de los libros de historia. ¿Por qué no se sabe de él?
Retrato del emperador Segismundo, pintado después de su muerte. Dominio Público
Aunque poco se sabe hoy sobre René de Anjou, se conoce que fue una de las figuras más influyentes de su tiempo y, también, para las generaciones siguientes. Los cronistas lo consideran como el gran impulsor del fenómeno llamado Renacimiento, o como algunos dirían, la "Esencia de René".
René fue el hombre que cabalgó al lado de Juana de Arco durante su cruzada de Orléans. Juana nació en el pueblo de Domremy, en el ducado de Bar, sujeto al poder de René. Cuando llegó a Vancouluers anunciando su “misión de Dios”, Juana pidió una audiencia con el duque de Lorena, el suegro de René. Se le concedió dicha audiencia en Nancy y René de Anjou estuvo allí presente. El duque le preguntó qué deseaba y ella respondió: "a tu yerno, un caballo, y a algunos otros hombres que tienen que acompañarme por Francia."
Juana en la coronación de Carlos VII, por Jean Auguste Dominique Ingres, 1854. Dominio Público
La hermana de René, María, se casó con Carlos VII, Delfín de Francia, por el cual luchó Juana. Iolande, madre de René y suegra del Delfín, se nombró a sí misma mecenas de Juana, poniendo a la corte en su favor. Parece que, históricamente hablando, se intentó obviar la participación de René en las empresas de Juana de Arco, sin embargo muchos cronistas reclaman que él estuvo a su lado durante el asedio de Orleans. Lo cierto es que no existe reflejo histórico alguno de sus actividades entre los años 1429 y 1431.
Hay que mencionar que el suegro de René, el duque de Lorena, también luchó en la Guerra de los Cien Años contra Francia. Por lo tanto los miembros de la Casa de Anjou no tenían ninguna lealtad a ninguno de los bandos sino que eran conspiradores ejemplares, que hábilmente se movían a través del violento escenario político de la era prerenacentista.
Apartando a un lado la política, René es conocido por su amor por las artes y por su obsesión por la leyenda del Grial, creando un aura de misteriosos cuentos dentro de su propia corte. Era un consumado pintor: habilidad que desarrolló durante el reinado como Duque de Borgoña pintando autorretratos y estudiando la técnica de la pintura sobre el vidrio así como la decoración de interiores. También fue escritor, componiendo poemas y alegorías místicas tales como "El libro del amor", ("Le Cour d' Amours Espris"). Sin embargo, su primer libro fue un manual práctico: "El Manual de la perfecta organización de Torneos".
Cuando René oyó que otro noble señor se había burlado de sus escritos, diciendo: "Solamente un príncipe enfermo puede descender al nivel de la obra de tales escritores", René replicó: "Estas palabras podrían venir más adecuadamente de un toro bramido que de un príncipe noble. "
René siempre apoyó la promoción y el avance del conocimiento, algo que dejó demostrado al abrir una Escuela de Artes en su ducado. También fue conocedor de la tradición esotérica y hermética y empleó en su corte a un astrólogo judío, cabalista y médico, kkamado Jean de Saint-Rémy que, según algunas versiones, era el bisabuelo del famoso Nostradamus.
René también pasó tiempo en Italia ocupándose de sus dominios. Fue amigo íntimo de Ludovico Sforza (mecenas de Leonardo da Vinci) y trabó amistad con Cosme de Médici. Durante su estancia en Italia, Cosme se embarcó en el ambicioso camino que más tarde cambiaría la civilización occidental: el envío de agentes por todo el mundo para recuperar todo tipo de manuscritos antiguos para la apertura de la primera biblioteca pública en Europa: la Biblioteca de San Marcos. También fundó la Universidad de Florencia y retomó la enseñanza del griego por primera vez después de 700 años. También abrieron una escuela filosófica de enseñanza platónica, neoplatónica, pitagórica, gnóstica y de pensamiento hermético. Apoyaron de este modo el arte y la literatura, que sirvió como catalizador para el Renacimiento y para continuar la lucha en contra del poder de la Iglesia católica, iniciada por Segismundo.
Cosme de Médici. Dominio Público
Otra figura importante de aquel momento conocida por René fue Cristóbal Colón, quien dejó constancia en sus diarios de su primera misión, ordenada por René : "Me sucedió que el rey René, a quien Dios lo tiene cerca, me ha enviado a Túnez para capturar la galeaza Fernandina y estar frente a la costa de Cerdeña [... etc.] "
Su vida personal fue feliz. Aunque él e Isabel de Lorena se casaron cuando aún eran niños, parece que disfrutaron de un matrimonio feliz. Cuando ella fue secuestrada él no esperó en su casa, pacientemente, orando por su regreso sino que se esforzó y puso todo su empeño para que fuera liberada. Cuando ella murió, su pérdida fue algo inconsolable para él, comprometiéndose a entrar en guerra.
Encontró el amor de nuevo con Jeanne de Laval, hija de un noble, 24 años más joven que él. Se retiraron juntos a sus fincas, donde pasó la mayor parte de su tiempo trabajando en creaciones literarias, escribiendo e ilustrando sus libros. De esta época se conservan varias pinturas de ambos inmortalizados por el famoso Maestro Dante Rossetti Gabrielle.
Gabinete de luna de miel del rey René y Jeanne. Representación diseñada por Dante Rossetti Gabrielle (amantes besándose en un clavecín). Dominio Público
René murió en Aix-la-Chapelle el 10 de julio del año 1480 y eligió su propia lápida y tumba dentro de la iglesia de Saint Maurice de Angers.
Por encima de su tumba de mármol se colocó una de sus pinturas de gran formato, que muestra a un rey moribundo en su trono. El sujeto sostiene un cetro, un orbe y es casi un esqueleto, luciendo la corona que amenaza con caérsele de la cabeza.
Imagen de portada: Estatua del rey René, Casa de Valois-Anjou. Dominio Público
Por Katrina Sisowath
Traducción Moreno Montañaroja
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducico con permiso.
Referencias
Van Berkel, T. Nostradamus, Astrology and the Bible. [Online]: https://www.nostradamusresearch.org/en/nostr/ascendants.htm
Preston Guise, C. René D'Anjou. [Online: https://kingrene.guice.org/renentro.htmlhttps://kingrene.guice.org/renentro.html
Baigent, Leigh and Lincoln, The Holy Blood and the Holy Grail, Arrow Books, Great Britain, 1982
Gardner, Genesis of the Grail Kings, Bantam Press, United Kingdom, 1999