A medida que las heladas temperaturas vayan cayendo en el hemisferio norte y el invierno se agudice hasta la congelación, volveremos a imaginar a esa misteriosa criatura del Himalaya que, una vez más, nos recordará que el norte no es sólo el hogar de la nieve.
Dicha misteriosa criatura suele estar a la sombra del famoso Bigfoot y, sin embargo, el Yeti es similar en estatura y estructura al Pie Grande: el abominable Hombre de las Nieves, como a veces es llamado este habitante de las montañas de la cordillera del Himalaya, es protagonista indispensable de la tradición local de Nepal y sus alrededores. Claro que los supuestos avistamientos de tan extraña criatura también se habrían dado en otras partes del mundo, incluidos los Estados Unidos.
El Yeti posee una historia bastante extensa. De acuerdo con informaciones ofrecidas por National Geographic, Alejandro Magno ya tuvo conocimiento de relatos sobre el hombre-bestia en el valle del Indo en el año 326 a. C. Cuando presionó a los nativos para que le presentasen uno como prueba, estos se negaron replicando que la criatura no podría sobrevivir en latitudes tan bajas.
Alejandro Magno ya habría oído contar historias sobre el hombre-bestia en el valle del Indo en el año 326 a. C. (Berthold Werner/CC BY-SA 3.0)
También, según investigaciones de National Geographic, los nazis estuvieron interesados en el Yeti, creyendo que podría tratarse de un antepasado de la raza aria. El Jefe de la S. S., Heinrich Himmler, habría enviado a Nepal en 1938 al profesor alemán Ernst Schäfer para buscar a la criatura. Schäfer llegó a la conclusión de que el Yeti era en realidad un oso tibetano.
El Yeti es similar al Bigfoot, pero se diferencia de él en varios aspectos claves. Tanto el uno como el otro han sido descritos con gran variedad de formas y tamaños y con pelajes de color gris oscuro o marrón rojizo, con un peso que oscila entre los 90 y los 180 kilos. Pero la característica más distintiva entre Bigfoot y Yeti es la estatura. Al Yeti, según datos ofrecidos por Live Science, se le suele describir con una altura media de 1,80 metros, mientras que distintos informes indican que el Bigfoot alcanza una altura cercana a los 2,40 metros, aunque existen relatos donde se asegura la existencia de individuos de 3 metros e incluso más.
Heinrich Himmler envió a Nepal al profesor alemán Ernst Schäfer en busca del Yeti. (Bundesarchiv, Bild 183-S72707 / CC-BY-SA 3.0)
Las evidencias con respecto a la posible existencia del Yeti, al igual que sucede con las de otras muchas criaturas mitológicas, son muy difíciles de conseguir o no parecen del todo fiables. Además, las supuestas huellas del Yeti quedarían registradas, sobre todo, sobre la nieve, lo que implica una mayor dificultad a la hora de compararlas con las de otros animales.
Sir Edmund Hillary, el primer hombre en escalar el monte Everest, investigó en la década de los años 60 del pasado siglo la posible existencia de evidencias físicas de la criatura. Incluso llegó a encontrar un extraño pelaje que, en un principio, pensó podía corresponder a un Yeti. Sin embargo, con tristeza comprobó que se trataba del pelaje de un serau, una especie de cabra nativa del Himalaya.
Sir Edmund Hillary, primer hombre en escalar el Everest, investigó posibles evidencias físicas de la existencia del Yeti. (Public Domain)
Pese a la falta de evidencias realmente tangibles, son muchos los que –igual que ocurre con el Bigfoot– defienden que la falta de pruebas no significa que la criatura definitivamente no exista: ¡el Himalaya es tan remoto y deshabitado! Los defensores de su existencia aseguran que el Yeti habita entre la línea boscosa, a una altura de unos 4.267 metros, y la zona de nieves perpetuas a 6.096 metros.
Uno de los últimos supuestos avistamientos sucedió el invierno pasado pero no ocurrió en el Himalaya, sino en Litchfield, Maine, Estados Unidos. Según WMTW 8, una filial local de la cadena ABC, se informó de dicho avistamiento al Museo Internacional de Criptozoología. La persona que supuestamente vio al Yeti prefirió permanecer en el anonimato, indicando sólo sus iniciales: “M. P.” Según este testigo, la criatura estaba cubierta con un pelaje completamente blanco.
Boceto del Yeti del Himalaya (FAL)
De vuelta en Nepal, al Yeti se le toma muy en serio y, de hecho, forma parte importante de su cultura. En el Festival Rimdu Mani, que tiene lugar durante la primera luna llena del noveno mes del calendario lunar tibetano (finales de octubre), los monjes locales se cubren con máscaras que representan a diferentes divinidades durante una danza ritual: uno de los monjes encarna el papel del Yeti.
Finalmente, los sherpas nativos también cuentan una leyenda relacionada con el Yeti y que establece que éste sólo se aparecerá a aquellos que crean en él.
Supuesto cuero cabelludo de un yeti, expuesto en el monasterio Khumjung de Nepal. (Nmnogueira/CC BY-SA 2.5)
Imagen de portada: Representación del legendario Yeti. (Fotografía: La Gran Época/Wanida.W/Wikimedia Commons)
Autor Paul Darin – La Gran Época