Cuando uno piensa en Transilvania, el primer pensamiento que le viene a la mente es el recuerdo del Conde Drácula. Pero, dejando a Vlad Tepes, “el Empalador” a un lado, (personaje histórico al que siempre se ha considerado el modelo en el que Bram Stoker se basó para crear a Drácula), acaso los majestuosos paisajes transilvanos alberguen realmente algunos de los bosques más embrujados del mundo.
El más famoso de ellos es el bosque Hoia Baciu, situado a las afueras de la ciudad rumana de Cluj Napoca, antigua capital de la Transilvania rumana. Se trata de un lugar que en el año 1968 alcanzó fama internacional debido a la foto de un supuesto OVNI realizada por el biólogo Alexandru Sift mientras abordaba una expedición científica en la zona. Sin embargo, este bosque es conocido por mucho más que por su relación con la ufología. De hecho, entre los grupos pseudocientíficos e investigadores de lo paranormal, es muy conocido. Tanto es así que el Dr. Adrian Patrut, presidente de la Sociedad Rumana de Parapsicología, lo califica como el “Triángulo de las Bermudas de Transilvania”.
Centro histórico de Cluj Napoca, antigua capital de Transilvania y la ciudad rumana más cercana al misterioso Bosque Hoia Baciu. (Trm/CC BY-SA 2.0)
“Algunos expertos creen que se trata de un verdadero Triángulo de las Bermudas rumano. La zona puede ser certificada como tal, sobre todo por vídeos y fotos excepcionales, junto a testimonios de investigadores que lo han estudiado durante décadas”, afirmaba el Dr. Adrian Patrut en el programa Ciencia y Conocimiento de la cadena televisiva TVR Cluj, en declaraciones publicadas en el portal hoiabaciuforest.com.
Los visitantes de la zona hablan de intensas sensaciones que suelen desembocar en claros estados de ansiedad. Por otra parte, algunos de los que se aventuran dentro de tan misterioso bosque han regresado con inexplicables erupciones cutáneas, arañazos, quemaduras, migrañas, náuseas, vómitos e, incluso, habiendo perdido la noción del tiempo. Además, para darle un aspecto más amenazador, muchos de sus árboles se hallan retorcidos y aparentemente deformes, como los representados habitualmente en los antiguos cuentos de hadas y brujas. Dicho paisaje provoca que aumente, aún más, la ansiedad experimentada por quienes se internan en él.
Son muchos los que comparan al bosque rumano Hoia Baciu con el famosísimo Triángulo de las Bermudas. (Danilo94/CC BY-SA 3.0)
Asimismo, en un área concreta del bosque, conocida como El Círculo, no crecen los árboles. Algunos investigadores de fenómenos paranormales creen que en esta zona es especialmente frecuente este tipo de actividad. Son muchos los residentes locales que creen que el bosque está embrujado y que, si entran en él, no podrán regresar jamás. De hecho, según narran las tradiciones y leyendas de la región, el nombre del bosque surgió precisamente en memoria de un pastor local que desapareció en él junto con su rebaño de doscientas ovejas.
También existen leyendas que narran que ciertos aldeanos fueron asesinados en el bosque y que sus almas permanecen atrapadas en el lugar, sin poder liberarse: son bastantes los visitantes que a menudo afirman haber escuchado voces en los alrededores, e incluso hay testigos que aseguran haber visto cuerpos sin cabeza flotando entre los árboles.
El Dr. Patrut continúa estudiando la zona desde la década de los años 70 del pasado siglo, pero por el momento no existen conclusiones definitivas acerca de lo que sucede en el bosque.
En estos últimos años, el lugar ha atraído a numerosos turistas que buscan supuestos encuentros fantasmales o diversas experiencias espirituales. En el mundo actual, las leyendas suelen ser enterradas e ignoradas. Sin embargo, el Bosque Hoia Baciu y sus legendarias historias continúan impresionando a vecinos y foráneos gracias a los numerosos relatos de quienes osan visitarlo y a la gran cantidad de supuestas evidencias fotográficas existentes.
Imagen de portada: Fotografía del misterioso Bosque Hoia Baciu de Transilvania, Rumanía. (Fotografía: La Gran Época)
Articulo actualizado el 15 de junio 2022.
Autor Paul Darin – La Gran Época