OOPArt (Out Of Place Artifact por sus siglas en inglés, o artefactos fuera de lugar en el tiempo en español), es un término utilizado para denominar a decenas de objetos prehistóricos hallados en distintos lugares alrededor del mundo que parecen demostrar cierto nivel de avance tecnológico incongruente con la época en que fueron hechos. Los Ooparts suelen frustrar a los científicos convencionales, fascinar a los investigadores intrépidos y abiertos a teorías alternativas y desatar encendidos debates.
En 1961, tres personas salieron a investigar geodas en busca de gemas para su tienda de regalos de Olancha, California. Uno de ellos encontró una geoda común para la zona, pero “en cierto modo parecía ser algo diferente”, explicaba Leonard Nimoy a lo largo de un episodio de su programa televisivo In search of… (“En busca de…”). Mike Mikesell, una de aquellas tres personas, rompió la hoja de diamante de su sierra mientras intentaba cortarla en su taller. Gracias a esto descubrió algo impactante: dentro de la geoda encontró algo parecido a un artefacto semejante a una bujía. Pero, ¿qué antigüedad podría tener si se hallaba incrustada en la geoda?
El objeto, que fue bautizado como ‘Artefacto de Coso’, podría tener unos 500.000 años de antigüedad: cientos de miles de años antes de que se produjese el supuesto establecimiento de las civilizaciones desarrolladas. Virginia Maxey, otro de sus tres descubridores, aseguró en su momento que un geólogo había examinado los fósiles que cubrían el artefacto y que estos databan de hace, al menos, 500.000 años. Sin embargo, esta afirmación ha sido cuestionada, en especial por Pierre Stromberg y Paul V. Heinrich, quienes intentaron probar que la bujía fue fabricada en 1920 y revestida con un material de rápida solidificación, en vez de una geoda.
Dimensiones del Artefacto de Coso (Captura de pantalla/Youtube)
Las únicas personas que realizaron un examen físico del artefacto fueron las tres que lo encontraron y Ron Calais, quien estaba convencido de que las cifras oficiales en torno a la historia humana eran incorrectas. Durante años este artefacto estuvo expuesto en la casa de Wallace Lane, otro de los tres descubridores originales, quien −según Heinrich y Stromberg− era reticente a que otros lo examinasen. A día de hoy se desconoce su ubicación actual.
Además, nunca se supo el nombre del geólogo que afirmó que la pieza tenía 500.000 años de antigüedad, lo que también provocó que muchos cuestionasen la veracidad del supuesto estudio realizado. No obstante, también es cierto que Heinrich y Stromberg aseguraron que “no hay evidencias sólidas que demuestren que los descubridores originales hayan querido engañar a alguien”. Sin poder investigar sobre el propio artefacto, expusieron asimismo el hecho de que, tal vez, el material que lo recubre no fuera una geoda, basándose en la primera descripción de sus descubridores originales, quienes manifestaron que estaba recubierta de una especie de arcilla dura o roca.
A continuación, Heinrich y Stromberg acudieron al presidente de la SPCOA (Spark Plug Collectors of America), un grupo de coleccionistas de bujías de Estados Unidos, con una serie de imágenes de Rayos X del objeto que fueron publicadas por Calais entonces. Desde dicha asociación se concluyó que se trataba de una bujía Champion del año 1920. Frente a dicha conclusión se posicionaron aquellos que afirmaban que la bujía era antigua o prehistórica, asegurando que en su parte superior presentaba una extraña hélice o resorte que no existe en las bujías modernas.
Comparación del Artefacto de Coso con bujías modernas. (Captura de pantalla/Youtube)
Finalmente, Heinrich y Stromberg replicaron que, en 1920, la bujía ‘Champion’ se fabricaba con un “casco de latón” que se correspondería con este resorte, aunque esta parte no se incluyó en diseños posteriores.
Imagen de portada: Sección del Artefacto de Coso, ¿una bujía de 500.000 años de antigüedad? (Captura de pantalla/Youtube)
Autor Tara MacIsaac - La Gran Época