Tejido de un cerebro humano de la Edad del Bronce se ha conservado durante 4.000 años. Los arqueólogos esperan que se puedan encontrar especímenes similares para descubrir más información sobre las condiciones de salud en el pasado prehistórico.
El cerebro de la Edad del Bronce descubierto en Seyitömer Höyük, Turquía, es uno de los más antiguos del mundo. Tener acceso a este cerebro tan bien conservado permitirá a los científicos descubrir qué enfermedades o trastornos patológicos padecía el individuo, como tumores o hemorragias, y también saber qué pasó en las últimas horas de su vida.
El tejido cerebral de la Edad del Bronce fue descubierto en Seyitömer Höyük, Turquía. (Open Context)
Existen pocos cerebros que se hayan conservado durante tanto tiempo como éste, ya que el tejido cerebral es rico en enzimas y sus células se descomponen rápidamente tras la muerte. En casos excepcionales, este proceso se desarrolla de forma más lenta. Por ejemplo, se ha descubierto el tejido de un niño inca sacrificado hace 500 años en buen estado de conservación. La supervivencia del tejido se debió en este caso a que el cadáver se congeló en la cima de una montaña de los Andes.
El cerebro desenterrado en Turquía probablemente sobrevivió al paso de los años gracias a desastres naturales. Se cree que el asentamiento en el que fue hallado sufrió un terremoto que sepultó a sus habitantes. A continuación se extendió un incendio, consumiendo todo el oxígeno que quedaba entre los escombros y cociendo el cerebro en sus propios fluidos. La disminución de la humedad del tejido y la cantidad de oxígeno que siguió a estos hechos habría impedido la posterior descomposición del tejido cerebral.
Vista superior de las estructuras frontotemporales del antiguo cerebro hallado en Turquía. (classicsnewsneedsandnow)
Por otro lado, el terreno en el que fue hallado el cerebro humano era rico en potasio, magnesio y aluminio. Este hecho provocó que el tejido cerebral creara una sustancia llamada adipocira o ‘cera cadavérica’, capaz de conservar los tejidos blandos.
Frank Rühli, investigador de la Universidad de Zürich (Suiza), ha examinado tejido cerebral medieval, y comentaba al respecto que la mayoría de los arqueólogos no lo buscan, ya que dudan que pueda sobrevivir al paso de los años. De todas formas, Rühli apuntaba también que “El nivel de conservación en combinación con su antigüedad es notable. Si hacemos públicos casos como éste, la gente será cada vez más consciente de que se puede encontrar también tejido cerebral original.”
Cerebro de Heslington, del que se descubrió que tenía más de 2.500 años de antigüedad. (York Archaeological Trust)
Imagen de portada: Tejido cerebral de hace 4.000 años hallado en Seyitömer Höyük, Turquía. (UC San Diego Health)
Autor: April Holloway
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.