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Portada - Los arqueólogos utilizaron imágenes de satélite para encontrar yacimientos arqueológicos en la cuenca superior del Tapajós, situada en la Amazonia. Fuente: University of Exeter/PA

La Amazonia precolombina no era tan virgen después de todo

Los arqueólogos están descubriendo que la Amazonía no era un lugar prístino antes del contacto con los europeos. De hecho, un nuevo estudio sugiere que hubo una población bastante importante viviendo en la región en el pasado. ¿Qué evidencias podemos observar de sus poblados hoy en día? Los contornos de sus asentamientos y algunas piezas arqueológicas resistentes al paso del tiempo.

Hace apenas un año, grandes estructuras de tierra geométricas (geoglifos) de la Amazonia sudoccidental aparecieron en los titulares internacionales, por tratarse de un descubrimiento inesperado y por la semejanza de algunos monumentos con el famoso Stonehenge europeo. Se estima que tendrían al menos 2.000 años de antigüedad.

 

 

Llamado los Geoglifos de Acre por encontrarse la mayoría de ellos en el estado brasileño de Acre, se han identificado cerca de 500 estructuras de este tipo. Aparecían bajo siluetas diversas: cuadrados, círculos, forma de U, elipses y octógonos; pero los investigadores creen que todas ellos permitían la conexión entre el ser humano y la naturaleza. Su existencia demuestra de hecho que los seres humanos habitaron la Amazonia mucho antes de lo que creíamos hasta ahora – aunque el impacto que ejercieron sobre el medio ambiente, sin duda, se queda en nada si lo comparamos con los niveles de destrucción que podemos observar en nuestros días.

Ejemplos de geoglifos y poblados con estructuras de tierra de la Amazonia: a. Modelo digital del terreno obtenido mediante LiDAR, antiguo asentamiento Jacó Sá. b. Fotografía aérea de una de las estructuras del antiguo asentamiento Jacó Sá. c. Fotografía aérea del antiguo asentamiento Fonte Boa. (Grupo de investigación del CNPq para los geoglifos de la Amazonia Occidental/Denise Schaan)

Ejemplos de geoglifos y poblados con estructuras de tierra de la Amazonia: a. Modelo digital del terreno obtenido mediante LiDAR, antiguo asentamiento Jacó Sá. b. Fotografía aérea de una de las estructuras del antiguo asentamiento Jacó Sá. c. Fotografía aérea del antiguo asentamiento Fonte Boa.  (Grupo de investigación del CNPq para los geoglifos de la Amazonia Occidental/Denise Schaan)

Ahora hay cada vez más pruebas de que los seres humanos se aventuraron también en otras partes del Amazonas. El Chicago Tribune informa de que se han encontrado 81 geoglifos en la cuenca alta del Tapajós, una “zona de transición” en la que Brasil limita con Bolivia. Esta área recibe menos lluvias que las regiones más bajas, y es también conocida como terra firme. Es un lugar donde rara vez hay inundaciones y que los arqueólogos han ignorado en gran medida en favor de otras regiones más fértiles, más cercanas a los grandes ríos.

Jonas De Souza, de la Universidad de Exeter (Reino Unido), ha colaborado con otros científicos de Gran Bretaña y Brasil para explorar una región de terra firme que ha sido olvidada, a pesar de estar bordeada por el este y el oeste por yacimientos arqueológicos. Según The Guardian, los antiguos asentamientos recientemente descubiertos se observaron primero en imágenes de satélite de áreas deforestadas.

Los monumentos de tierra recientemente identificados muestran signos de recintos delimitados con zanjas, caminos hundidos y plataformas de tierra, y varían desde pequeños poblados de 30 metros (98,43 pies) de ancho a inmensos asentamientos de 19 hectáreas.

Recintos delimitados por zanjas en la cuenca superior del Tapajós (UTB). (Google, DigitalGlobe)

Recintos delimitados por zanjas en la cuenca superior del Tapajós (UTB). (Google, DigitalGlobe)

La posibilidad era demasiado emocionante como para dejarlo en el análisis de las imágenes de satélite, por lo que los investigadores partieron para explorar 24 de los asentamientos sobre el terreno. De Souza comentaba para The Guardian: “Todo lo que identificamos en las imágenes de satélite que analizamos era un yacimiento arqueológico.” Los resultados publicados en Nature Communications demostraron que el viaje mereció la pena. Los autores escriben al respecto:

“Los resultados de nuestro modelo predictivo de recintos delimitados por zanjas demuestra que, a pesar de las enormes distancias cubiertas, se encuentran monumentos de tierra en zonas de notable similitud ambiental, con pronunciada estacionalidad en las precipitaciones y la temperatura [...] La sequía estacional de los bosques de transición de esta región probablemente facilitó el desbroce para la construcción de monumentos de tierra. La vegetación fácil de retirar y los suelos más fértiles y menos erosionados de los bosques estacionalmente secos son factores que los hacían atractivos para los agricultores precolombinos.”

De Souza señalaba que el equipo encontró objetos como piezas cerámicas y hachas de piedra pulimentada, además de tierra oscura y fértil que aparece con una ocupación humana prolongada. No se han detectado construcciones, pero eso no resulta sorprendente, ya que probablemente estuvieran hechas de madera. La carbonilla encontrada cerca de la cerámica en los asentamientos ha sido datada mediante carbono-14 entre los años 1410 y 1460 de nuestra era, en consonancia con otros asentamientos del sur de la Amazonia, que estuvieron activos principalmente entre los años 1250 y 1500.

Monumento Mt20. (José Iriarte)

Monumento Mt20. (José Iriarte)

Uno de los resultados más sorprendentes de esta investigación es la afirmación basada en modelos según la cual de 500.000 a 1 millón de personas vivían en esta parte de la Amazonia y habrían construido entre 1.000 y 1.500 recintos. De Souza aclaraba que “Se da probablemente el caso de que algunas zonas de la Amazonía albergaron grandes poblaciones y otras no. Porque se ha investigado tan poco que estamos descubriendo lentamente lo que sucedía en cada una de ellas.”

Esta cantidad de población sin duda habría provocado la modificación de la selva, pero de Souza señalaba,

“El bosque fue objeto de modificación. No tiene nada que ver con el tipo de práctica que vemos hoy en día - monocultivo y deforestación a gran escala. Estos pueblos combinaban la agricultura a pequeña escala con el aprovechamiento de especies útiles de árboles. Así que era más bien una especie de uso sostenible de la tierra.”

Selva amazónica, Brasil. (Ben Sutherland/Darren y Sandy Van Soye/CC BY NC SA 2.0)

Selva amazónica, Brasil. (Ben Sutherland/Darren y Sandy Van Soye/CC BY NC SA 2.0)

Aunque los números pueden parecer altos en un principio, parecen encajar con los relatos proporcionados por los primeros europeos que entraron en la Amazonía. Esos informes fueron desacreditados sobre todo por los historiadores como fantasía. Ahora, las evidencias arqueológicas están prestando cierta credibilidad a aquellos viajeros.

Pero la llegada de los europeos significó la devastación de muchos de los asentamientos, como explicaba de Souza: “Sabemos que las enfermedades viajaban mucho más rápido que las personas, y probablemente esta población ya fuera debilitada por enfermedades traídas por los europeos incluso antes que los europeos pisaran la zona.”

Imagen de portada: Los arqueólogos utilizaron imágenes de satélite para encontrar yacimientos arqueológicos en la cuenca superior del Tapajós, situada en la Amazonia. Fuente: University of Exeter/PA

Autor: Alicia McDermott

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.

Alicia McDermott

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