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Portada-Diversos tipos de mazorcas de maíz (Sam Fentress/ CC BY SA 2.0) y estatuilla de la cultura Casas Grandes. (1200 – 1450) (Public Domain)

Cerveza de maíz y huitlacoche en la dieta del antiguo pueblo mexicano de Casas Grandes

Analizando los cálculos dentales hallados en los restos de individuos que murieron en una influyente ciudad mexicana hace cientos de años, los investigadores están obteniendo información acerca de su dieta. Uno de sus descubrimientos ha sido que las gentes de aquella época ya bebían cerveza de maíz y comían huitlacoche.

Las ruinas de la ciudad de Casas Grandes se encuentran en el estado de Chihuahua, a unas 80 millas (130 kilómetros) de la frontera con Nuevo México. Este centro urbano, que alcanzó los 3.000 habitantes en su momento de máximo esplendor en el siglo XIV, también es conocido como Paquimé. La cultura de Casas Grandes se extendía a través de diversos valles fluviales del norte de México.

 

 

El emplazamiento probablemente fuera un centro cultural y comercial que conectara lo que hoy es el centro de México con el Sudoeste de los actuales Estados Unidos.

Mapa en el que podemos observar, en color naranja, la extensión de la cultura de Casas Grandes. (Beloit College map)

Mapa en el que podemos observar, en color naranja, la extensión de la cultura de Casas Grandes. (Beloit College)

La materia acumulada entre los dientes como sarro y que se convierte en cálculos dentales al fosilizarse probablemente proviene de las últimas semanas de vida de los individuos estudiados, como podemos leer en este artículo de Western Digs:

“Los resultados de este estudio ofrecen algunas de las primeras pruebas claras de producción de cerveza de maíz, consumo de huitlacoche y métodos de procesado de alimentos,” ha declarado a Western Digs el director de las investigaciones Daniel King, estudiante graduado en antropología de la Universidad Brigham Young. King ha añadido a continuación que el estudio “supone un paso adelante en la comprensión de las interacciones entre humanos y vegetales en Casas Grandes, especialmente en lo relacionado con la dieta.”

Anne Katzenberg, de la Universidad de Calgary, está analizando los restos humanos excavados en Casas Grandes en los años 50 y 60. Algunos de los cuerpos estaban enterrados, otros desmembrados e introducidos en urnas, y otros sencillamente expuestos a la acción de los elementos.

King y su equipo están analizando los dientes de 110 individuos enterrados en Casas Grandes y su entorno entre los años 700 d. C. y 1450 d. C.

Vista del yacimiento arqueológico de Paquimé (Casas Grandes), México. (HJPD/CC BY SA 3.0)

Vista del yacimiento arqueológico de Paquimé (Casas Grandes), México. (HJPD/CC BY SA 3.0)

De entre las muestras se obtuvieron trazas microscópicas halladas en los dientes de 63 cuerpos, siendo las más comunes gránulos de fécula, en su mayoría procedentes del maíz. También se encontraron pequeños fragmentos de minerales, procedentes de calabazas o calabacines y de hierbas.

En torno a un diez por ciento de los cuerpos presentaba trazas de huitlacoche. El huitlacoche o cuitlacoche, nombre de origen azteca, es un nutritivo hongo que crece como parásito en las mazorcas de maíz. Aún a día de hoy está considerado un manjar por los mexicanos.

Los gránulos de maíz hallados en los cálculos dentales de los individuos enterrados en Casas Grandes muestran signos de hinchazon y fragmentación, típicos según los investigadores de un proceso de fermentación. (King et al.)

Los gránulos de maíz hallados en los cálculos dentales de los individuos enterrados en Casas Grandes muestran signos de hinchazon y fragmentación, típicos según los investigadores de un proceso de fermentación. (King et al.)

“Dada la naturaleza de los cálculos, los restos microscópicos de todo tipo que hemos recuperado procederán forzosamente de los últimos días o semanas de vida del individuo, quizás hasta un mes o dos, pero no más tiempo,” explica King. Y añade a continuación: “De modo que la reconstrucción de su dieta, entendida a largo plazo, no funciona con los cálculos. No obstante, resulta útil la identificación de alimentos específicos, como cerveza de maíz, pescado, chile, etcétera, ya que muchos de ellos no se pueden detectar en los resultados de otros estudios.”

King ha comentado a Western Digs que el aspecto más interesante del análisis de estos dientes es la presencia de alcohol de maíz. En los dientes de tres individuos aparecían restos de granos de maíz que al parecer habían fermentado. Las partículas de estos granos, fragmentadas e hinchadas, son probablemente el resultado de la elaboración de la ‘chicha’, bebida que lleva más de 5.000 años preparándose y consumiéndose en Sudamérica y Centroamérica.

Chicha de jora. Huancayo, Perú. (Public Domain)

Chicha de jora. Huancayo, Perú. (Public Domain)

Pero ésta podría ser según King la primera prueba del consumo de cerveza de maíz descubierta tan al norte. Los fragmentos de granos de maíz datan del período comprendido entre los años 1200 y 1450, y los investigadores desconocen cuándo podrían haber sido introducidos desde el sur procedentes de comunidades peruanas o de Mesoamérica.

Podemos leer en la web del Beloit College que la cultura Casas Grandes, que se extendía de Sonora a Chihuahua hasta adentrarse en lo que hoy es Nuevo México, estaba más estrechamente emparentada con las culturas mesoamericanas del sur que con los pueblos Hohokam o Mogollón del norte.

Estatuilla de la cultura Casas Grandes. (Iris & B. Gerald Cantor Center for Visual Arts)

Estatuilla de la cultura Casas Grandes. (Iris & B. Gerald Cantor Center for Visual Arts)

Al igual que otros pueblos del sur, la cultura Casas Grandes construía túmulos de plataformas y canchas para el juego de pelota, al parecer utilizados en sus rituales. Vivían a lo largo de las cuencas de los ríos y disponían de sistemas de irrigación. Paquimé fue un importante centro de intercambio comercial, a través del cual se enviaban mercancías como guacamayos, cerámica, conchas y cobre, desde América Central a lo que hoy son Arizona y Nuevo México.

El pueblo de Casas Grandes disponía de viviendas construidas en fosas poco profundas en torno a una casa comunal de gran tamaño. Los hogares eran del tipo ‘jacal,’ construidos habitualmente de barro y paja. Con el paso del tiempo acabó prevaleciendo un diseño similar a una plaza, y en la web del Beloit College podemos leer que probablemente estas gentes vivieran con sus ancestros comunes en las diferentes casas. Más tarde desarrollaron un sistema de construcción de paredes de adobe vertido en moldes.

Complejo residencial indígena parcialmente reconstruido, Paquimé, Chihuahua, México. (HJPD/ CC BY 3.0)

Complejo residencial indígena parcialmente reconstruido, Paquimé, Chihuahua, México. (HJPD/ CC BY 3.0)

Imagen de portada: Diversos tipos de mazorcas de maíz (Sam Fentress/ CC BY SA 2.0) y estatuilla de la cultura Casas Grandes. (1200 – 1450) (Public Domain)

Autor: Mark Miller

Traducción: Rafa García

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.

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Mark Miller

Mark MillerEs un escritor de Ancient-Origins. Tiene una licenciatura en periodismo, es editor y escritor de periodicos y revistas, desde mucho se interesa de la antropología, la mitología y la historia antigua. Sus hobbies son escribir y dibujar. Lee mas
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