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Portada-Verano en la costa de Groenlandia alrededor del año 1000 (Public Domain)

El preciado marfil de las morsas, posible motivo de los viajes Vikingos a Groenlandia

Uno de los más desconcertantes misterios de las colonizaciones Vikingas durante la época medieval podría quedar resuelto por un equipo de arqueólogos gracias a un método científico pionero y unos cuantos antiguos colmillos de morsa.

Las intenciones ocultas tras las antiguas rutas comerciales Vikingas entre Groenlandia y el norte de Europa han estado siempre envueltas en un gran misterio. Según ScienceNordic, los científicos se han preguntado durante años por qué gentes del norte de Europa dejarían atrás sus vidas y sus casas para navegar miles de kilómetros por el Atlántico y establecerse en Groenlandia, una tierra remota con un clima difícil para la agricultura. Los científicos creen que la respuesta está en las morsas.

 

 

En un estudio publicado en la revista World Archaeology, los investigadores describen cómo las nuevas pruebas realizadas sobre antiguos huesos y colmillos procedentes de hallazgos arqueológicos realizados en Groenlandia están detectando fuentes potenciales de marfil a principios de la Edad Media. Hace unos 1.000 años los colmillos de morsa eran una mercancía increíblemente valiosa. Empleados para fabricar productos de lujo como finas joyas, utensilios delicados, artículos religiosos y obsequios para la realeza, los descubrimientos arqueológicos del pasado han revelado que el marfil era un artículo con el que los Nórdicos vikingos de Groenlandia comerciaban a gran escala.

Hembras de morsa y cachorros de un año (con los colmillos más cortos). Fotografía cortesía de USFWS. (Public Domain)

Hembras de morsa y cachorros de un año (con los colmillos más cortos). Fotografía cortesía de USFWS. (Public Domain)

Jette Arne Borg, coautora del estudio y comisaria del Museo Nacional de Dinamarca explica a ScienceNordic: “El marfil de morsa ha sido crucial para la vida en Groenlandia y desempeñó un papel esencial en su comercio.”

“Ha sido una mercancía valiosa desde la época de los romanos, pero realmente no fue hasta la época Vikinga cuando el mundo fue consciente de ello.”

¿Fueron por tanto bienes de lujo—y no tierras de cultivo, como se había especulado hasta ahora—lo que arrastró a gentes del norte de Europa a cruzar el Océano Atlántico para llegar a Groenlandia, donde habría ingentes cantidades de morsas? Los investigadores tienen ahora la clave para dar respuesta a este interrogante.  

Reproducción de la iglesia vikinga de Brattahlíð situada en Groenlandia, hacienda de Eric el Rojo en el Asentamiento Oriental de la colonia Vikinga de Groenlandia. (Flickr, CC BY 2.0)

Reproducción de la iglesia vikinga de Brattahlíð situada en Groenlandia, hacienda de Eric el Rojo en el Asentamiento Oriental de la colonia Vikinga de Groenlandia. (Flickr, CC BY 2.0)

Cazando Morsas

Karin Margarita Frei, directora del estudio y experimentada científica del Museo Nacional de Dinamarca se plantea: “Una gran pregunta es: ‘¿dónde cazaban las morsas?’”

“Hemos encontrado marfil de colmillos de morsa en muchos lugares, y sabemos que se debió comerciar con este producto. Pero, biológicamente hablando, las morsas de Groenlandia y las de Islandia son muy similares, lo que hace casi imposible investigar estas rutas comerciales.”

Desarrollado en el pasado por Frei, un avanzado método que revela dónde ha vivido y viajado una persona permitirá a los científicos distinguir entre las diferentes poblaciones de morsas, lo que resultaba casi imposible hasta ahora empleando los métodos de análisis tradicionales. Frei se sirvió de estos análisis de estroncio para demostrar que la famosa Muchacha de Egtved de la Edad del Bronce no era de Dinamarca, aunque sí fue enterrada allí.

El ataúd y los restos de la Muchacha de Egtved, de la Edad del Bronce. Gracias a los análisis de estroncio, los investigadores descubrieron que esta joven de alto rango nació y se crió lejos de su lugar de enterramiento en Dinamarca. Foto: Karin Margarita Frei, Museo Nacional de Dinamarca

El ataúd y los restos de la Muchacha de Egtved, de la Edad del Bronce. Gracias a los análisis de estroncio, los investigadores descubrieron que esta joven de alto rango nació y se crió lejos de su lugar de enterramiento en Dinamarca. Foto: Karin Margarita Frei, Museo Nacional de Dinamarca

ScienceNordic informa: “El estroncio llega hasta nosotros a través de la comida y el agua, y muchos países presentan una firma de isótopo de estroncio única, lo que posibilita rastrear los movimientos de un individuo a lo largo de su vida. Desgraciadamente, los isótopos de estroncio del agua del mar son los mismos en todos los océanos del mundo, así que el método resulta ineficaz para averiguar de dónde procedían los colmillos de morsa.”

Sin embargo, investigadores canadienses descubrieron que examinando el plomo de los colmillos de morsa se observaban diferencias entre las diferentes poblaciones. El descubrimiento permitió a Frei y sus colegas analizar el plomo presente en el marfil para determinar con exactitud de dónde procedían las morsas, y de este modo poder rastrear las rutas que seguían quienes las cazaban y comerciaban con su marfil.

Auge y Declive de una Economía Basada en la Caza de Morsas

La economía de Europa estuvo basada en mercancías de lujo durante los años en que los vikingos comerciaron con marfil, y el negocio floreció durante un tiempo al invertir los nobles y aristócratas en prestigiosos regalos. Los historiadores han sido capaces de determinar que el marfil de 520 colmillos estaba valorado en seis años de ingresos por impuestos del rey de Noruega, señor de Groenlandia. Pero entre los años 1200 y 1400 la economía europea se transformó y pasó a depender de mercancías más comunes y esenciales, como lana, pescado, y productos agrícolas, según podemos leer en la revista de ciencias Hakai.

El Peine de Jedburgh, descubierto en la Abadía de Jedburgh. Este peine fue labrado en marfil de morsa, y la cara que observamos aquí está decorada con un grifo y un dragón. Solo mide unos 5 cm de ancho por 4,34 cm de largo, y está hecho a partir de una sola pieza de marfil de morsa. (CC BY-SA 2.0)

El Peine de Jedburgh, descubierto en la Abadía de Jedburgh. Este peine fue labrado en marfil de morsa, y la cara que observamos aquí está decorada con un grifo y un dragón. Solo mide unos 5 cm de ancho por 4,34 cm de largo, y está hecho a partir de una sola pieza de marfil de morsa. (CC BY-SA 2.0)

Thomas McGovern, arqueólogo y coautor del estudio, explicó a Hakai: “Los Groenlandeses se quedaron atascados en el viejo modelo económico, y siguieron produciendo para el mercado de los bienes de lujo.”

De este modo, a medida que la economía europea pasaba de estar basada en el caro y lujoso marfil a extenderse a los productos más básicos y comunes, Groenlandia dejó de ser un destino comercial lucrativo, y el incentivo para trasladarse a la remota isla o comerciar con ella habría ido desapareciendo progresivamente.

Se espera que este trabajo basado en el estudio del plomo presente en los objetos de marfil de morsa de toda Europa despeje dudas en cuanto a nuestros conocimientos sobre el comercio de los antiguos vikingos, y amplíe lo que ya sabíamos sobre sus rutas comerciales.

Imagen de portada: Verano en la costa de Groenlandia alrededor del año 1000 (Public Domain)

Autor: Liz Leafloor

Traducción: Rafa García

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.

Imagen de lizleafloor

Liz Leafloor

Liz LeafloorEs editora y escritora freelance. Trabaja en el campo de los medios de comunicación online desde hace años, entre ellos Ancient Origins. Liz trata temas muy interesantes y emocionantes. Examina temas misteriosos como la espiritualidad, mitos antiguos, historia, tecnología,... Lee mas
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