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Portada - Pintura rupestre de Wadi Sura, Egipto. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

El milenario y desconocido arte rupestre egipcio

Los grabados sobre piedra de las diferentes dinastías del Antiguo Egipto, sus grandes monumentos y sus milenarias y sorprendentes pirámides son conocidos en todo el mundo. Sin embargo poco se habla del arte rupestre descubierto en este país, perdido en el desierto y cuyas pinturas y petroglifos dan vida a una época prehistórica de abundante presencia animal.

En medio del Valle del Nilo, entre Luxor y Asuán, ciudades de la ribera oriental del río, existe una serie de grabados datados en unos 17.000 años de antigüedad. Grabados de los que, gracias a la labor de la organización TARA (Trust for African Rock Art) mantenemos el registro de muchos de ellos. Sin embargo, otros muchos no han podido ser datados por el momento, aunque se cree que podrían haber sido creados en el mismo período histórico que los descubiertos en el Valle del Nilo. El yacimiento más conocido del país –y el más fotografiado– es el de Wadi Sura.

 

 

Panorámica de parte del valle egipcio de Wadi Sura desde una de sus muchas cuevas. (Fotografía: La Gran Época/Tara)

Panorámica de parte del valle egipcio de Wadi Sura desde una de sus muchas cuevas. (Fotografía: La Gran Época/Tara)

Wadi Sura, que en árabe significa Valle Pintado, se encuentra en el suroeste del país, cerca de la frontera con Libia, en el borde occidental del Gilf Kebir, nombre que designa a la Gran Meseta de formación calcárea y arenisca o roca sedimentaria.

Así, en la imagen de portada del presente artículo, correspondiente a una pintura de Wadi Sura, vemos que en su parte superior izquierda, en color marrón, aparecen dos hombres arrodillados con las manos levantadas, uno de ellos situado frente a un mítico ser de cuello alargado y orejas largas. Asimismo, de forma más tenue, aparece una fila de hombres pintados en dos colores, que según los expertos de TARA llevarían tocados  animales en la cabeza.

Roca de Gilf Kebir en cuyos grabados se pueden ver unos perros atacando a tres oryx (antílopes) bajo un hombre que observa la escena con los brazos abiertos. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Roca de Gilf Kebir en cuyos grabados se pueden ver unos perros atacando a tres oryx (antílopes) bajo un hombre que observa la escena con los brazos abiertos. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Otro mural de Wadi Sura nos muestra escenas bicolores que combinan pinturas en tonos marrones con un segundo color que podría ser de un matiz amarillento.

Viajando atrás en el tiempo, hace unos cien mil años −tal y como se ha señalado desde la propia Universidad de Oxford y otras muchas instituciones de prestigio−, el Sáhara del actual Egipto estaba formado por fértiles valles de unos 100 kilómetros de ancho, nacidos sobre las riberas de los tres grandes ríos que atravesaban el área desde el Mediterráneo hasta su zona central.  

Pintura rupestre bicolor de Wadi Sura en color marrón y un probable tono amarillo muy tenue. (La Gran Época/TARA)

Pintura rupestre bicolor de Wadi Sura en color marrón y un probable tono amarillo muy tenue. (La Gran Época/TARA)

Sin embargo, hace 17.000 años la Tierra se hallaba al final de la última era glacial (iniciada hace unos 80.000 años). El clima del planeta era mucho más frío, y con el paso del tiempo, toda esta región quedó cubierta de arena. En un área cercana, en la zona de Wadi el Obeyed, existen acantilados de piedra caliza, y en ellos se encuentra la entrada a una cueva que apenas se puede ver a simple vista.

En ella pueden contemplar manos tan sorprendentes como ésta:

Las marcas de la derecha son rastros de antiguos nidos de avispas. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Las marcas de la derecha son rastros de antiguos nidos de avispas. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Además, en la vecina zona de Wadi al Firaq, se puede observar una hermosa pintura de una vaca con tres bandas blancas, que quizás representen un collar alrededor de su cuello.

Por otra parte, al sur de las pinturas rupestres de Wadi Sura se localiza la mítica montaña Jebel Uwaynat, en cuya cima se encuentran las actuales fronteras de Egipto, Libia y Sudán. También en esta zona existen muchos lugares con pinturas y grabados rupestres.

Pintura rupestre de una vaca con un supuesto collar triple, Wadi al Firaq, Egipto. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Pintura rupestre de una vaca con un supuesto collar triple, Wadi al Firaq, Egipto. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Según ha destacado el propio equipo de expertos de TARA, la mayor parte del arte rupestre de esta región occidental procede de la época prehistórica pastoril que, probablemente vivió su máximo apogeo entre los años 6.000 a. C. y 2000 a. C.

Algunas de las pinturas rupestres encontradas en la zona de Jebel Uwaynat, justo en la frontera entre Libia, Egipto y Sudán. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Algunas de las pinturas rupestres encontradas en la zona de Jebel Uwaynat, justo en la frontera entre Libia, Egipto y Sudán. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Por su parte, el Valle de Karkur Talh (Valle Acacia) corresponde al lecho de un río que corría al pie del monte Uweinat (Uwaynat), ubicado también cerca de las fronteras de Libia, Egipto y Sudán. Esta zona alberga numerosas imágenes de animales y fauna muy diversa, como leones, jirafas, avestruces, gacelas y vacas, según destaca en su registro de fotos del lugar el portal de Internet Alamy.

A continuación procedemos a mostrarles algunas fotografías del arte rupestre descubierto en el Valle de Karkur Talh:

Un claro ejemplo de las típicas pinturas y grabados rupestres del área de Karkur Talh. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Un claro ejemplo de las típicas pinturas y grabados rupestres del área de Karkur Talh. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Esta roca de Karkur Talh muestra una pintura bicolor en rojo y blanco datada en el período pastoril y en la que se observa el uso de caballos. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Esta roca de Karkur Talh muestra una pintura bicolor en rojo y blanco datada en el período pastoril y en la que se observa el uso de caballos. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Otra de las rocas de Karkur Talh con cinco figuras de color marrón, aparentemente sentadas, junto a dos mujeres bailando, además de otras figuras rojas y blancas de formas esquemáticas. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Otra de las rocas de Karkur Talh con cinco figuras de color marrón, aparentemente sentadas, junto a dos mujeres bailando, además de otras figuras rojas y blancas de formas esquemáticas. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Por último, otra región egipcia muy rica en arte rupestre son las montañas del mar Rojo, cuyos grabados corresponden a algunos trabajos excepcionales de fechas más recientes, como las dos últimas imágenes que les ofrecemos a continuación:

Grabados del desierto occidental de Egipto en los que pueden observarse imágenes de jirafas y otros animales. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Grabados del desierto occidental de Egipto en los que pueden observarse imágenes de jirafas y otros animales. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Última imagen de este artículo, hallada en una roca situada frente a lo que era un río hace miles de años y que nos muestra pequeñas figuras de vacas, perros y ovejas. La roca fue picada posteriormente con filas de ordenadas ranuras verticales, cuidadosamente pulimentadas. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Última imagen de este artículo, hallada en una roca situada frente a lo que era un río hace miles de años y que nos muestra pequeñas figuras de vacas, perros y ovejas. La roca fue picada posteriormente con filas de ordenadas ranuras verticales, cuidadosamente pulimentadas. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Fotografía de portada: Pintura rupestre de Wadi Sura, Egipto. (Fotografía: La Gran Época/TARA)

Autor: Anastasia GubinLa Gran Época  

Este artículo fue publicado originalmente en La Gran Época y ha sido publicado de nuevo en www.ancient-origins.es con permiso.

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