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Las excavaciones del año 2006 en Ecuador sacaron a la luz las ruinas de un estanque de gran tamaño, llamado Templo del Agua. El agua se recogía a kilómetros de distancia y se llevaba hasta el templo en un alarde de destreza, técnica e ingeniería.

El Templo del Agua Inca-Caranqui en Ecuador: Alarde de Recursos e Ingeniería Hidráulica

El agua, esencia de vida y fuerza sagrada de la naturaleza para los antiguos Incas, era dominada y controlada en un gran templo del agua hecho por el hombre a finales del siglo XV. El estanque, construido con piedras pulidas y labradas que encajan perfectamente, con sus altas murallas y su complejo entramado de canales, debió de ser un escenario impresionante. Los investigadores creen que esta maravilla de la antigua ingeniería hidráulica de Ecuador fue construida por los emperadores Incas Huayna Capac o Atahualpa, en una muestra de poder tras haber conquistado a las gentes del lugar, el pueblo Caranqui.

De acuerdo con la publicación Archaeology, el emplazamiento ya era conocido como yacimiento arqueológico por los habitantes de la zona, y las excavaciones que se llevaron a cabo en el año 2006 revelaron un estanque ceremonial de gran tamaño, que medía aproximadamente unos 10 por 17 metros. Fue descubierto a unos 1,5 metros bajo el nivel del suelo y estaba rodeado por un pequeño muro de 90 cm de alto a su alrededor que lo circundaba. Tanto los muros como el suelo del estanque estaban construidos de bloques de piedra tallados con precisión que encajaban perfectamente unos con otros.

 

 

Los canales conducen el agua alrededor del estanque de Caranqui conocido como Templo del Agua.

Los canales conducen el agua alrededor del estanque de Caranqui conocido como Templo del Agua. Foto: Tamara L. Bray

Descrito como “fenomenalmente conservado” por la Dra. Tamara Bray de la Universidad del Estado de Wayne, investigadora de las excavaciones en curso, se piensa que el estanque se puede datar a principios del siglo XVI.

Los arqueólogos informan de que el jefe Inca Huayna Capac había concluido una guerra de conquista de 10 años contra las gentes del lugar, los Caranqui. Según la leyenda, Huayna Capac ejecutó a todos los varones adultos de los Caranqui, y sus cuerpos fueron arrojados al lago conocido hoy como Yahuarcocha, o “Lago de Sangre”, al nordeste de las afueras de Ibarra. El cronista español Pedro Cieza de León estimó que el conflicto costó la vida a entre 20.000 y 50.000 Caranqui. 

Apodado como Templo de Agua, el estanque supera de lejos el tamaño de otras construcciones. Los canales habrían hecho que el agua circulara alrededor del conjunto y los escalones de piedra en las esquinas permitirían el acceso al agua con fines ceremoniales. El agua se recogía desde las laderas del cercano volcán Imbabura, a ocho kilómetros de distancia, por canales de piedra. A continuación se vertía en el estanque y finalmente se drenaba a través de desagües practicados en la propia piedra, según explica  Archaeology.

No se sabe con certeza quién encargó la construcción del templo, pero los arqueólogos reducen las posibilidades a dos: Huayna Capac, emperador del Imperio Inca (1493 - 1525/1527), o su hijo Atahualpa.

Ilustración del emperador Inca Huayna Capac.

Ilustración del emperador Inca Huayna Capac. Wikimedia Commons

Retrato de Atahualpa, dibujado del natural por un miembro del destacamento de Pizarro durante la invasión española de Ecuador. 1533.

Retrato de Atahualpa, dibujado del natural por un miembro del destacamento de Pizarro durante la invasión española de Ecuador. 1533. Public Domain

Los investigadores creen que los jefes incas emprendían ambiciosos proyectos de construcción después de sus conquistas para demostrar su poder a sus nuevos súbditos. Estas obras exigían un amplio despliegue de recursos y conocimientos de ingeniería. No era solo un logro tecnológico impresionante traer agua desde una distancia de ocho kilómetros, sino que también el dominio sobre las aguas simbolizaba poder sobre un recurso natural sagrado.

Controlar el agua era vital para la agricultura, la sociedad y la religión de los Incas. Por esa razón, las construcciones de “arquitectura del agua” se extendieron por todo el Imperio. El agua, encauzada por medio de canales y estructuras y posteriormente vertida en estanques y piletas, era útil, además de formar parte de los rituales.

Tanto la forma como la función eran elementos empleados en estos antiguos sistemas de canalización de aguas. Cerca de Cuzco, se construyeron piletas con muros de piedra para contener el agua, a la que podía accederse entonces a través de aberturas en el muro para utilizarla en rituales, riego de cultivos o usos domésticos.

El Imperio Inca también construyó maravillas tecnológicas en Peru, como las que se ven hoy día en Tipón. Esta antigua obra de ingeniería nos muestra orgullosa sus espectaculares terrazas y elegantes muros de piedra, además de sus canales y cascadas decorativas. El agua aún fluye a través de sus bien construidos canales y estanques a día de hoy.

Por muchos de los canales de Tipón aún corre el agua a día de hoy

Por muchos de los canales de Tipón aún corre el agua a día de hoy (Wikimedia Commons)

Al ser el agua un recurso tan importante, también era utilizada como herramienta para demostrar poder. Cuando se anexionaban nuevos territorios en las zonas más alejadas del corazón del Imperio, era esencial demostrar la categoría del nuevo líder y cimentar la idea de que él era quien ostentaba el poder.

Antiguos surtidores de agua en Tipón, Perú

Antiguos surtidores de agua en Tipón, Perú (Wikimedia Commons)

Carolyn Dean de la Universidad de California habló a Archaeology de la importancia política del agua en el imperio Inca: “Los incas se decían, ‘Nuestro emperador es un semidiós, y gracias a él controlamos las dos cosas más importantes de la vida: la fertilidad de nuestros campos y el agua.‘” Se dice que las gentes del antiguo Ecuador se mostraban rebeldes ante sus nuevos líderes. Pero la avanzada tecnología y el profundo simbolismo del agua en Inca-Caranqui les demostró que sus nuevos dirigentes tenían mucho que ofrecer, observa Dean.

No solo era importante conquistar territorios, era igualmente crucial que las nuevas tierras y culturas fueran desarrolladas y mejorasen su calidad de vida gracias al Emperador.

Dean concluye que la guerra era una cosa, pero “ igualmente importante—y pienso que incluso más—era su capacidad de hacer que las tierras recientemente conquistadas fuesen más productivas de lo que jamás habían sido. La destrucción solo te lleva hasta cierto punto. A continuación, lo verdaderamente importante es crear cosas”

El templo del agua Inca-Caranqui es muy significativo, ya que se piensa que fue la última gran obra de arquitectura e ingeniería Inca antes de la invasión española.

Podemos encontrar información y noticias de interés sobre las excavaciones en la web del Proyecto Arqueológico Inca-Caranqui.

Imagen de portada: Las excavaciones del año 2006 en Ecuador sacaron a la luz las ruinas de un estanque de gran tamaño, llamado Templo del Agua. El agua se recogía a kilómetros de distancia y se llevaba hasta el templo en un alarde de destreza, técnica e ingeniería. Foto: Tamara L. Bray

Por Liz Leafloor

Traducción: Rafa García

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso

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Liz Leafloor

Liz LeafloorEs editora y escritora freelance. Trabaja en el campo de los medios de comunicación online desde hace años, entre ellos Ancient Origins. Liz trata temas muy interesantes y emocionantes. Examina temas misteriosos como la espiritualidad, mitos antiguos, historia, tecnología,... Lee mas
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